Síndrome premenstrual: Guía útil sobre los síntomas premenstruales y cómo aliviarlos

El síndrome premenstrual describe los síntomas que experimentan las mujeres antes del periodo. Estos suelen ser sensibilidad en los pechos, cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, mal humor, hinchazón, dolor de cabeza… Descubre aquí qué es, qué lo causa, en qué se diferencia del trastorno disfórico premenstrual (PMDD) y cómo aliviamos sus síntomas.

Síndrome Premensual guía práctica

Síndrome Premensual guía práctica

¿Qué es el síndrome premenstrual (PMS)?

El síndrome premenstrual o PMS (por sus siglas en inglés) es una condición que afecta a las emociones, la conducta y la salud física de las mujeres durante ciertos días de su ciclo menstrual. Esto generalmente ocurre en los días previos a la menstruación. El síndrome premenstrual es bastante común y afecta entorno a un 85% de las mujeres en periodo fértil.

Los síntomas del síndrome premensual PMS comienzan alrededor de 11 días antes del periodo, y normalmente desaparecen al inicio de este.

Algunas mujeres comienza a tener síndrome premenstrual en la adolescencia. Pero otras puede que hasta los 30 no lo padezcan. Los síntomas pueden empeorar con la llegada de los 40 a medida que se acercan a la menopausia.

El síndrome premenstrual no es una enfermedad. Sin embargo, a veces puede llegar a ser tan grave que puede interferir con la vida diaria. En los casos más extremos puede que estemos ante un Trastorno Disfórico Premenstrual (PMDD) del que hablaremos más adelante.

Factores de riesgo del síndrome premenstrual

Hay ciertos factores que pueden influir en la gravedad de los síntomas del síndrome premenstrual:

  • Historia de depresión o trastornos del estado de ánimo
  • Historia familiar de síndrome premenstrual
  • Historia familiar de depresión
  • Violencia doméstica
  • Abuso de sustancias
  • Trauma físico y/o emocional

¿Cómo es el ciclo menstrual?

Para entender el síndrome premenstrual debemos conocer cómo es el ciclo menstrual.

El periodo

De media, el ciclo menstrual de las mujeres dura 28 días. Pero se considera normal que su duración sea desde 21 a 35 días. El primer día del ciclo es tu primer día de sangrado menstrual. Suele durar entre 3 y 7 días. Puede que tengas dolores, que serán mayores los primero días. Esto se debe a que las hormonas hacen que tu vientre se deshaga del recubrimiento que se creo en el ciclo anterior, una preparación para albergar a un bebé en caso de que se fertilizara el óvulo.

Preparando la ovulación

Desde el principio del ciclo menstrual la glándula pituitaria del cerebro produce la hormona foliculoestimulante (FSH). Esta hormona permite y promueve la estimulación ovárica para producir óvulos maduros. Los folículos son unas cavidades en los ovarios llenas de fluido. En cada uno de estos folículos hay un óvulo sin desarrollar. La hormona FSH provoca que varios de los óvulos sin desarrollar comiencen a crecer y a desarrollarse.

El nivel de estrógenos alcanza su nivel más bajo el primer día de regla, y a partir de entonces comienza a aumentar a medida que crecen los folículos.

Durante el crecimiento de los folículos, uno de los óvulos habrá crecido más que los demás, y es este el que se liberará.

La ovulación

Los niveles de estrógenos siguen aumentando. Esto provoca también un rápido incremento de la hormona luteinizante (LH). Esta hormona permite la rutpura y la liberación del folículo más grande para liberar al óvulo ya maduro, hacia el útero a través de la trompa de Falopio. Eso es lo que se conoce como la ovulación.

De media, las mujeres ovulan el día 14 de su ciclo. Aunque puede ser antes y puede ser después. El día de la ovulación puede variar mes a mes. Algunas mujeres pueden sentir cierto dolor cuando están ovulando, aunque otras pueden no sentir nada.

Los síntomas del síndrome premenstrual pueden comenzar con la ovulación y no desaparecer hasta el comienzo de la menstruación.

Después de la ovulación

Cuando el óvulo se ha liberado viaja a traves de la trompa de Falopio. El día de la ovulación y los dos siguientes días son los más fértiles y los que más probabilidades tienes de quedarte embarazada.

Una vez que has ovulado el fólículo comienza producir la hormona progesterona. Esta se encarga de producir el revestimiento en el útero. Este se engrosa y se llena de sangre y nutrientes, para que, en el caso de quedar embarazada, el futuro bebé tenga lo que necesita.

En esta etapa es cuando puedes empezar a sentir los síntomas premenstruales, como sensibilidad en los pechos, hinchazón, depresión o irritabilidad.

Si el óvulo no es fecundado los niveles de estrógenos y progesterona caen bruscamente. Se comienza a desprender el recubrimiento del útero y comienza un nuevo ciclo.

Causas del síndrome premenstrual

Aunque la causa del síndrome premensual (PMS) se desconoce los investigadores creen que puede estar relacionado con los cambios hormonales de estrógenos y los niveles de serotonina al comienzo del ciclo menstrual.

La serotonina es un neurotransmisor que afecta al estado de ánimo, emociones y pensamientos.

Los niveles de estrógenos y progesterona incrementan en ciertas fases del mes. Los incrementos en esas hormonas pueden provocar cambios en el estado de ánimo, síntomas de ansiedad e irritabilidad.

Los médicos no saben por qué el PMS afecta más a unas mujeres que a otras pero muchas veces la genética puede jugar un papel fundamental.

No tomar suficiente vitamina B6, calcio o magnesio en tu alimentación habitual puede aumentar las probabilidades de tener síndrome premenstrual. El estrés, falta de ejercicio y demasiada cafeína pueden empeorar tus síntomas.

Síntomas premenstruales

Los síntomas del síndrome premenstrual suelen ser leves o moderados. Según el siguiente estudio, alrededor de un 80 por ciento de las mujeres informan de padecer uno o más síntomas que no afectan de forma sustancial al funcionamiento cotidiano. De un 20 a un 32% informan de síntomas moderados a severos.

La severidad de los síntomas puede variar dependiendo del mes. Los síntomas más frecuentes son:

Síntomas premenstruales: Psicológicos

  • Irritabilidad
  • Cambios en los patrones de sueño
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Antojos alimentarios, cambios en el apetito
  • Tristeza
  • Accesos de llanto
  • Estallidos emocionales
  • Problemas de concentración

Síntomas premenstruales: Físicos

  • Dolor abdominal
  • Hinchazón abdominal
  • Dolor o sensibilidad en los pechos.
  • Acné
  • Diarrea
  • Estreñimiento
  • Dolor de cabeza
  • Sensibilidad a la luz o al sonido
  • Fatiga
síndrome premenstrual

Síntomas del síndrome premenstrual

¿Cuando ir al médico?

¿Debería ir al médico? Visita a tu médico si el dolor físico, los cambios del estado de ánimo y otros síntomas premenstruales empiezan a afectar a tu vida diaria o si los síntomas no se van. El diagnóstico se hará si tienes más de un síntoma recurrente en los días previos al inicio de la regla y si son lo bastante severos como para interferir en tu funcionamiento diario y si no se dan entre reglas y en la ovulación.

Tu médico también deberá descartar otras causas como anemia, endometriosis, problemas de tiroides, embarazo…

También es necesario descartar otros trastornos psicológicos como depresión u otros trastornos del estado de ánimo.

Qué es el Trastorno Disfórico Premenstrual (PMDD)

El trastorno disfórico premenstrual (PMDD) es similar al síndrome premenstrual. Comparten síntomas, causas, y tratamiento. Se diferencian en que el trastorno disfórico premenstrual es mucho más grave y debilitante, interfiriendo en la vida diaria (trabajo, escuela, relaciones sociales…)

Síntomas del trastorno disfórico premenstrual

Los síntomas del trastorno disfórico premenstrual son los mismos que los de un síndrome premenstrual común pero más graves:

  • Cambios en el estado de ánimo
  • Síntomas depresivos y sentimientos de desesperanza
  • Ira intensa y conflictos con los demás
  • Tensión, ansiedad, irritabilidad
  • Disminución del interés en las actividades cotidianas
  • Dificultad para concentrarse
  • Fatiga
  • Cambios en el apetito
  • Problemas de sueño
  • Sentirse fuera de control
  • Hinchazón y dolor menstrual
  • Sensibilidad en los pechos
  • Dolor de cabeza
  • Dolor muscular y/o articular
  • Sofocos

Diagnóstico del trastorno disfórico premenstrual  (PMDD)

¿Cómo se diagnostica el trastorno disfórico premenstrual (PMDD)? Para que se te diagnostique este trastorno, según el DSM tienes que cumplir los siguientes criterios:

A. En la semana previa a la menstruación, deben estar presentes 5 de los siguientes síntomas (incluyendo al 1 de los tres primeros)

a. Tristeza, desesperanza

b. Ansiedad, tensión interna

c. Labilidad o inestabilidad emocional

d. Irritabilidad acentuada o aumento de conflictos interpersonales

e. Pérdida de interés por las actividades cotidianas, desánimo

f. Dificultad para concentrarse

g. Letargia, fatiga

h. Cambios de apetito, atracones o antojos

i. Alteraciones del sueño: Somnolencia excesiva o insomnio

j. Sensación de estar rebasada o fuera de control

k. Síntomas fisicos como hipersensibilidad o aumento del tamaño mamario, cefaleas, molestias articulares, aumento de peso

B. Los síntomas deben interferir con el trabajo, estudios, actividades habituales o sociales.

C. Los síntomas no deben ser solo exacerbación de otro trastorno.

Los criterios A, B y C deben ser confirmados por la mujer que los padece al menos en dos ciclos menstruales consecutivos.

Consejos y tratamiento para el síndrome premenstrual y el trastorno disfórico premenstrual

¿Cómo se puede tratar el trastorno disfórico premenstrual (PMDD)? Aunque los siguientes consejos pueden ayudarte a mejorar los síntomas del síndrome premenstrual y tu salud física y mental general, lo cierto es que hay muy poca investigación acerca de este tema.

Al ser la menstruación un tema tabú durante mucho tiempo y un mal de mujeres se le ha prestado poca atención y se le ha dado muy poca importancia.

El sufrimiento de las mujeres antes y durante la menstruación es real. Aunque es algo común no se debe menospreciar. Todavía queda mucho por hacer en cuanto a la salud femenina no reproductiva se refiere.

1- Come de forma saludable

  • Limita la sal para reducir la hinchazón y retención de líquidos.
  • Toma mucha fruta, verdura y cereales integrales.
  • Evita la cafeína y el alcohol
  • Toma suficiente calcio (Lácteos, legumbres, frutos secos, brócoli, espinacas…)

Según este estudio, la ingesta de suficiente calcio y vitamina D ayuda a disminuir el riesgo de aparición del síndrome premenstrual. En cualquier caso, es tu médico quien te debe recetar un suplemento en caso de que fuera necesario.

2- Realiza ejercicio de forma regular

Realizar al menos 30 minutos de ejercicio al día, como caminar, montar en bicicleta, nadar, patinar, bailar…. durante 4 o 5 días de la semana. El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la salud en general y los síntomas del síndrome premenstrual como la fatiga y el estado de ánimo deprimido.

3- Reduce tu estrés

  • Duerme lo suficiente
  • Aprende a relajarte. Puedes probar ejercicios de respiración, relajación progresiva... Esto puede ayudarte a controlar los dolores de cabeza, ansiedad, problemas de insomnio.
  • El yoga también puede ser un buen ejercicio para controlar el estrés y ansiedad.

4- Realiza un seguimiento de tus síntomas

Mantener un registro de tus síntomas premenstruales puede ayudarte a identificar qué es lo que los dispara, y cuando. Esto puede ayudarte intervenir y crear estrategias para aliviarlos. También le pueden ser de mucha utilidad a tu médico.

5- Fármacos

La terapia farmacológica y/ hormonal puede ser también eficaz para tratar el trastorno disfórico premenstrual (PMDD). Los medicamentos sin receta para aliviar el dolor menstrual suelen ser eficaces.

También se pueden recetar fármacos para tratar los sintomas depresivos y ansiosos. En cualquier caso es tu médico y psiquiatra quien debe hacer una valoración de tu caso y ver si es pertinente.

6- Terapia psicológica

La terapia psicológica, como la Terapia Cognitivo-Conductual puede ser muy útil para aliviar los síntomas psicológicos y conductuales del trastorno disfórico premenstrual (PMDD).

Durante el síndrome premenstrual somos más sensibles, por lo que pequeños conflictos, discusiones o nuestros propios pensamientos pueden afectarnos mucho más. La terapia nos va a ayudar a identificar nuestras emociones y a manejarlas. Muchas veces, esas emociones se deben a nuestros propios pensamientos, negativos, catastrofistas y poco cercanos a la realidad. Estos se denominan distorsiones cognitivas o pensamientos irracionales, que se modifican mediante la reestructuración cognitiva.

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