Síndrome de Münchhausen

Fingir síntomas, provocarse daño e incluso generar síntomas en otros, poniendo en riesgo su salud. Así actúan las persona con trastorno facticio, más comúnmente llamado síndrome de Münchausen. Aquí te contamos todo acerca de este trastorno, síntomas, causas, casos… No te lo pierdas.

síndrome de munchausen

¿Qué es el síndrome de Münchhausen?

¿De dónde viene el nombre del Síndrome de Münchausen?

El Barón de Münchausen fue un noble alemán del siglo XVIII que se alistó en el ejercito ruso y que al volver de varias campañas militares parece que narró varias historias increíbles de sus hazañas. Algunas de estas historias eran tan disparatadas como cabalgar sobre una bala de cañón, viajar a la luna. Se cree que este barón fue conocido por el escritor alemán  Rudolf Erich Raspe y que se inspiró en él para crear un personaje literario cómico.

Los médicos han tomado este nombre para describir a una serie de pacientes cuyas falsas dolencias son realmente creídas por ellos.

El nombre médico actual de este trastorno sería el de Trastorno Facticio, y podrian distinguirse 2 tipos, hacia uno mismo o hacia otra persona (por poderes). Es un trastorno mental en el que una persona de forma repetida actúa como si tuviera un trastorno físico, emocional o cognitivo, cuando en realidad es él mismo quien se ha provocado los síntomas. Las personas con trastorno facticio actúan de esta manera porque tienen una necesidad interna de tipo emocional de ser percibidos como enfermos y otro tipo de beneficio, como económico.

Estas personas se someten a tests dolorosos o arriesgados para ganar la simpatía y atención especial de aquellos que están enfermos. Algunos incluso se dañarán a si mismos o alterarán los tests médicos para generar pruebas de que están realmente enfermos.

En algunos casos una persona puede dirigir estos esfuerzos hacia otra persona, normalmente vulnerable y que está a su cargo, como hijos, ancianos o personas con discapacidad, haciendo que esta enferme.

Síntomas del Síndrome de Münchhausen

síndrome de munchausen
Alteración de pruebas médicas: un síntoma común del síndrome de Münchausen

Personas con este síndrome producen o exageran de forma deliberada síntomas de diversas maneras. Algunos pueden mentir o fingir síntomas, herirse o alterar tests diagnósticos (como contaminar una muestra de orina). Algunos posibles signos de alarma del síndrome de Munchausen son los siguientes:

  • Historia médica dramática pero inconsistente
  • Síntomas poco claros que no son controlables y que se vuelven más graves o cambian una vez que comienza el tratamiento.
  • Recaídas predecibles al esperar un alta médica o el final del tratamiento.
  • Amplio conocimiento de hospitales o terminología médica, así como descripciones médicas de enfermedades.
  • Presencia de múltiples cicatrices quirúrgicas.
  • Aparición de síntomas nuevos o adicionales tras resultados de negativos de pruebas médicas.
  • Presencia de síntomas sólo cuando el paciente está solo o nadie le observa.
  • Disposición o afán por hacerse pruebas médicas, operaciones u otros procedimientos.
  • Historial de búsqueda de tratamiento en muchos hospitales, clínicas, despachos médicos, incluso en diferentes ciudades.
  • Rechazo por que los profesionales médicos contacten con sus familiares, amigos o anteriores profesionales sanitarios.
  • Problemas con su identidad y autoestima.
  • Está más cómodo en un hospital que la mayoría de personas.
  • Conocimiento médico extensivo debido a sus múltiples hospitalizaciones o trabajo anterior.

Algunas personas pueden incluso poner sangre en su orina, injectarse con heces o poner gomas elásticas muy ajustadas alrededor de un brazo o pierna.

Este trastorno puede tomar muchas formas: fingir cáncer, enfermedad cardíaca, problemas de piel, infecciones, problemas metabólicos, diarrea crónica…

Causas del síndrome de Münchhausen

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No se sabe la causa exacta, pero investigadores creen que tanto factores biológicos como psicológicos juegan un papel importante en el desarrollo de este síndrome. Algunas teorías sugieren que un historial de abuso o abandono en la infancia, o un historial de enfermedades frecuentes que requirieron hospitalización pueden ser factores de riesgo para el desarrollo de este síndrome. También se está estudiando la relación con trastornos de personalidad, algo común en estas personas.

Síndrome de Münchhausen por poderes

El síndrome de Münchausen por poderes, o trastorno facticio infligido a otros es un trastorno mental en el que un cuidador inventa o provoca una enfermedad o un daño a una persona que está bajo su cuidado, como un niño, adulto mayor, o una persona con discapacidad. Debido a la vulnerabilidad de las víctimas, este trastorno es una forma de abuso.

Un cuidador con este trastorno puede:

  • Mentir con los síntomas de la persona a su cargo.
  • Cambiar o manipular resultados de pruebas para hacerle parecer enfermo.
  • Dañar físicamente a la persona a su cargo para producirle síntomas.

Las víctimas son a menudo niños pequeños, y puede que tengan que pasar por dolorosas pruebas médicas que no necesitan. Incluso pueden enfermar gravemente o morir debido a la conducta del cuidador.

Los niños que son víctimas de este trastorno pueden padecer problemas emocionales y físicos de por vida y puede que desarrollen ellos mismos el Síndrome de Münchausen (dirigido a sí mismo)

¿Qué causa el síndrome de Münchausen por poderes?

Aunque tampoco está del todo claro, puede que se relacione con problemas en la infancia del abusador. Estas personas a menudo sienten que su vida está fuera de control, tienen una baja autoestima y tienen dificultades para lidiar con la ansiedad y el estrés.

La atención que los cuidadores obtienen al tener a un hijo enfermo fomenta esta conducta. Reciben atención no solo del personal médico, sino también de su comunidad, como vecinos, amigos y familiares, que puede que intenten ayudarles con diversas tareas, o incluso de forma económica

¿Cómo actúa alguien con síndrome de Münchausen por poderes?

  • Tiene conocimiento médico o experiencia.
  • Parece entregado a su hijo.
  • Busca simpatía y atención.
  • Intenta demasiado acercarse y ser simpático con el personal médico.
  • Necesita sentirse con poder y control.
  • No ve que su conducta es dañina.

¿Cómo saber si estamos ante una persona con síndrome de Münchausen por poderes?

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Comprobar el historial médico de la persona vulnerable para averiguar si el problema de salud es real. Los profesionales médicos pueden sospechar que hay un problema cuando:

  • Un niño tiene enfermedades recurrentes o inusuales y no puede encontrarse la razón.
  • El niño no mejora con tratamiento.
  • Los síntomas ocurren solo cuando el cuidador está con él o ha estado recientemente. Estos mejoran cuando el cuidador se va o se aleja.
  • El otro cuidador principal no se implica en el tratamiento del niño, incluso cuando el problema es serio.
  • El cuidador puede cambiar de médico de forma repentina y miente sobre pruebas y tratamientos anteriores.
  • Resultados normales de pruebas médicas no tranquilizan al cuidador. Y puede parecer demasiado calmado o feliz cuando la condición del niño empeora.
  • El cuidador es visto dañando al niño o provocando síntomas.
  • Otro niño en la familia tiene una enfermedad inexplicable o muerte.

Casos de síndrome de Münchhausen

1. C.A., una adolescente rumana

C.A. tenía 17 años cuando se trató por esofagitis, gastritis difusa y duodenitis en un hospital en Rumanía. Tuvo dos intentos de suicidio en el mismo año mediante una intoxicación con alcohol etílico, seguido de múltiples ingresos hospitalarios, 34 ingresos en 3 años, en diversos hospitales.

Mostraba mentira patológica, contaba diferentes historias de su familia, una sobre la muerte de un amigo y una en la que era víctima de violación. Los exámenes psicológicos y psiquiátricos mostraron una inteligencia media, tristeza, bajos niveles de autoestima, ansiedad y depresión.

Se encontraron varios factores de riesgo en su infancia: fue separada de su madre cuando era muy pequeña, fue desatendida emocionalmente y se sospecha que fuera abusada física y sexualmente.

Se inició terapia psicológica pero el tratamiento terminó al abandonar su casa sin supervisión adulta.

2. Leslie Wilfred

En novimiebre de 2008, Leslie Wilfred informó a su marido, Chris, que los gemelos de los que estaba embarazada nacieron de forma prematura y sin vida. Se llevó a cabo un funeral por ellos.

Pero los gemelos no llegaron a existir. Leslie se sometió a una ligadura de trompas tras el nacimiento de su último hijo, años antes de casarse con su marido actual. Además, compró dos urnas en forma de osos de peluche 5 días antes de el supuesto nacimiento.

Leslie también había inventado enfermedades médicas para dos de sus 4 hijos. Su hijo de 13 años necesitaba un trasplante de hígado, su hija de 9 sufría leucemia, y había aceptado donaciones para pagarlo. Abusaba del hijo de su marido de una anterior relación, y le obligaba a dormir en una caja de madera pequeña, con las manos atadas, lo que le provocó trastorno de estrés postraumático.

Leslie fue condenada a 8 años de prisión, seguido de 30 años de libertad condicional por abuso infantil y robo por engaño.

3. Marybeth Tinning

Entre los años 1967 y 1985, Marybeth Tinning, de Nueva York, dio a luz y enterró a 9 de sus hijos con no más de unos meses de vida.

Esto empezó cuando su hija de 8 años murió de meningitis espila, la única muerte que se cree que fue por causa natural. Bien por estar abrumada por la pérdida o por la simpatía que recibió por ello, Marybeth comenzó a asesinar a todos sus hijos.

Menos de un mes más tarde de la muerte de su hija, muere otro de sus hijos tras llevarle al hospital asegurando que había tenido convulsiones. Fue enviado a casa dos días después, pero volvió a llevar su cuerpo sin vida unas horas más tarde. Marybeth asegura que lo encontró muerto en la cuna.

Unas pocas semanas después, se repitió la historia con el resto de sus hijos, todos de convulsiones o al dejar de respirar de forma repentina.

Finalmente, la sospecha de la policía llegó tras la muerte de su último hijo. Tras la interrogación, admitió haber asfixiado a tres de sus hijos. Sin embargo, solo pudo ser condenada por el asesinato de uno de sus hijos, por falta de evidencia.

4. Andrea Avigal (alias)

Desde la infancia, Andrea ha sufrido de Síndrome de Münchausen, bebiendo veneno, dejando de comer y tomando demasiados laxantes, (hasta 90 en una ocasión). Creció en una familia disfuncional en Nueva York, hija de una superviviente del Holocausto con trastorno bipolar, que había abusado física y sexualmente de ella.

A los 5 años se cortó el dedo con un cristal de forma deliberada y se lo enseñó a sus padres para que dejaran de discutir. Aunque no funcionó, obtuvo la atención que quería. A los 12 o 13 años fungió un ataque de asma y fue admitida en urgencias. También intento romperse un hueso golpeándose la muñeca con un martillo.

Ahora, a los 53 años, a superado su trastorno, gracias a la terapia psicológica. Su psicólogo se había mostrado disponible para ella fuera de las horas de oficina, construyendo confianza y apoyo mediante un tratamiento poco convencional llamado terapia de re-parentalización. Esta terapia consiste en la asunción por parte del psicólogo de un papel paternal para cubrir y “curar” las necesidades del paciente mediante un modelo sano de progenitor.

Tratamiento del Síndrome de Münchhausen

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El síndrome de Münchausen puede ser muy difícil de tratar, ya que la mayoría de personas no son capaces de admitir que tienen un problema, y muchos no cooperan con los planes de tratamiento que se sugieren.

Debido a esto, algunos expertos han sugerido que profesionales de la salud adopten una actitud amable y sin confrontaciones. Por tanto, antes que acusar a una persona de mentir, pueden sugerir que tienen unas necesidades de salud complejas y pueden beneficiarse de una consulta psiquiátrica. Incluso con esta actitud, es posible que muchos se nieguen.

Para personas que admiten tener un problema, y cooperan con el tratamiento, es posible ayudarles a manejar los síntomas del síndrome de Münchausenn.

No hay tratamiento estándar para este problema, pero una combinación de medicación y terapia cognitiva-conductual suele ser eficaz. En estos casos el objetivo es identificar las necesidades emocionales que no están siendo satisfechas y dar herramientas al paciente para que contacte con ellas. Al mismo tiempo identificar creencias y pensamientos irracionales que puedan estar en el origen de los síntomas.

¿Cómo tratar a una persona con síndrome de Münchhausen?

¿Cómo podemos ayudar a alguien del que sospechamos que sufre trastorno facticio o síndrome de Münchausen?

Como hemos mencionado, es importante no confrontar a la persona, para que se de cuenta de que está fingiendo. Esto es mejor dejárselo a los profesionales. Lo que podemos hacer es no juzgar y ser todo lo pacientes que podamos. Estas personas tienen una serie de necesidades y carencias que están intentando satisfacer de esa manera, la única manera que han encontrado.

Podemos animar a estas personas a buscar ayuda profesional. Como van a buscar atención médica, podemos hablar nosotros con el médico para contarle nuestras preocupaciones con respecto a esta persona. También podemos animar a nuestro ser querido a que busque asistencia psicológica para poder lidiar con el malestar que le provoca las enfermedades y síntomas que padece.

También es importante no fomentar esa conducta de búsqueda de atención a través de la enfermedad. Cuando muestre síntomas o se queje es mejor retirarse, y darle nuestra atención y cariño cuando la busque de forma adecuada.

Si sospechamos que estamos ante un trastorno facticio hacia otras personas vulnerables (por poderes) es necesario tomar medidas más drásticas, ya que se encuentra en riesgo la salud y seguridad de otros. Llama a la policía, o servicios sociales.

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