Sueños Lúcidos: ¿Es posible controlar lo que sueñas? Una completa guía

Se ha especulado mucho acerca de los sueños lúcidos. Pero, ¿qué hay de cierto en ellos? Tal vez te parecen fascinantes porque has tenido una experiencia cercana, o porque te gustaría tenerla. Puede que un/a amigo/a te haya contado alguna vez un sueño en el que pasó exactamente lo que quería que pasase, y tú, sintieras recelo o escepticismo. O quizá sólo buscas ampliar tu conocimiento sobre temas relacionados con la mente. Sea cual sea tu caso, ¡sigue leyendo! en este articulo encontraras una guía completa y útil sobre los sueños lúcidos. Descubre qué son los sueños lúcidos, características, en qué se diferencian de los sueños normales, ¿puedes aprender a soñar lúcidamente?, para qué sirven este tipo de sueños, ¿son peligrosos?, conoce su historia, y descubre qué películas o personajes del cine han incorporado los sueños lúcidos en sus historias.

Sueños Lúcidos

Sueños Lúcidos

¿Qué son los sueños lúcidos?

Definición y descripción de los sueños lúcidos

Los sueños lúcidos se tienen cuando la persona que está soñando es consciente de ello y puede, por lo tanto, manejar a su antojo el contenido del sueño. Como si de una película se tratase, nosotros seríamos los directores de nuestro propio sueño.

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Características de los sueños lúcidos

La principal característica de los sueños lúcidos es nuestro papel activo en ellos, y el único límite lo pone nuestra imaginación. Durante un sueño lúcido podemos experimentar cualquier cosa que seamos capaces de idear: desde volar hasta realizar saltos en el tiempo, pasando por visitar cualquier lugar de este mundo (o de otros mundos). Suena fantástico, ¿verdad? El problema es que es complicado sumergirse por entero en un sueño lúcido y tampoco es posible controlarlo completamente. Existen varios grados de control, así como de práctica. Y si queremos llegar a los niveles más altos, es fundamental la intencionalidad, estar convencidos de ello y confiar en el poder de nuestra mente, pero no es suficiente. Es por ello que este tipo de sueños pueden darse de forma espontánea, pero no ocurre con mucha frecuencia. Lo normal es que seamos estimulados para experienciar un sueño lúcido.

¿En qué se diferencia un sueño normal de un sueño lúcido?

Conviene tener claras las diferencias entre los sueños normales y los sueños lúcidos para despejar posibles dudas acerca de estos últimos. En esencia, un sueño lúcido se distingue de un sueño normal en que:

  • Sólo nos damos cuenta de que estamos dormidos en un sueño lúcido. Somos conscientes de que estamos soñando y, por lo tanto, de que lo que vemos no es real, sino producto de nuestra imaginación.
  • Mientras que durante el sueño normal somos espectadores del contenido onírico, durante el sueño lúcido somos actores y tenemos la posibilidad de modificar el escenario.
  • La capacidad de soñar cuando dormimos es innata para el ser humano. Sin embargo, tener sueños lúcidos es más bien una habilidad. Y como toda habilidad, requiere de cierto entrenamiento si queremos perfeccionarla.
  • Gran parte de los sueños ocurren durante la fase REM (Rapid Eye Movement) del sueño, pero los sueños lúcidos con especial motivo. Esta clase de sueños necesariamente tienen que darse cuando nos encontramos en esta fase porque es la que implica mayor actividad cerebral.

¿Todo el mundo puede tener sueños lúcidos?

Existen multitud de datos estadísticos al respecto, pero las cifras recogidas por los diversos estudios sitúan la media en la mitad de la población. Un ejemplo es el conocido y reciente estudio llevado a cabo en Alemania, que concluye que un 51% de la población ha podido tener alguna vez en su vida un sueño lúcido de forma natural. El número desciende si consideramos a aquellos que experimentan este tipo de sueños con mayor frecuencia.

Diversos autores se han dedicado a estudiar con qué está relacionado el fenómeno de los sueños lúcidos a nivel neuronal y entre los estudios más actuales encontramos relaciones interesantes. Al parecer, los sueños lúcidos están ligados a:

  • Una elevada capacidad de metacognición, es decir, poder reflexionar acerca del conocimiento, los propios pensamientos y la forma en la que aprendemos. Esto supone que los soñadores lúcidos son personas más introspectivas.
  • Una mayor cantidad de sustancia gris en el cerebro. Este aumento de volumen cerebral se ha observado en una zona específica dentro del lóbulo frontal, la cual se asocia con procesos de razonamiento y planificación, entre otros.

Y, ¿qué ocurre con la otra mitad de la población? No haber sido jamás un soñador lúcido no impide intentarlo con la ayuda de métodos diseñados para ello. Sin olvidar que a las personas que nunca han expermentado un sueño lúcido les costará bastante más que a los demás y puede que no lleguen a conseguirlo. Estando debidamente informados, esto no debe de causar ningún tipo de frustración.

Aprender a soñar lúcidamente: Métodos y pautas

Cualquier persona puede intentar ser artífice de sus sueños, tanto quienes ya han soñado lúcidamente alguna vez y quieren repetir, como quienes no lo han hecho nunca. Si no lo conseguimos a la primera, podemos seguir intentándolo: la práctica necesita del entrenamientoPero los resultados pueden variar, no todos los intentos darán los frutos deseados porque no todas las mentes son igual de sugestionables ni todas las personas presentan las mismas características a nivel cognitivo. Por ejemplo, padecer algún trastorno relacionado con el sueño disminuye las probabilidades de soñar lúcidamente. Mucha gente tiene problemas para conciliar el sueño, no descansa adecuadamente o duerme a destiempo. Si presentas síntomas de insomnio, no dudes en realizar la Batería on-line de evaluación para el Insomnio (CAB-IN) de CogniFit.

Llegados a este punto y teniendo claro todo lo mencionado anteriormente, podemos aprender a ser soñadores lúcidos. El procedimiento más sencillo a seguir para tener un sueño lúcido consta de tres pasos:

  1. Recordar un sueño. Los investigadores han demostrado que soñamos todas las noches, aunque después no lo recordemos. Debemos comenzar trabajando la memoria de nuestros sueños para poder tener un sueño lúcido. Si nada más despertar hacemos un esfuerzo por acordarnos de lo que hemos soñado y lo anotamos en un papel o lo dejamos grabado en un audio, estaremos preparando a nuestra mente para que pueda utilizar posteriormente ese contenido onírico como base de un sueño lúcido.
  2. Realizar pruebas de realidad. Estar dentro de un sueño lúcido significa ser consciente de que estás dormido. Pero, ¿cómo comprobamos nuestro nivel de consciencia? Mediante los test de realidad. Sencillas pruebas que es aconsejable convertir en hábito hasta que logremos dominar el arte de soñar lúcidamente. Algunos ejemplos son:
    Gravedad. ¿Puedes volar? Pregúntate si eres capaz de desafiar la Ley de la Gravitación Universal de Newton.
    Tiempo. ¿Puedes saltar en el tiempo? Pregúntate si estás siguiendo una secuencia temporal lógica.
    Manos. Intenta atravesar una de tus manos con la otra, ¿puedes hacerlo?
    Lectura. Estás leyendo un texto, si apartas la mirada durante unos segundos y después vuelves al texto, ¿ha cambiado algo?
    Espejo. Busca tu reflejo, ¿ves algo que no concuerda con tu imagen?
    Si la respuesta a estas preguntas es afirmativa, claramente, estás soñando.
  3. Proyectar tu sueño lúcido. Ya nos hemos cerciorado de que nada de lo que vemos es real porque estamos soñando, ¿y ahora qué? El último paso tiene que ver con el manejo del sueño lúcido. Resulta más fácil si previamente hemos planificado el sueño que nos gustaría tener, bien escribiéndolo o bien practicando exclusivamente con nuestra imaginación. ¡Recordad que los sueños que hemos ido acumulando en nuestra memoria pueden servirnos de escenario! Y si queremos prolongar el sueño lúcido, debemos permanecer en ese estado todo el tiempo que nos sea posible. Un truco que suele funcionar es dar vueltas en la cama para “avisar” a nuestra mente de que estamos durmiendo. Una vez finalizado el sueño lúcido pueden ocurrir dos cosas: despertarnos o caer en un sueño normal.

Si no estamos conformes con el resultado obtenido tras haber seguido estos pasos, podemos plantearnos pasar a métodos de inducción más elaborados. Por lo general, la fiabilidad y el éxito de estos métodos es bastante variable, pero no está de mas conocer los más famosos:

  • Técnica MILD (Mnemonic Induced Lucid Dream): Consiste en cerrar los ojos y no dejar de pensar que estás soñando. Esta técnica no tiene contraindicaciones, pero puede resultar aburrida.
  • Técnica VILD (Visual Induced Lucid Dream): Visualizar constantemente una misma escena cuando vas a dormir puede ayudar a generar un sueño lúcido. Esta técnica es conveniente quienes tienen buena memoria visual.
  • Técnica WILD (Wake Induced Lucid Dream): Con la técnica WILD vamos a intentar pasar del estado de vigilia al sueño lúcido directamente. Si bien cuenta con los mayores índices de fiabilidad, es una técnica muy difícil de dominar que, además, puede causar parálisis del sueño.
  • Técnica CAT (Cycle Adjustment Technique): Para llevar a cabo esta técnica es necesario centrar nuestra atención en el ciclo del sueño. Lo ajustaremos para mantener la consciencia en la parte final. Es recomendable para personas que siguen un horario de sueño estable.

Utilidades de los sueños lúcidos: ¿Para qué sirven?

Más allá de la mera curiosidad y diversión que pueda producirnos tener un sueño lúcido, los expertos han mencionado que esta clase de sueños puede aportarnos una serie de beneficios, tales como:

  • Ayudarnos a explorar el subconsciente.
  • Desarrollar la capacidad creativa e imaginativa.
  • Afrontar desafíos potenciando nuestro razonamiento.
  • Hacer desaparecer las pesadillas recurrentes.

¿Es peligroso soñar lúcidamente?

El estado de ensoñamiento lúcido no conlleva ningún riesgo. El único inconveniente es, quizás, que un sueño lúcido no tiene el poder reparador de un sueño normal, pues una parte de nuestro cerebro sigue en estado de vigilia.

Lo que no debemos hacer, como ocurre con todo en esta vida, es obsesionarnos con el tema. Querer tener sueños lúcidos a toda costa y con excesiva frecuencia puede rozar la adicción y provocar que vivamos demasiado ensimismados.

Estudios y pruebas científicas de los sueños lúcidos

Los científicos no han demostrado la causa, es decir, no saben porqué tenemos sueños lúcidos. Sin embargo, está más que comprobada su existencia.

La primera prueba experimental de los sueños lúcidos fue llevada a cabo por Keith Hearne, de la Universidad de Hull (Reino Unido), en 1975. Previamente se habían investigado las fases del sueño y su relación con las ondas cerebrales, así que, en base a los estudios anteriores, Hearne averiguó que su compañero, Alan Worsey, estaba teniendo un sueño lúcido gracias al tipo de ondas que podían observarse en el encefalograma (EEG) que le había realizado. Los datos del EEG indicaban un estado de toma de consciencia durante la fase REM del sueño correspondiente a la vigilia. No obstante, este experimento no fue acogido con mucho interés. Pasaron unos años hasta que Stephen LaBerge, de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), retomó la investigación de los sueños lúcidos y demostró que, efectivamente, Hearne tenía razón. A partir de entonces, el tema empezó a despertar cada vez más curiosidad, con lo que se desarrollaron múltiples ensayos científicos que continuaban aportando evidencias a la existencia de este tipo de sueños. Actualmente, la atención de los investigadores está centrada en descubrir las ventajas de soñar lúcidamente.

Historia y cultura de los sueños lúcidos

El mundo onírico se ha visto siempre muy asociado a lo místico y a lo espiritual. Y, como no podía ser de otro modo, lo mismo ha ocurrido con los sueños lúcidos.

Algunos de los primeros registros históricos que hablan de los sueños lúcidos datan del siglo VIII. En Asia existieron monjes budistas que utilizaban esta clase de sueños para explorar sus posibilidades mentales. Durante sus sesiones de yoga, estos monjes tibetanos se dedicaban a controlar su estado de consciencia en un ejercicio al que pusieron el nombre de ‘yoga del sueño‘. Culturalmente, los monjes budistas conservan gran parte de sus creencias ancestrales en la actualidad y tienen como eje central de su vida el poder de la mente.

En Malasia, la tribu de los Senoi recurría a los sueños lúcidos para enfrentarse a sus enemigos en los sueños. Los Senoi eran cazadores y enseñaban a sus miembros más jóvenes a soñar lúcidamente para practicar sus habilidades mentales de combate.

Por otro lado, los aborígenes australianos se entrenaban en el arte de la meditación y los sueños lúcidos con la finalidad de contactar con espíritus y dioses.

Además, religiosos como San Agustín de Hipona y Santo Tomás en la Edad Media dicen haber tenido sueños lúcidos que relatan con detalle en sus cartas. De igual manera que el filósofo francés René Descartes en el siglo XVII.

Vemos que la historia de los sueños lúcidos es extensa. Pero no fue hasta llegar a 1867, cuando León d’Hervey de SaintDenys, marqués de Francia, se atreve a publicar un libro enteramente sobre sueños lúcidos. Si bien no utilizó ese término, sino el de ‘sueños conscientes’. El marqués había dedicado toda su vida al estudio del mundo onírico y plasmó todo su conocimiento al respecto en su obra Los Sueños y Cómo Controlarlos (en francés Rêves et les Moyens de les Diriger).

Obras literarias y cinematográficas sobre los sueños lúcidos

A la publicación del libro de d’Hervey de SaintDenys le siguieron muchas más. Distintos autores especializados e interesados en el tema han escrito obras que pretenden acercarnos a los sueños lúcidos. Objetivo al que se han apuntado varios directores de cine, utilizando el séptimo arte para llamar nuestra atención de un modo más visual. ¡Veamos algunos ejemplos!

Literatura

El término ‘sueño lúcido’ tal y como lo conocemos a día de hoy se lo debemos al psiquiatra holandés Frederik van Eeden, pionero de la teoría de los sueños lúcidos y autor de un sinfín de obras y artículos. La obra en la que menciona por primera vez los sueños lúcidos es Un Estudio de los Sueños, publicada en 1913. Y, pese a su inmensa relevancia en este ámbito, puede no resultar atractivo para los lectores, especialmente para los más jóvenes, debido su antiguedad. Así que, os invito a ojear el siguiente listado de libros también relevantes, más actuales e imprescindibles para los apasionados de los sueños lúcidos:

  • Exploración de los Sueños Lúcidos (Stephen LaBerge & Howard Rheingold)
  • Onironáutica: Manual de Exploración Onírica y Sueños Lúcidos (Sófocles Dans)
  • Sueños Lúcidos: Cómo Inducirlos e Interpretrarlos (Alexander Alba & Irene Mond)
  • Lucid Dreaming: Gateaway to the Inner Self (Robert Waggoner)
  • Dreams of Awakening: Lucid Dreaming and Mindfulness of Dream and Sleep (Charlie Morley)
  • Dreams (Carl Gustav Jung)
  • El Yoga de los Sueños (Tenzin Wangyal Rimpoche)
  • Paprika (Yasutaka Tsutsui)

Cine

Algunas de las películas más conocidas que abordan, de un modo u otro, la lucidez en los sueños son:

  • Origen (Christopher Nolan, 2010). Sin duda la película más famosa de las seleccionadas, tanto por su director como por el reparto, mediante la ciencia ficción ha difundido el tema de los sueños lúcidos a nivel internacional, despertando la curiosidad de quienes no lo conocían.

  • Más Allá de los Sueños (Vincent Ward, 1998). Con Robbie Williams como protagonista, esta película trata los sueños lúcidos como fantasías casi terapéuticas que ayudan a afrontar la pérdida de un ser querido.

  • Waking Life (Richard Linklater, 2001). Aborda la lucidez de los sueños de una forma muy filosófica y visualmente original por ser una película editada con la técnica de rotoscopia.

  • La Ciencia del Sueño (Michel Gondry, 2006). Stephane y Stephanie son los divertidos personajes que te explicarán la diferencia entre sueño y realidad a través de su romance.

  • Sueño Lúcido (Kim Joon-Sung, 2017). Desde Corea del Sur, esta reciente película de acción cuenta la historia de un padre que utiliza los sueños lúcidos para descubrir el paradero de su hijo secuestrado.

¿Has tenido algun sueño lúcido? Deja tu mensaje en los comentarios.

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