Soledad: Qué es, sus beneficios e inconvenientes, por qué nos da miedo estar solos, tipos, cómo combatirla..

¿Es buena la soledad? La soledad es parte de la condición humana. Todo el mundo se ha sentido solo alguna vez. El sentimiento de soledad puede ser muy negativo para nuestra salud física y mental. Sin embargo, aprender a estar solo y disfrutar de tiempo en nuestra propia compañía puede ser muy beneficioso para contactar con nuestros sentimientos, conocernos a nosotros mismos y crecer como personas. Descubre aquí una guía útil: qué es la soledad, por qué nos da miedo estar solos, los distintos tipos de soledad y qué hacer para combatirla

Soledad: Una guía útil
Soledad: Una guía útil

¿Qué es la soledad? Concepto y definición

Sentir que estamos solos es una de las peores sensaciones que podemos tener. El sentimiento de soledad es uno de los grandes enemigos de la felicidad. Y es que, para ser felices necesitamos crear vínculos íntimos con otras personas. Necesitamos tener en quien confiar, necesitamos tener sensación de pertenencia y tener gente en quien apoyarnos. Tener unas fuertes relaciones (que no quiere decir muchas relaciones) es una de las claves para ser feliz.

Podrían diferenciarse dos grandes tipos de soledad que el inglés refleja muy bien: Loneliness y Solitude. El primero haría referencia al sentimiento de angustia por la ausencia de contacto social real o percibido. El segundo término haría referencia al gusto y la necesidad de alejarse de los demás de vez en cuando.

Y es que estar a solas puede ser bueno. El problema está cuando nos sentimos solos, cuando percibimos una falta de apoyo social, cuando creemos que no tenemos a nadie con quien contar. El peligro es el aislamiento social.

Por tanto, podríamos definir soledad como una condición psicológica debilitante debida a la ausencia real o percibida de relaciones social satisfactorias. Las personas con soledad muestran sentimientos profundos de vacío, inutilidad y otros síntomas depresivos.

¿Es buena la soledad?

Como hemos mencionado previamente, habría dos tipos de soledad que el castellano no diferencia. Aquí hablaremos de solitude, de la soledad, como una forma de describir el no estar acompañado, (no como un sentimiento de angustia por no tener relaciones sociales). Este es un tipo de soledad positiva y necesaria.

Es cierto que somos una especie muy social, necesitamos de los demás. Pero para estar bien con los demás tenemos que estar primero bien con nosotros mismos.

Soledad e introspección

Pasar tiempo solo nos permite tener espacio para pensar. Nos ayuda a conocernos, a conectar con nosotros mismos, y es esencial para nuestro crecimiento personal.

Muchas personas no son capaces de pasar tiempo solas. Esa gran dependencia de los demás, además de ser signo de dificultades psicológicas, no nos permite ser felices. No podemos depender de los demás para estar bien, esto nunca es eficaz. Debemos ser los responsables de nuestra propia felicidad.

La soledad nos permite conocer qué queremos hacer con nuestra vida, cuáles son nuestras metas, qué nos gusta, qué no, qué necesitamos.

Soledad y creatividad

Pasar tiempo a solas puede ser clave para desarrollar ideas creativas. Esto se debe a que cuando estamos solos podemos dejar que nuestra mente divague más libremente, somos más capaces de escucharnos a nosotros mismos.

Existe un término llamado “incubación” que interviene en la generación de proyectos e ideas creativas. Este consiste en apartarnos un momento de nuestro trabajo, y dejar que nuestra conciencia (sin ninguna acción por nuestra parte) profundice en nuestra mente y nuestros conocimientos para realizar conexiones inconscientes. Esto solo es posible en soledad, realizando tareas que no requieran mucho esfuerzo cognitivo, como tareas mecánicas.

¿Por qué sentimos soledad?

Ahora nos sentimos mucho más solos que antes. Resulta paradójico cuando podemos disfrutar de unos grandes medios de comunicación, redes sociales que nos permiten estar en contacto con los demás.

Nuestra sociedad ha cambiado. Ahora buscamos la felicidad instantánea. No le dedicamos tiempo a las relaciones sociales, no invertimos esfuerzo en ellas. Vivimos de nuestra imagen en esas redes sociales pero no contactamos con las personas realmente.

Las personas mayores tienen más riesgo de sentirse solas. La muerte de un cónyuge, la jubilación, el que los hijos formen sus propias familias provoca que los mayores pasen mucho tiempo solos.

Cuando estas acompañado pero te sientes solo

El sentirse solo aun cuando tenemos gente a nuestro alrededor es un tipo de soledad subjetiva.

Sentirse solo aunque no estemos solos se relaciona con la calidad y la intimidad de esas relaciones, no a la cantidad de ellas. Puede que se deba a que no tienes menos contacto con los demás del que necesitas.

En muchas ocasiones esto se debe a nosotros mismos. No es que seamos culpables, sino que tenemos pensamientos autolimitadores y creencias falsas. “No me preguntan qué tal estoy”, “No me llaman por teléfono”, “No me proponen planes”. Puede que eso sea cierto, pero no podemos dejar la responsabilidad en manos de los demás. Propón planes, llama tú a la gente, acércate a los demás, y será más probable que ellos se acerquen a ti.

Tipos de soledad

Dentro de esta soledad negativa podemos diferenciar varios tipos de soledad.

Soledad emocional

La soledad emocional aparece a raíz de la pérdida de un vínculo con otra persona. Puede ser debido al fallecimiento de esta o a la ruptura de una relación.

Soledad social

La soledad social se refiere a la ausencia de una red de relaciones sociales de las que sienta que pertenece.

Soledad subjetiva y objetiva

La soledad subjetiva hace referencia a que, a pesar de estar acompañados nos sentimos solos, como puede ocurrir dentro de las relaciones de pareja.

La soledad dentro de una relación de pareja es indicador de que la relación no va bien. En estos casos hay que plantearse las causas de esos sentimientos, mejorar la comunicación en la pareja y aprender qué es lo que necesitamos el uno del otro.

La soledad objetiva se refiere a que cualquier observador externo puede apreciar que una persona, realmente está sola y aislada.

Soledad situacional

Este tipo de soledad hace referencia a que tras un espacio de tiempo de malestar psicológico, las personas consiguen enfrentarse a la pérdida y se recuperan. Es un tipo de soledad pasajera.

La soledad como mecanismo adaptativo

Los sentimientos de soledad generalmente son exitosos a la hora de facilitar la conexión o re-conexión con los demás tras cambios de residencia o duelo, eliminando sentimientos de aislamiento social. Sirven como una forma de aviso o alarma de que algo no está como debería, hay algo que cambiar.

Soledad crónica

Es más estable, y suele ser fruto de las dificultades de las personas para establecer relaciones sociales satisfactorias a lo largo de los años.

Entonces, sí podríamos hablar de que la soledad en ocasiones es necesaria. Surge como un aviso de que algo no está yendo bien y que es necesario conectar de nuevo con las personas. Sin embargo, si no se gestiona de manera adecuada puede que nos estanquemos en ese sentimiento y no logremos salir de allí, haciendo más difícil la solución de ese problema.

Pensamientos, reflexiones, frases y verbalizaciones que hacemos cuando estamos en soledad

Cuando nos sentimos solos pueden aparecer una serie de pensamientos, reflexiones o verbalizaciones que aumentan y perpetúan los sentimientos de soledad. Estos pensamientos suelen ser irracionales, es decir, no tienen una base racional. Es por ello que es necesario desmontar estas creencias. La reestructuración cognitiva puede ser una técnica eficaz para estos casos.

“No le intereso a al gente, soy aburrido”

Uno de los pensamientos de soledad más recurrente es creer que puedes “No interesarle a la gente porque eres una persona aburrida”  ¿Realmente conoces lo que piensa la gente? ¿Se lo has preguntado? ¿Tienes evidencia objetiva de que esto sea real?

En el caso de que varias personas te hayan dicho que eres aburrido, ¿es lo más terrible que te puede pasar? Seguro que has soportado cosas mucho más difíciles en tu vida que el que alguien piense que eres aburrido.

¿Cual es la utilidad de decirte que no le interesas a nadie? Solo te hace sentir mal y no te ayuda a sentirte menos solo o a contactar con la gente.

Es difícil parecerle aburrido a todo el mundo, al igual que es difícil caerle bien a todos. Es muy probable que le parezcas interesante a alguien. Además, seguro que tienes algún tema de conversación para proponerle a alguna persona que haga que le parezcas interesante.

“No se preocupan por mi”

Una de las frases de soledad más recurrente es creer que los otros “No se preocupan por ti”. Plantéate si es cierto que tus familiares y amigos no se preocupan por ti. ¿No han estado contigo cuando les has dicho que lo estas pasando mal? ¿Que evidencia hay de que esta afirmación es cierta?

A veces, parece que los demás no se preocupan por ti porque no saben que estas sufriendo. Necesitan saberlo, tienes que compartir con ellos cómo te sientes, para que puedan ayudarte. No puedes pretender que la gente lo adivine, ni que te pregunten constantemente qué tal estás. Todos tienen sus vidas y sus propias preocupaciones y tampoco pueden estar pendientes de ti todo el tiempo.

Pensar que no se preocupan por ti no facilita la conexión con los demás, sino todo lo contrario. Hace que te aísles y que te enfades con la gente cercana a ti.

“No se puede confiar en los demás”

Otro de los pensamientos de soledad más recurrente es creer que “No puedes confiar en los demás”. Es posible que no se pueda confiar en todo el mundo. Hay personas más confiables que otras, pero no se puede generalizar. Ahí fuera hay personas buenas en las que confiar. No no sirve de nada pensar que no podemos confiar en nadie, no nos ayuda a sentirnos menos solos, sino todo lo contrario.

“Cuando encuentre pareja no me sentiré solo”

Otra frase de soledad que más suele repetirse entre las personas que se sienten solas es creer que cuando “Encuentre una pareja dejará de sentirme solo”. Tener pareja no es una garantía para dejar de sentirse solo. De hecho, uno puede sentirse muy solo aún cuando hay mucha gente a nuestro alrededor. La soledad no depende de quien tengamos al lado, sino de nosotros mismos. Puede que tengamos una pareja pero si no formamos un vínculo de confianza y cariño la soledad seguirá ahí.

Además, pensar que tener pareja va a ser un antídoto a nuestra soledad va a provocar que la busquemos de forma desesperada y nos “agarremos” a la primera persona que nos haga caso, dando lugar a relaciones de dependencia y tóxicas.

“Es mejor hacer las cosas en compañía”

Otro pensamiento de soledad recurrente suele ser creer que “Es mejor hacer las cosas en compañía”. Desde luego puede ser más divertido compartir actividades con los demás. Es natural preferir hacer cosas con personas a las que queremos. Pero hacer cosas uno solo no es algo negativo, incluso ciertas cosas pueden ser más gratificantes. Si nunca hemos hecho nada solos puede asustar al principio, pero luego se convierte en una experiencia positiva.

Pensar que es mejor hacer las cosas acompañado, no sirve para ser más feliz, solo te paraliza. Te impide hacer las cosas que te gustan hacer. Si te gusta ir al cine pero nadie puede o a nadie le apetece ver esa película, que nada te frene, porque al final va a ser peor para ti. Te quedarás sin verla.

“Si voy yo solo pareceré un pringado”

Uno de los pensamientos o frases de soledad que se repite es “Si voy yo solo pareceré un pringado”. Pocas personas piensan que alguien que va solo a pasear, a cenar, al cine o a hacer cualquier otra actividad es un pringado o un perdedor. Muchas personas lo ven, de hecho, como algo admirable. Requiere valor para animarse a hacer esas cosas solo. Y tampoco podemos dejar de hace algo que nos apetece por lo que piensen los demás. Nunca vamos a contentar a todo el mundo, y pretender hacerlo es tarea imposible.

Además, pensar que puedes parecer un perdedor por hacer algo solo no te hace sentir mejor, ni te ayuda a hacer esa actividad. Al contrario, te frena y te hunde.

“Es terrible estar solo”

Otro pensamiento o frase de soledad que se repiten las personas que se sienten solas es “Es terrible estar solo”. Muchas veces es más divertido estar acompañado. Sin embargo hay cosas mucho peores que estar solo. Pensar que es “terrible” es una forma de catastrofizar y no nos ayuda a sentirnos menos solos, al contrario, nos hace más desdichados.

¿Quienes tienden a padecer soledad?

¿Qué clase de personas se sienten solas? La soledad la podemos padecer todos, sin excepción, pero hay ciertas características o eventos que aumentan la probabilidad de padecerla.

  • Nuestras características de personalidad. Es más probable que las personas a las que les cueste establecer vínculos y relaciones van a experimentar más a menudo soledad, como las personas introvertidas, tímidas o con tendencia a la ansiedad.
  • Las personas con baja autoestima, con sentimientos de inutilidad y no queridas, difícilmente se van a acercar a otras personas. El problema es que el contacto social aumenta la autoestima, y cuanto menos contacto se tenga la autoestima va a ir bajando más y más. Esto da lugar a un círculo vicioso muy indeseable.
  • Pocas habilidades sociales Las personas con bajas habilidades sociales tienen dificultades también para crear y mantener redes de apoyo social.
  • Características sociodemográficas. Las personas jóvenes, junto con las de edad avanzada tienen más niveles de soledad. La ausencia de pareja, las dificultades en el núcleo familiar y la pérdida de seres queridos facilita que nos sintamos solos.

¿Por qué tenemos miedo a estar solos?

¿Por qué tenemos miedo a la soledad? Parece que en nuestra sociedad está mal visto estar solo. A veces la familia te presiona para que encuentres pareja o te cases. Las personas que salen a cenar solos, que van al cine solos o viajan solos suelen ser la excepción. Aunque cada vez hay más personas que hacen esto.

Es cierto que necesitamos a las otras personas, pero también es necesaria cierta dosis de soledad. Y esto no es negativo. Como hemos dicho anteriormente necesitamos pasar tiempo con nosotros  mismos.

Nos da miedo estar solos porque nos sentimos vulnerables, sentimos abandono. Quizá pensemos que necesitamos a los demás, que los demás nos completan y nos tienen que cuidar. Puede que pienses que tu solo no eres suficiente, que no eres capaz de hacer ciertas cosas y necesitas que los demás las hagan por ti. Quizá piensas que las personas solitarias son bichos raros, con algún problema mental que hace que la gente se aleje de ellas. Puede que nos sintamos solos porque tenemos mucho amor que dar y no hay nadie a nuestro lado, o esa persona rechaza tu cariño.

Sin embargo, nada de esto es cierto. Pocas veces estamos realmente solos, puede que nos hayamos distanciado de nuestras amistades o familiares, pero se puede retomar ese contancto. Cada uno de nosotros tenemos los recursos suficientes como para tomar nuestras propias decisiones y perseguir nuestras metas. No necesitamos que nadie haga nada por nosotros. Es cierto que nos podemos apoyar en nuestros seres queridos, pero no desde la dependencia.

Si tomamos completa responsabilidad hacia nosotros mismos, valorándonos, escuchándonos, cuidando de nosotros física, emocional y espiritualmente, es menos probable que temamos estar solos.

Consecuencias de la soledad

La soledad puede tener consecuencias muy negativas en nuestra salud física y mental, tal y como describe este estudio. Y es que la percepción de aislamiento social o soledad incrementa la vigilancia hacia posibles amenazas y aumenta los sentimientos de vulnerabilidad, mientras que, al mismo tiempo aumenta el deseo de volver a conectar con otros. La hipervigilancia hacia amenazas sociales altera los procesos psicológicas que influyen en el funcionamiento del organismo, disminuye la calidad del sueño y aumenta la probabilidad de padecer enfermedades y morir.

Descubre en el siguiente vídeo los peligros de la soledad.

Consecuencias psicológicas de sentirse solo/a

  • Sentirse solo puede llevar fácilmente a la depresión.
  • Influye en el deterioro cognitivo y aumenta el riesgo de sufrir Alzheimer. Cognifit tiene programas para prevenir el deterioro cognitivo temprano que han mostrado ser eficaces.
  • Provoca una reducción en la participación en actividades sociales, ocio y ejercicio.
  • Tiene relación con hábitos “destructivos”: sobreingesta, consumo de alcohol, tabaco…
  • Influye en el aumento de estrés debido a una ausencia de apoyo emocional.

Consecuencias fisiológicas de sentirse solo/a

  • Aumenta la presión sanguínea
  • Tiene efectos directos sobre el sistema inmune y cardiovascular, lo que implica un mayor riesgo de padecer enfermedades y aumenta el riesgo de mortalidad.
  • La soledad crónica está asociada a mortalidad por problemas cardiovasculares. Pero también cambios recientes en sentimientos de soledad. Es decir, que incluso llevar poco tiempo con el sentimiento de soledad supone un riesgo para la salud.
  • Puede provocar un empeoramiento de las consecuencias de tumores
  • La salud (ej: depresión) puede afectar a la soledad. Tener una enfermedad puede aumentar los sentimientos de soledad.

¿Qué se puede hacer para combatir la soledad?

Conecta con los demás: bien si realmente no tenemos amigos o gente cercana a nosotros o bien si el vínculo se ha enfriado, acércate a los demás. Preocúpate por los otros, pregunta qué tal están, qué tal les ha ido el fin de semana o las vacaciones, pregunta cuáles son sus planes. No temas dar el primer paso. Si tienes dificultades para mantener las relaciones o te cuesta hacer amigos, mejora tus habilidades sociales..

Reflexiona acerca de tus pensamientos: ¿Qué piensas acerca de la soledad? ¿Cuáles son los pensamientos que tienes cuando estas solo? Reflexiona acerca de su objetividad, su utilidad y relativízalos.

Conecta contigo mismo: Aprende a ser más consciente de tus emociones, pensamientos, de tus necesidades, deseos, metas… La meditación mindfulness te puede ser de gran ayuda.

No veas la soledad como algo negativo: No hay nada de malo en pasar tiempo a solas. Como hemos dicho, es algo necesario para conectar contigo mismo y puede aportarte mucha satisfacción.

Aléjate del victimismo y actúa: De nada sirve sentir pena por uno mismo. No caigas en el victimismo “¿por qué me pasa esto a mi?”. Pregúntate qué puedes aprender de esto, y qué puedes hacer para dejar de sentirte así. Da el paso y conecta con los demás, abre tus relaciones, interactúa con otras personas, deja atrás el aislamiento.

No busques un alivio inmediato de la soledad: Querer aliviar de forma rápida el sentimiento de soledad facilita las conductas poco deseables y de riesgo, como la ingesta de alcohol, drogas, comida, sexo o compra compulsiva. De esta manera intentamos huir del sentimiento de soledad, pero es mucho más efectivo y saludable enfrentarse a él. Además, estas actividades sólo producen alivio a corto plazo, haciéndonos sentir peor después.

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