Causas del insomnio en niños, adolescentes y adultos
Son las 3am, debemos levantarnos en 4 horas y aún tenemos los ojos como platos. ¿Por qué ocurre esto? ¿Cuándo se convierte en un problema? En este artículo exploraremos las causas del insomnio más comunes para personas de edad adulta y también para niños y adolescentes.
¿Qué es el insomnio?
El insomnio es un trastorno del sueño que se caracteriza por la dificultad para conciliar o mantener el sueño a pesar de disponer de las condiciones adecuadas para ello. Además, puede aparecer acompañado de múltiples despertares durante la noche o antes de lo deseado. Como consecuencia, se genera un sueño poco reparador, de una cantidad o calidad insuficiente, que afecta a las actividades que se realizan durante el día.
Al contrario de lo que se pueda pensar, la cantidad de horas de sueño no es un criterio fundamental para el diagnóstico del insomnio, ya que hay personas que no necesitan dormir tantas horas como el resto de la gente sin que ello afecte a cómo de descansados se sienten al despertarse al día siguiente.
El insomnio supone un problema frecuente entre la población. Según los datos proporcionados por diversos estudios, se estima que entre un 10-15% de la población adulta padece un insomnio crónico que les limita a la hora de sobrellevar el día a día. Este trastorno aparece sobre todo en mujeres y personas mayores. A la hora de buscar ayuda para el insomnio, las cifras pueden ser contradictorias, ya que aunque al ser preguntados sobre este tema, más del 50% de los pacientes de atención primaria manifiestan quejas de insomnio, solo un 5% de las personas acuden a atención primaria con el objetivo de encontrar información y tratamiento para este problema.
Tipos de insomnio
Existen diferentes formas de clasificar el insomnio. Por un lado, la Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño (ICSD) distingue entre:
Insomnio primario
Se considera con este nombre al trastorno de sueño ‘puro’. Es decir, un trastorno del sueño que no es un síntoma de ninguna enfermedad médica ni consecuencia de trastornos psicológicos.
Insomnio secundario
Es consecuencia de enfermedades orgánicas, trastornos psicológicos o psiquiátricos y al consumo de sustancias.
Otras clasificaciones del insomnio recogen diferentes tipos de insomnio en función de las características que presenta:
Según las causas del insomnio
- Insomnio extrínseco: Es debido a causas externas como malos hábitos, abuso de sustancias o estrés.
- Insomnio intrínseco: Se debe a causas psicofisiológicas o idiopáticas personales. En este caso, podemos hablar también de insomnio primario.
Según el origen del insomnio
- Insomnio relacionado con una enfermedad orgánica, como por ejemplo, el cáncer.
- Insomnio relacionado con trastornos mentales, como el que aparece asociado a trastornos de ansiedad o depresión.
- Insomnio no relacionado con otras enfermedades (insomnio primario).
Según la duración del insomnio
- Insomnio transitorio: Tiene una duración de varios días y suele aparecer asociado a situaciones de estrés o a cambios en el día a día.
- Insomnio de corta duración: Es un insomnio que permanece durante menos de tres semanas. Generalmente es consecuencia de hospitalizaciones, vivencia de situaciones traumáticas o procesos de duelo.
- Insomnio crónico: Tiene una duración mayor de tres semanas. La mayoría de las veces las causas de este insomnio vienen asociadas a enfermedades físicas o psiquiátricas.
Según su naturaleza del insomnio
- Insomnio de conciliación: Es el más frecuente. Este tipo de insomnio aparece cuando hay una dificultad para conciliar el sueño en menos de 30 minutos.
- Insomnio de mantenimiento: Ocurre cuando, una vez ya dormidos, nos despertamos varias veces a lo largo de la noche, pudiendo permanecer despiertos más de 30 minutos hasta que retomamos el sueño.
- Insomnio de despertar precoz: El despertar se produce mucho antes de lo deseado y ya no hay posibilidad de volver a dormirse.
Causas del insomnio
Entre las causas el insomnio más frecuentes se encuentran el estrés (especialmente en el caso del insomnio transitorio) y trastornos afectivos como la ansiedad y la depresión. El insomnio crónico suele deberse a la presencia de enfermedades crónicas o al tratamiento farmacológico que estas requieren.
Entre las causas del insomnio encontramos:
- Factores psicológicos: Estrés, ansiedad, depresión y otros trastornos mentales como el trastorno por estrés postraumático (TEPT).
- Enfermedades como enfermedad de Parkinson, demencia tipo Alzheimer, asma, hipertensión, artritis, cáncer o diabetes.
- Causas farmacológicas como el uso de benzodiacepinas o antidepresivos.
- Factores ambientales: La intensidad de luz, presencia de ruidos fuertes o una temperatura inadecuada también pueden ser causa de insomnio.
- Higiene del sueño inapropiada: La higiene del sueño se refiere a una serie de hábitos y comportamientos recomendables para dormir bien. Si esta higiene del sueño no se cumple, pueden aparecer problemas de insomnio.
- Consumo de alcohol, cafeína o nicotina antes de ir a dormir.
- Presencia de otros trastornos del sueño como el síndrome de piernas inquietas o el de apnea obstructiva del sueño.
Es importante tener en cuenta que el insomnio puede deberse a más de una causa, o a una combinación de causas diferentes. Por este motivo es recomendable realizar una exploración a fondo de todos los factores que puedan estar influyendo en la mala calidad/cantidad del sueño para que la intervención se centre en cada uno de ellos. Por ejemplo, este podría ser el caso de una persona con una higiene del sueño inadecuada que se enfrenta a un cambio de su estilo de vida debido a la jubilación, junto con otros cambios físicos normalmente asociados al envejecimiento y el aumento consiguiente de toma de fármacos, alguno de los cuales puede afectar al sueño.
Síntomas del insomnio: manifestaciones y quejas durante la noche y el día
Durante la noche, las quejas más habituales de los adultos son la dificultad para quedarse dormidos y mantener este sueño sin despertarse durante la noche, así como la presencia de largos periodos de vigilia en medio de la noche. En el caso de los niños, los problemas de sueño pueden activar la alarma a partir de resistencias a la hora de irse a la cama o la negación de dormir solos.
En lo que respecta a las consecuencias del insomnio durante el día, una de las quejas más frecuentes es la fatiga o somnolencia diurna, la cual puede venir asociada a un deterioro del funcionamiento diario, disminución del rendimiento escolar o laboral (con un incremento del riesgo de accidentes laborales) y déficits de atención y concentración. También es común que el insomnio altere nuestro estado de ánimo, generando irritabilidad, ansiedad, impulsividad o agresividad, e incrementando el riesgo de desarrollar trastornos depresivos. En pacientes depresivos el insomnio puede actuar aumentando el riesgo de aparición de conductas suicidas.
Factores asociados al riesgo de tener insomnio
Según el modelo teórico que proponen Spielman y colaboradores, al hablar de insomnio debemos considerar los siguientes factores:
- Factores predisponentes: Según este modelo habría individuos más propensos a desarrollar insomnio que otros.
- Factores precipitantes: Son los que desencadenan el episodio de insomnio. Pueden ser enfermedades médicas, alteraciones psiquiátricas, efectos de fármacos o cambios importantes en nuestra vida diaria.
- Factores de mantenimiento del problema: Son los responsables de que el insomnio se convierta en un problema crónico. Pueden ser conductas o pensamientos que perpetúan el problema.
Causas del insomnio en la infancia
Al hablar de insomnio infantil o pediátrico, la Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño diferencia entre insomnio conductual y el insomnio del niño con causas médicas, neurológicas o psiquiátricas.
El insomnio conductual del niño (ICN) se debe fundamentalmente una combinación de causas: variables circadianas (ciclos sueño-vigilia durante el día y la noche), variables del neurodesarrollo, medioambientales y conductuales. Las causas del insomnio de tipo conductual hacen referencia a la falta de pautas o rutinas fijas a la hora de irse a la cama o a la asociación del niño de la sensación de adormecimiento con la presencia del padre/madre en la cama. De este modo, el niño aprende que para dormir necesita que su madre/padre estén presentes y pierde la habilidad de relajarse por sí mismo, reclamando ayuda para ello al acostarse y después, al despertarse durante la noche.
La perturbación del sueño de los niños o una inadecuada cantidad de horas de sueño puede afectar negativamente el desarrollo cognitivo del niño, así como generar otros problemas de salud y de conducta (por ejemplo, mantenimiento de una mala higiene del sueño cuando son adultos).
Causas del insomnio en los adolescentes: el ‘vamping‘ o ‘insomnio tecnológico’
A día de hoy, es prácticamente impensable el mundo sin tecnología. A lo largo de nuestro día a día hacemos uso constante de múltiples dispositivos electrónicos: móvil, ordenador, TV, videoconsola, tabletas, etc. Para los adolescentes y adultos jóvenes, en muchos casos el uso de tecnología es fundamental como herramienta para estar informados, entretenerse y socializar con los demás. Sin embargo, el empleo de estas herramientas digitales puede convertirse en una causa de insomnio.
‘Vamping’ o ‘insomnio tecnológico’ son términos recientes que han aparecido en nuestra lengua para hablar precisamente del hábito de muchos jóvenes y adolescentes de permanecer despiertos hasta tarde por estar utilizando dispositivos electrónicos.
De hecho, se ha observado en los últimos años un deterioro en la calidad y cantidad de sueño entre los adolescentes, ligado al aumento en el uso de dispositivos electrónicos (hasta 2 horas de déficit de sueño al día).
Estudios realizados han observado que la mayoría de los adolescentes utilizan al menos un dispositivo electrónico durante la hora anterior a irse a dormir. En este aspecto, se han observado algunas diferencias por género, de modo que los chicos suelen utilizar este tiempo en jugar con videoconsolas, mientras que las chicas lo dedican a utilizar el móvil o el reproductor Mp3. En todos los casos, tanto en chicos como en chicas, este uso de ordenadores, móvil, reproductor Mp3 y videoconsolas durante la hora antes de dormirse se asocia con una mayor probabilidad de sufrir problemas del sueño. Además, el uso de múltiples dispositivos electrónicos antes de dormir se relaciona con una mayor latencia de inicio de sueño (lleva más tiempo quedarse dormido) y una duración del sueño más corta comparada con el uso de un único dispositivo.
También se ha observado que un tiempo total de más de 2 horas de uso de dispositivos electrónicos con pantallas se relaciona con problemas de sueño. Un tiempo total de uso de más de 4 horas de este tipo de aparatos se asocia con un mayor riesgo de tener menos de 5 horas de sueño ese día.
Para comprender los mecanismos que explican por qué el uso de tecnología antes de irnos a dormir afecta negativamente al sueño, los investigadores Cain y Gradisar propusieron un modelo que sugiere varias posibles explicaciones. Por un lado, puede ser que el contenido estimulante del material (videojuegos de acción con refuerzos inmediatos, por ejemplo) interfiera con los mecanismos del sueño, activando nuestro sistema de manera psicológica y fisiológica. Por otro lado, estos problemas en el sueño también podrían deberse al impacto de la luz de las pantallas. Esta luz podría actuar negativamente en nuestro sueño retrasando el ritmo circadiano que nos dice cuándo debemos dormir, ya que nuestro cerebro ‘cree’ que al recibir tanta luz, aún no es de noche y por lo tanto, no es hora de dormir aún.
Causas del insomnio en el envejecimiento
La prevalencia del insomnio en las personas mayores es elevada, aunque en la mayoría de las ocasionas las causas de este insomnio son efectos secundarios de fármacos o a enfermedades médicas o neuropsiquiátricas.
No obstante, sí que hay factores que contribuyen negativamente a la hora de disfrutar de un sueño de calidad y cantidad adecuados. Por ejemplo, entre estos factores encontramos los cambios en el estilo de vida (a causa de la jubilación o cambio de residencia), los cambios fisiológicos asociados a edad (como una producción reducida de melatonina, una hormona relacionada con el sueño) o reducción de la actividad física.
También en relación con la arquitectura del sueño se producen cambios en los adultos mayores. Entre ellos, podemos observar los siguientes:
- El tiempo que hay que esperar para quedarse dormidos es mayor (aumento de la latencia de inicio de sueño).
- El tiempo total de sueño se reduce mientras que aumentan el número de horas que se permanece en la cama.
- Las etapas de sueño ligero y sueño profundo cambian en duración.
- Suele producirse un incremento de siestas durante el día.
En cuanto a las causas médicas, las personas mayores de 65 años tienen más riesgo de experimentar enfermedades asociadas al insomnio como la depresión, ansiedad, enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson o trastornos vasculares.
¿En qué nos hemos basado para escribir esto?
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Soy psicóloga sanitaria y neuropsicóloga interesada en comprender cómo funciona nuestra mente desde que tengo uso de razón. Actualmente trabajo investigando procesos relacionados con el TEA.