Tricotilomanía: Una guía para abordar el impulso de arrancarse el pelo

La tricotilomanía se puede definir como la necesidad o impulso de arrancarse el cabello. Tomar apuntes, hablar por teléfono, estudiar… Son momentos en los que algunas personas nos entretenemos jugando con el pelo. Podemos enrollarlo, estirarlo, o incluso llegar a arrancarlo de raíz. Esta última costumbre puede llegar a derivar en un problema grave o incluso un patología crónica. Las personas que padecen esta manía no pueden controlar el impulso de arrancarse el cabello de la cabeza, cejas, brazos, axilas, pestañas o incluso pubis. Llegando un momento en el que los efectos de la tricotilomanía comenzarán a hacerse visibles, apareciendo calvas en la cabeza y en otras partes del cuerpo. Descubre en este artículo todo sobre este trastorno del control de impulsos: ¿Qué es la tricotilomanía?, tipos, síntomas, causas, diagnóstico, consecuencias, trastornos asociados, tratamiento, ayuda y mucho más. ¡Si tienes cualquier pregunta, no dudes en dejarnos abajo tu comentario y te responderemos!

La tricotilomanía afecta a un 4% de la población. Las personas más perjudicadas son los niños y las mujeres. Esta manía de arrancarse el cabello de forma irracional y compulsiva comienza normalmente a edades tempranas, sobre los 3 y 7 años, y es frecuente que esta conducta tenga una duración aproximada de unos 12 meses y desaparezca con el tiempo, sin embargo, no siempre es así. La tricotilomanía en edades tempranas (antes de los 6 años) tiene mejor pronóstico.

En el caso de los adultos, es frecuente que los primeros síntomas se presenten en la adolescencia y el problema puede prologarse incluso de manera indefinida si no se trata adecuadamente.

Las causas de la la tricotilomanía son muy variadas y dependen de la persona, sin embargo, el estrés, la ansiedad, los conflictos con otras personas, o las preocupaciones pueden actuar como desencadenantes de la manía. ¡Sigue leyendo!

Tricotilomanía. Qué es y cómo ponerle fin

Tricotilomanía. Qué es y cómo ponerle fin

¿Qué es la Tricotilomanía?

La tricotilomanía es un trastorno del control de los impulsos, que se caracteriza porque la persona que padece tiene una necesidad incontrolable de tirarse del pelo. Normalmente se tira del pelo del cuero cabelludo, pero también se da en las cejas, pestañas, barba y vello púbico.

Se puede comenzar por arrancar el pelo de un lugar único o bien, puede hacerlo de distintos sitios. Lo habitual es que el pelo se arranque de uno en uno, con el paso del tiempo, se vaya incrementando el número de zonas de donde se arranca el pelo. Esto deriva en alopecia en la zona o zonas afectadas.

Las personas que padecen este trastorno no son capaces de frenar este impulso, generando mucho malestar.

Se da un nivel de diagnóstico de este trastorno de 4% en adultos y entre el 1 y 2% en niños. Sin embargo, el 60% de la población que padece tricotilomanía, pero no ha recibido un diagnóstico.

Tipos de Tricotilomanía

Dentro de la tricotilomanía se observan diferentes tipos:

  • Comienzo temprano: Se da antes de los ocho años y suele corregirse sin problema, pero es recomendable prestar atención a la evolución de este trastorno porque puede continuar en la adultez.
  • Automático: Las personas que padecen este tipo concreto de tricotilomanía no son conscientes de que se están arrancando el pelo mientras están concentrados en otras actividades, como estudiar o ver la televisión. 
  • Consciente: en este tipo de tricotilomanía la persona está consciente de lo que está haciendo, aunque sigue sin poder evitarlo. Se corresponde con una parte de las personas que sufren este trastorno.

Lo más frecuente son los tipos de tricotilomanía conscientes y automático y ademas que  coexistan ambos.

Síntomas de la Tricotilomanía

El principal síntoma de este trastorno del control de impulsos es la necesidad de tirar el pelo de forma recurrente. Principalmente, suelen arrancar el cabello de la zona de la cabeza, en especial en la nuca y las zonas cercanas a las orejas. También, se ve afectado el pelo de las cejas y pestañas, incluso el vello corporal.

Otro síntoma que sigue al anterior, es un aumento de la percepción de tensión antes de tirarse del cabello o cuando se intenta inhibir este comportamiento.

Posteriormente, se da el placer, la gratificación o liberación al tirarse del pelo. Sin embargo, este síntoma de liberación se ve interrumpido rápidamente por otro síntoma, el de la culpa. Este sentimiento hace que incremente los niveles de ansiedad y se vuelva a generar el ciclo de necesidad de tirarse el pelo. 

Un nivel elevado de estrés puede perpetuar la tricotilomanía, lo cual genera un malestar clínicamente significativo que le impide a la persona desempeñar normalmente su vida social o laboral.

En cuanto a los síntomas no todas las personas experimentan lo mismo y no todas se dan en situaciones de estres. Por ejemplo hay situaciones en donde pueden desecadenar rienda suelta a este impulso incontrolable, algunas de ellas son:

  • Momentos de relajación.
  • Situaciones de aburrimiento.
  • Estado de calma, luego de una actividad placentera.

Además, la tricotilomanía va acompañada de ciertas sensaciones y sentimientos caracterisiticos. Algunos de ellos son:

  • La falta de control de impulsos.
  • Ausencia de dolor al arrancar el cabello.
  • Falta de crítica sobre los efectos negativos de su comportamiento compulsivo.

Es importante tener en cuenta que la persona que padece tricotilomanía no padezca otro trastorno ya esto podría retrasar el diagnóstico y dificultar el tratamiento.

Causas de la Tricotilomanía

La tricotilomanía no se debe a una causa específica, hay ciertos factores que influyen en la aparición:

  • La predisposición genética: algunos investigadores aseguran que es posible que exista a nivel neuroquímico, principalmente un déficit de serotonina, pero también puede deberse a mutaciones genéticas no específicadas.
  • Problemas psicológicos: la conducta de arrancar el cabello puede ser una consecuencia del estrés que la persona está sufriendo en su día a día. Puede estar relacionado con un trastorno obsesivo compulsivo u otro tipo de trastornos.
  • Autolesión: en ciertas ocasiones es una forma de autolesión, esto significa que expresa su malestar a través de arrancarse el pelo. La autolesión permite liberar ciertas emociones de tal manera que se puede autorregular. Al sentir dolor físico, tapan el dolor emocional.
  • Evento desencadenante: en ciertas ocasiones la persona comienza a padecer tricotilomanía como consecuencia de vivir un suceso particularmente estresante.
Tricotilomanía

Tricotilomanía

Diagnóstico de la Tricotilomanía

La tricotilomanía es un trastorno que se manifiesta en el 4% de adultos y entre el 1 y 2% de los niños en edad escolar, estas cifras son de casos diagnosticados, es decir, existe una gran cantidad de personas que no son diagnosticadas. En torno al 60% de las personas con tricotilomanía no acuden a un profesional.

Lo más habitual es que este trastorno comience antes de la adultez, entre los 5 años y los 13 años. Suele ser consecuencia de un evento estresante, cómo en el caso del cambio de colegio o de la muerte de una persona cercana. Incluso ciertos expertos afirman que puede ser influenciada por los cambios hormonales que se producen en la pubertad.

A la hora de elaborar el diagnóstico, la base de este son los signos clínicos y las observaciones de los familiares y el paciente, en el caso de que este reconozca su trastorno.

La característica primordial para que se produzca un diagnóstico es el arrancamiento recurrente del cabello; siendo lo más habitual las zonas de la cabeza, cejas y pestañas.

Otros criterios a tomar en cuenta son: 

  • Cuando la situación de estrés que vive la persona es la raíz de la necesidad de arrancar el pelo, aunque en los estados de relajación y distracción también se observa este comportamiento. 
  • Cuando las personas disfrutan de la gratificación, bienestar o sensación de libertad al arrancar el cabello. En este caso, no es necesario que preceda una situación de tensión al acto de arrancar el cabello.
  • Algunas personas experimentan una sensación de “hormigueo” en la cabeza que es aliviada al arrancar el cabello. En este caso, hay que tener cuidado, porque se puede establecer el diagnóstico de tricotilomanía cuando se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental diferente o es debido a una enfermedad física.
  • Existe una alteración en la persona que le causa un peso significativo o deterioro de la actividad social, laboral o de otras áreas que son importantes para la persona.

Consecuencias de la Tricotilomanía

La tricotilomanía puede derivar en otros síntomas como tristeza, baja autoestima, etc. debido a que produce sentimientos encontrados y genera mucha disonancia cognitiva.

Es muy común que durante las primeras fases se intente ocultar, para evitar las criticas externas. Sin embargo, cuando el problema ya esta instaurado suele haber un aislamiento de su entorno social. Dejan de sentirse cómodos en una sociedad y prefieren permanecer solos, sin los prejuicios y opiniones que su entorno les ofrece.

Las consecuencias se hacen evidentes a nivel emocional, puede llegar a producir un autoestima muy baja. Según avanza la enfermedad, la mayoría sufre con su aspecto físico llegando a sentirse feos o que no encajan. Esto a su vez, hace que aumente la ansiedad y el estrés por la falta de amigos y entorno social, lo cual alimenta las ganas de arrancarse el pelo, generando un círculo vicioso del cual es muy dificil salir sin ayuda de un profesional. 

Otra consecuencia muy común es que en cambio de aislarse de su entorno social, sus relaciones sociales se vuelven problemáticas ya que no quieren que otros lo noten y comienzan a justicar su acción.  

También se ve afectada su vida sexual, ya que baja la libido y se sienten avergonzados de mostrarse a otras personas. 

Otra consecuencia es el sentimiento constante de culpa.

Hay que destacar que en función de la etapa de la vida en la que se padece esta patología, puede que se padezca con una mayor intensidad. En el caso de los adolescentes, sufren mucho más tiempo ya que desarrollo de la autoestima está en pleno auge, así como la imagen corporal, la confianza en uno mismo y las relaciones íntimas.

Por ello, muchas personas que sufren la ridiculización por compañeros de clase o amigos, esto se une al sentimiento de culpa y vergüenza que sienten por no poder parar de comportarse así. Lo que puede derivar en problemas emocionales serios que agraven aún más la situación.

Sin embargo, es posible que muchas personas que sufran de tricotilomanía tengan una vida normal, a pesar de esconder los parches sin pelo. 

Trastronos asociados a la Tricotilomanía

La tricotilomanía es un trastorno que habitualmente se presenta junto con otros trastornos, uno de los más comunes es la tricofagia, que consiste en el hábito de ingerir o masticar el cabello, lo que puede llegar a producir obstrucciones en el aparato digestivo.

Otros trastornos que aparecen asociados a la tricotilomanía, el trastorno por déficit de atención y la hiperactividad , los tics nerviosos, el estrés postraumático o la onicofagia.

Es frecuente, también, presentar síntomas del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), como puede ser constantemente lavarse las manos. De hecho, algunos expertos consideran que la tricotilomanía es un subtipo del Trastorno Obsesivo Compulsivo.

Hay trastornos del estado de ánimo como es el caso de la depresión y los trastornos de ansiedad asociados a la tricotilomanía. Estos pueden hacer que la persona esté predispuesta a padecer el problema o bien mantener el mismo, incluso pueden ser consecuencia del trastorno.

Para terminar, existen especialistas que relacionan la tricotilomanía con el estrés, ansiedad o la presión del entorno, debido a que en muchas ocasiones este trastorno aparece en su raíz o actúa como evento desencadenante.

Tratamiento de Tricotilomanía

Para poder hacer frente a la tricotilomanía es necesario en primer lugar, la fuerza de voluntad de la persona que la padece para poder erradicarlo. Sin embargo, con la fuerza de voluntad no es suficiente, para que la persona pueda resolver con éxito su problema, se debe complementar con un tratamiento. Existen algunos tipos que permiten poner fin a este problema, estos son:

  • Tratamiento psicológico : la terapia psicológica más efectiva en este caso es la terapia cognitiva conductual, que con ella se produce una reversión del hábito. Esto consiste en establecer una conducta incompatible con arrancarse el pelo, de manera tal que cuando la persona esté consciente de lo que esta haciendo, haga la conducta contraria a tirarse del pelo. Los pacientes aprenden a identificar y manejar las síntomas, además de aprender estrategias que les permiten mejorar su calidad de vida. De esta manera puede anticiparse al problema o redirigir esa “necesidad”. Por otro lado, también se enseña a identificar los desencadenantes del impulso de arrancar el pelo. Los pasos que se siguen habitualmente son:
  1. En primer lugar, se analiza la conducta problema y se fijan los objetivos de la terapia.
  2. En segundo lugar, se apela a la motivación del paciente a renunciar a los efectos de su conducta. Para ello se determinan los deseos, valores y objetivos del paciente que están siendo afectados por la tricotilomanía.
  3. En tercer lugar, se hace del hábito de tirar del pelo algo consciente, que la gran parte de este es automático. De esta manera es más fácil avanzar en la terapia.
  4. En cuarto lugar, se elabora la conducta incompatible con el hábito, que se aplicará.
  5. En quinto lugar, detectar las situaciones y los comportamientos a los que se ha condicionado la enfermedad, es decir, detectar las situaciones en las que siempre se produce la conducta de tirar del pelo.
  6. Para ir acabando, se enseñan técnicas de relajación y de aceptación de emociones, para practicarlo en la vida real, como mediante la imaginación, de todo lo aprendido.

Es importante que en todo el proceso se registren los avances, así como trabajar las recaídas.

Este es un ejemplo de las terapias que se llevan a cabo hoy en día para tratar la tricotilomanía, los resultados se multiplicaron a lo largo del tiempo y en algunos casos es necesario combinarla con un tratamiento farmacológico.

  • Tratamiento farmacológico: En los casos más graves, puede ser adecuado combinar el tratamiento psicológico con el farmacológico, ya que la combinación de ambos se ha demostrado que es el abordaje más efectivo en los casos más graves.

Aunque no existe un consenso sobre el tratamiento específico que se debe ofrecer, se suelen emplear medicamentos que reducen los niveles de tensión asociados a la acción de arrancarse el pelo. También hay que tener en cuenta que es probable que la persona padezca otro trastorno asociado por el que también deba tomar medicación, como puede ser la depresión o el trastorno obsesivo compulsivo.

Algunos medicamentos que sirven para estabilizar a la persona y que se suelen prescribir son la fluoxetina (Prozac) o la Fluvozamina (Luvox). Pero lo mejor es acudir a un profesional que tras un examen recete lo más adecuado para cada paciente.

  • Tratamientos alternativos: Algunos de los tratamientos alternativos que se suelen realizar es la hipnosis clínica. Ésta se basa en proporcionar al paciente una serie de instrucciones que la persona asume de manera no consciente, así cuando se den las circunstancias donde realizaría el comportamiento impulsivo e irrefrenable, recordará dichas instrucciones y las llevará acabo.

El número de sesiones necesarias depende del propio paciente y de la evolución de la enfermedad.

Existen diversos modos de tratar este trastorno, de minimizarlo o incluso de eliminarlo. No obstante, hay que aclarar que el curso de la tricotilomanía es muy variable y puede reaparecer incluso después de años de desaparición.

Tricotilomanía

Tricotilomanía. Qué es y cómo ponerle fin.

Tricotilomanía: Como familiar o amigo ¿Qué puedes hacer?

Amigos y miembros de la familia de una persona con tricotilomanía a menudo deseáis ser útiles, sin embargo, podéis sentir cómo el esfuerzo muchas veces no es suficiente.

Es por ello, que para comenzar a ayudar a la persona que padece esta enfermedad debéis en primer lugar estar bien informados sobre la tricotilomanía, para evitar contribuir al problema o agravarlo.

Además, es muy importante mantener una actitud de apoyo constante y hacer esfuerzos para comunicarnos directamente con la persona que lo padece, siempre de un modo cariñoso. 

Existen libros, grupos de auto ayuda y otros recursos disponibles. Sí quieres compartir alguna experiencia o situación deja tu comentario. 

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