Trastorno disocial: Guía completa sobre este trastorno

Ayer regañe a mi hijo y parece que no se le pasa el rencor. Suele frustrarse muy rápido y se vuelve agresivo mientras pasa el tiempo. Parece no importarle los demás y me cuesta mucho que empatize con otros niños. Siento que esto se me va de las manos… no se como controlarlo ¿qué le pasa? ¿Tiene un trastorno disocial? ¿Qué es el trastorno disocial? ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo le puedo ayudar?

Trastorno disocial

Trastorno disocial

Trastorno Disocial: Definición

El Trastorno Disocial forma parte de los denominados Trastornos Perturbadores del Control de los Impulsos y de Conducta. Este grupo se caracteriza  por déficit en el control emocional y comportamental que se manifiestan en forma de comportamientos que violan los derechos de los demás, no se ajustan a  las normas sociales y producen conflictos con las figuras de autoridad.

Se define el trastorno disocial como un patrón de comportamiento, repetitivo y persistente, en el que se violan derechos básicos de otras personas o normas sociales que se consideran adecuadas para la edad del individuo.

Trastorno Disocial: Síntomas

El diagnóstico del trastorno disocial requiere un total de 15 síntomas presentes en el último año; y al menos uno de ellos, presente en los últimos 6 meses. Los síntomas se organizan en 4 categorías:

  • Agresión a personas y animales: fanfarronea, amenaza o intimida; inicia peleas físicas, usa un arma, crueldad física con personas o animales, roba con enfrentamiento, fuerza una actividad sexual.
  • Destrucción de la propiedad: provoca incendios o destruye propiedades
  • Fraudulencia o robo: violenta el hogar o automóvil de otra persona, miente o “tima”, roba sin enfrentamiento.
  • Violaciones graves de normas: estar fuera de casa de noche, escapa de casa por la noche o falta al colegio sin autorización.

Cuando la edad es inferior a los 5 años, el niño se muestra rencoroso casi todos los días; en cambio, para edades superiores el diagnóstico requiere manifestación del rencor al menos una vez por semana durante los últimos 6 meses.

Trastorno Disocial: Características

  • El inicio es habitual en torno a los 5 o 6 años y los indicadores significativos suelen aparecer desde la mitad de la infancia a la adolescencia. Es más frecuentes en hombres, especialmente cuando se inicia en la infancia.
  • El curso es muy variable, en la mayoría el trastorno remite en la vida adulta aunque un grupo importante cumple criterios para trastorno antisocial de la personalidad de adultos.
  • Presentan frecuencia cardíaca y conductancia dérmica más bajas de lo habitual.
  • Se asocia a nivel intelectual inferior, especialmente CI verbal. Se puede explicar desde la solución de problemas, suponiendo que un CI más alto permite elaborar estrategias alternativas a la agresión.
  • Las ideas, tentativas y suicidios consumados son más frecuentes en personas diagnosticadas de este trastorno que en población general

Trastorno Disocial: Tipos

Según la edad a la que aparece el primer síntoma, podemos encontrar 3 tipos de trastorno disocial:

  • Infantil: al menos uno de los criterios aparece antes de los 10 años. Se asocia a peor pronóstico. Suele perdurar en la vida adulta y asociarse con trastorno antisocial de la personalidad. Se asocia a problemas temperamentales y vulnerabilidad genética.
  • Adolescente: inicio del primer síntoma posterior a los 10 años. Suele tener menor deterioro y gravedad. Se asocia a mayores niveles de rebeldía y rechazo de normas sociales, en relación con el aprendizaje social en el grupo de iguales.
  • No especificado: se utiliza para definir casos en los que es difícil establecer la edad de aparición del primer síntoma.

El Manual Diagnóstico y Estadístico de trastornos mentales (DSM) señala el tipo “con emociones prosociales limitadas” como el trastorno disocial de mayor gravedad. Se caracteriza por ausencia de remordimiento o culpa (no se siente mal por hacer daño), falta de empatía (se preocupa por él y no por los sentimientos de los demás), despreocupación por el rendimiento (incluso culpa a otros de su malos resultados) y afecto superficial o deficiente (no expresa sentimientos ni emociones a los demás, pareciendo poco sincero).

La Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE10) diferencia entre dos categorías:

  • Trastornos disociales: limitado al contexto familiar, no socializado y socializado. Éste último se asocia a mejor pronóstico porque se entendería la conducta disruptiva como un comportamiento que hace a la persona sentirse parte de un grupo, mientras que en el caso no socializado, la persona sería la única responsable al tener carácter solitario.
  • Trastornos disociales y emociones mixtas:agresivo, disocial o retador, manifestaciones claras y marcadas de depresión, ansiedad u otras alteraciones emocionales.

Trastorno Disocial: Causas

Para explicar la aparición del trastorno disocial se plantean distintas causas, que interaccionan las unas con las otras:

  • Genéticas: antecedentes familiares
  • Personales: antecedentes de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad o Trastorno Negativista Desafiante
  • Familiares: funcionamiento familiar inadecuado, abuso de sustancias, antecedentes familiares de desaveniencias conyugales, abuso, maltrato o negligencia infantil y estilos educativos.
  • Socioeconómicas: entornos marginales y bajo nivel socioeconómico
  • Psicofisiológicas: baja reactividad del Sistema Nervioso Autónomo
  • Temperamentales: temperamento difícil, alta búsqueda de novedad y baja evitación del daño, insensibilidad afectiva
  • Cognitivas: baja aptitud verbal
  • Relacionadas con los neurotransmisores: funcionamiento anómalo de la serotonina y la noradrenalina.
  • Relación con los iguales: pertenecer a un grupo con problemas de conducta.
Trastorno disocial

Trastorno disocial – Factores de riesgo

Gerarld Patterson (1984, 1986) planteó la Teoría de la Coacción como explicación del Trastorno Discocial, tras observar la conducta de los niños en la escuela y la interacción entre padre e hijos. Esta teoría plantea que los problemas de conducta se mantienen porque la dinámica familiar se basa en coacciones, como si los miembros de la familia se amenazaran mutuamente. Las conductas agresivas servirían para coaccionar (por ejemplo: “si no me das el dinero te pego”). Estas conductas pueden reforzarse positivamente cuando se consigue el objetivo o cuando son bien vistas en algún contexto; o bien, se pueden reforzar negativamente cuando se consigue eliminar algo aversivo del entorno. Señala como la  “trampa del reforzamiento negativo” influye en el mantenimiento del problema a largo plazo, al querer los padres remediarlo de forma inmediata.

Evaluacion mental - CogniFit

Test Cognitivo Online de CogniFit: Evalúa de forma clínica y rápidamente tu funcionamiento cerebral, identifica debilidades y fortalezas cognitivas. Los resultados que proporciona este test neuropsicológico son muy útiles para ayudar a determinar si los cambios cognitivos que experimenta una persona son normales, o pueden ser reflejo de algún trastorno neurológico. Obtén tus resultados en menos de 30-40 minutos. CogniFit es la herramienta de evaluación cognitiva más recomendada y utilizada por profesionales.

Por ejemplo: En un supermercado, un niño empieza a llorar porque sus padres no le dan un helado que ha visto. Conforme pasa el tiempo el escándalo que forma el niño es cada vez mayor; y los padres, por intentar pasar desapercibidos y que el resto de las personas no les miren terminan dándole al niño el helado que ha pedido (reforzamiento positivo para el niño al obtener algo que quiere). A corto plazo la llorera termina y los padres creen haber solucionado el problema (reforzamiento negativo para los padres al conseguir eliminar la llorera aversiva), pero a largo plazo el niño ha aprendido que aumentando el grado de llorera conseguirá sus objetivos.

Trastorno Disocial: Tratamiento

Se ha utilizado farmacoterapia, terapia familiar, intervenciones comunitarias e instrucciones a docentes para abordar los trastornos de conducta.

El entrenamiento para padres es el tratamiento de elección para el trastorno disocial. Su principal objetivo es modificar las interacciones desadaptativas y punitivas entre los padres y los hijos. Por un lado, trata de aumentar la supervisión y la vigilancia, prestar mayor atención a conductas adecuadas y premiarlas. Y por otro lado, intenta disminuir el uso de estrategias hostiles y muy severas, y las consecuencias inconsistentes e impredecibles de la conducta. La extinción y el refuerzo son algunas técnicas que se pueden entrenar en estos casos. La sobrecorrección, entendida como la reparación de los efectos causados por la conducta inadecuada o la repetición de la conducta adecuada,  tiene un componente educativo y reduce las desventajas del castigo.

Existe acuerdo sobre la necesidad de diferenciar entre los dos tipos de órdenes que los padres damos a los hijos: alfa y beta.

  • Alfa: son motoras y factibles. Si no hay movimiento no sería una orden correcta. Por ejemplo: “¡silencio!”, no sería correcta, al igual que “no hagas”, porque restringen el movimiento. Un tipo de orden correcta sería: “siéntate en la silla”.
  • Beta: son vagas, excesivas o de difícil cumplimiento. Por ejemplo: “pórtate bien”, sería de difícil cumplimiento, porque al ser tan general es muy fácil que el niño tenga alguna conducta inadecuada. O en el caso de enumerar varias órdenes de seguido también sería difícil para el niño cumplir la secuencia. Otro ejemplo: ¿quieres ir a por las zapatillas?, este tipo de orden también es incorrecta porque es una petición, y no estamos preguntando al dar una orden sino que estamos demandando.

En el caso concreto de niños diagnosticados de TDAH, en vez de pedir “que se esté quieto”, es más adecuado pedir algún tipo de actividad que suponga mayor tranquilidad.

Trastorno disocial

Trastorno disocial

Cuando se acude a terapia en edades más tardías, se utiliza el entrenamiento de los adolescentes, orientado a adquirir estrategias de autocontrol. Se amplía y refuerza el repertorio de habilidades para afrontar situaciones difíciles y las conductas alternativas a la agresión. Las autoinstrucciones, las habilidades asertivas y la educación emocional son algunas de las técnicas empleadas.

Trastorno Disocial: Recomendaciones

  • Educar en estilo asertivo y democrático, funcionar con normas pero atendiendo y premiando los aciertos. Evitar la sobreprotección, indiferencia y sobreexigencia.
  • Emplear órdenes alfa (de una en una) y ser congruentes con las consecuencias. Explicar consecuencias del cumplimiento y no cumplimiento así como el tiempo para su ejecución.
  • Reforzar las estrategias de solución de problemas alternativas a la agresión.
  • Ampliar el repertorio de habilidades sociales y de comunicación.
  • Insistir en la educación y regulación emocional.
  • Ofrecer soporte emocional y social adecuado para favorecer el desarrollo óptimo. Clima de confianza y seguridad en un ambiente estructurado.
  • Valorar la necesidad de ayuda profesional.

¿Tienes algún conocido con trastorno disocial? Deja tu comentario.

Responde