Trastorno delirante: Todo sobre las ideas delirantes y creencias falsas patológicas

El trastorno por ideas delirantes se caracteriza por la aparición de ideas o creencias falsas (delirios) muy persistentes y arraigadas, que duran bastante tiempo, al menos 1 mes, e incluso pueden prolongarse hasta el final de la vida del individuo.

Descubre aquí una completa guía sobre sobre el trastorno delirante: Qué es, ¿en qué se diferencia de la esquizofrenia o paranoia?,  sus causas, ¿quién sufre este tipo de psicopatología?, síntomas, características, diagnóstico, los tipos de ideas delirantes: trastorno persecutorio, paranoide, celotípico, erotomaniaco, delirio de grandeza, somático… ¿Cómo actuar?, pronóstico y tratamiento, consejos y recomendaciones para ayudar a amigos familiares ¡y mucho más! Si tienes cualquier pregunta, o quieres compartir tu experiencia con nosotros puedes dejar abajo tu comentario y te responderemos.

Trastorno Delirante - Una guía útil

Trastorno Delirante – Una guía útil

¿Qué es el Trastorno delirante?

El trastorno delirante, o trastorno por ideas delirantes es un tipo de trastorno psicótico que se caracteriza por la presencia de creencias delirantes durante al menos un mes. Estas creencias son resistentes a la evidencia contraria y pueden ser extrañas o no extrañas.

  • Las creencia no extrañas, aunque no hay evidencia que las sostenga, están dentro de lo posible que sucedan (como que la pareja les está engañando, que alguien va a morirse…).
  • Son creencias extrañas cuando son claramente inverosímiles o que las persona de la propia cultura no pueden entenderlo (por ejemplo, que sus órganos han sido reemplazados por los de otra persona si dejarle cicatrices).

Al trastorno delirante también se le ha llamado psicosis paranoide. La paranoia es similar al delirio, la única diferencia es que el delirio es una creencia que ya está muy arraigada, y la paranoia todavía no ha llegado a ese punto de creencia ciega. El trastorno delirante se considera un trastorno psiquiátrico y la paranoia no. Aunque muchas veces se usan como sinónimos y la diferencia no llega a estar clara.

Trastorno delirante y esquizofrenia

La esquizofrenia y el trastorno delirante pertenecen al ámbito de los trastornos psicóticos. Sin embargo, aunque personas con esquizofrenia pueden mostrar delirios, en el trastorno delirante el único síntoma que aparece es el del delirio. Si aparece otros síntomas como aislamiento, baja expresión emocional, alucinaciones, etc. probablemente estaríamos ante un tipo de esquizofrenia.

¿Quién sufre este tipo de psicopatología?

En el siguiente vídeo se explica qué es el trastorno delirante, los tipos de trastorno delirante

Causas del trastorno delirante

¿Cuales son las causas del trastorno delirante? El trastorno por ideas delirantes es poco frecuente y difícil de estudiar. Algunos estudios sugieren que los delirios son formas de manejar un estrés extremo o una historia traumática.

La genética también juega un papel importante. Una persona tiene más probabilidad de desarrollar trastorno delirante si tienen familiares con esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo u otros trastorno psicóticos.

Síntomas del trastorno delirante

El rasgo o síntoma principal del trastorno delirante es la presencia de uno o más delirios que persisten durante al menos un mes. Estas pueden ser extrañas o no extrañas, como hemos explicado anteriormente. 

Una persona que sufre un trastorno de ideas delirantes puede comportarse normalmente aparte de sus delirios, y no suelen exhibir conductas extrañas. Aunque si presenta delirio de persecución, celotípico o erotomaniaco puede experimentar ira y conductas violentas. Estas personas no son capaces de aceptar que sus delirios son irracionales o erróneos.

Suelen ser reservadas con respecto a su delirio, temen que no les tomen en serio, y pueden que sospechen de los demás.

El funcionamiento cotidiano de estas personas no suele estar muy perjudicado, y su conducta puede parecer mientras no se toque el tema de su delirio. Es decir, su día a día puede ser completamente normal.

Diagnóstico del trastorno delirante

El diagnóstico por ideas delirantes se centra en estudiar la historia clínica del paciente, realizar una exploración y una entrevista psicológica, de forma que el profesional que realiza el diagnóstico pueda descartar otras posibles causas de la aparición de estos delirios o creencias falsas.

Los criterios que permiten diagnosticar, clasificar y diferenciar el trastorno delirante de otras enfermedades mentales o clínicas son los siguientes:

  1. Los delirios duran al menos un mes.
  2. El criterio A para el diagnóstico de esquizofrenia nunca se ha cumplido.
    Este criterio consiste en tener dos o más síntomas de los siguientes durante al menos un mes: delirios, alucinaciones, desorganización en el lenguaje, conducta desorganizada y aplanamiento afectivo. Alucinaciones táctiles y olfatorias pueden darse en el trastorno delirante si están relacionadas con el delirio.
    Sólo se requiere de un solo síntoma si los delirios o alucinaciones consisten en una voz que comenta de forma continua los pensamientos o conductas de la persona, o dos o más voces hablando entre sí.
  3. El funcionamiento cotidiano no se ha afectado y la conducta no es extraña.
  4. Si han aparecido alteraciones del estado de ánimo (como depresión o manía) estos han sido breves comparados con los periodos delirantes.
  5. Los delirios no se deben a los efectos fisiológicos de una sustancia o a una condición médica.

Tipos de trastorno delirante

Hay varios tipos de trastornos delirantes, y cada tipo se refiere al tema particular de los delirios de la persona:

  • Delirio erotomaníaco: La persona cree que otro, a menudo de una escala social superior, está enamorado de él o ella.
  • Delirio de grandiosidad: cree que él o ella tiene un gran pero no reconocido talento, identidad especial, conocimiento, poder, o relación con alguien famoso o con Dios.
  • Delirio de tipo celotípico: Una persona cree que él o su pareja le ha sido infiel.
  • Delirio de tipo persecutorio: Cree que está siendo engañado, espiado, drogado, seguido, maltratado… Que los demás conspiran contra él.
  • Delirio omático: Tiene la creencia de que está experimentando sensaciones o disfunciones físicas (como mal olor, insectos caminando por debajo de la piel) o de alguna enfermedad o defecto médico.
  • De tipo mixto: La persona experimenta delirios de varios tipos, pero ninguno domina sobre el resto.
  • Inespecífico: Los delirios de la persona no pueden clasificarse en ninguna de las anteriores categorías.
Trastorno por ideas delirantes una guía

Trastorno por ideas delirantes una guía

Cómo actuar ante un Trastorno delirante

1- No intentar convecerlo

Las personas con trastorno delirante son incapaces de reconocer que están experimentando un delirio. Si cuestionas esa creencia directamente pueden sentirse atacados, alejarse de ti y reforzar su creencia.

2- No seguirle el “juego”

Tampoco es positivo seguirles el juego, o hacer como que creemos también su creencia. Alimentarla solo servirá para que se apegue más a ella y crea que está justificada.

3- Identifica el delirio

No ignores la creencia delirante. Identifícala claramente y muestra empatía por la persona que la sufre. No valides el delirio pero sí las emociones que vienen con ella. Algunas creencias son muy negativas y angustiantes. Muestra compasión por la persona: “Te debes estar sintiendo muy mal”

4- Indaga en el delirio

Hazle algunas preguntas de forma calmada y libre de juicios, para entender mejor por qué creen lo que creen. ¿Cómo han llegado a creer eso? ¿Cuanto tiempo piensan así? ¿Qué planean hacer en respuesta a ello? No lo hagas a modo de interrogatorio, intenta hacerlo a modo de conversación. No importa lo extrañas que sean sus respuestas, simplemente escucha y preocúpate por lo que siente.

Indagar en la creencia puede ser útil por varias razones. Lo primero, fuerza a la persona a expresar cómo llegaron a las conclusiones, lo que abre la puerta a que reconozca los fallos a su lógica. También puede servir para que confronten la evidencia que no han considerado previamente.

También sirve para probar la flexibilidad o maleabilidad de su creencia. Sus respuestas nos van a dar pistas de cuán apegados están a esas creencias, cuánto se las creen (si creen que son 100% verídicas o tienen sus dudas). Cuanto menos apegados estén, mejor será el pronóstico.

5- Consigue ayuda

Si un amigo o familiar está experiementando un delirio, es necesario buscar ayuda profesional. Puedes sugerir que vaya a un psicólogo o a un médico para que le ayuda con la angustia que está experimentando (no porque su creencia sea falsa). Si hay riesgo par su integridad física o la de otras personas (situaciones poco comunes) quizá sea precisa la hospitalización. Aquí te explicamos las diferencias entre un psiquiatra y un psicólogo y a quién acudir.

NoRechazar su delirio
Preguntarle de forma objetiva sobre su delirio
NoLo insultes ni lo llames “loco”
Busca atención médica si la situación lo requiere
NoNo le sigas la corriente con su delirio
Trastorno delirante

Da tu apoyo, no critiques ni juzgues a una persona con trastorno delirante

Pronóstico y tratamiento del trastorno delirante

El trastorno delirante no es fácil de tratar. Las personas con este problema rara vez admiten que sus creencias son delirios o son problemáticos, por lo que rara vez buscarán ayuda. Si están en tratamiento, el terapeuta puede encontrar difícil establecer un vínculo terapéutico con él.

Es preciso realizar una evaluación y diagnóstico correctos, ya que los delirios son ambiguos y a veces están presentes en otros trastornos o condiciones. También hay que establecer otros problemas psiquiátricos coexistentes.

El tratamiento para el trastorno delirante implica tanto farmacología como psicoterapia. Las estrategias de tratamiento deben adaptarse a las necesidades individuales del paciente, y centrarse en mantener la vida social y mejorar la calidad de vida.

Una de las claves para conseguir los objetivos terapéuticos, al igual que en la mayoría de problemas psicológicos, es establecer un vínculo terapéutico con el paciente. Para ello es preciso evitar confrontar directamente los síntomas delirantes. La hospitalización debe considerarse si existen un riesgo de daño a uno mismo o a los demás.

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Farmacología

La medicación antipsicótica puede ser utilizada en el tratamiento del trastorno delirante, aunque la investigación acerca de su eficacia no es concluyente. Los estudios sugieren que los delirios somáticos responden mejor a la terapia antipsicótica que otros tipos de delirios. Los antidepresivos como los SSRI (Inhibidor Selectivo de la Recaptación de Serotonina) han demostrado ser eficaces para el tratamiento del trastorno delirante del tipo somático.

Psicoterapia

Para la mayoría de pacientes con trastorno delirante, la terapia psicológica es útil. Las intervenciones sociales y educativas para el entorno y la familia pueden ayudar también,  como no discutir las creencias delirante, y minimizar factores de riesgo, como deterioro sensorial, aislamiento, estrés, precipitantes de violencia. Dar guía realista y asistencia para lidiar con los problemas derivados del trastorno resulta de gran ayuda.

Las aproximaciones terapéuticas cognitivas pueden ser de utilidad para algunos pacientes. En esta forma de terapia se usa un cuestionamiento interactivo y experimentos conductuales para ayudarle al paciente a identificar sus creencias problemáticas y reemplazarlas por otras más realistas. La discusión de la naturaleza delirante de esas creencias se debe hacer amablemente y solo después de que se haya establecido una alianza con el paciente.

La familia, amigos y grupos de iguales pueden proporcionar apoyo. Es importante que las metas sean alcanzables, ya que puede sentirse presionado o criticado repetidamente por los demás, y experimentar estrés y un consiguiente empeoramiento de los síntomas. Una actitud positiva puede ser más efectiva a largo plazo que la crítica.

Pronóstico

El pronóstico de la persona con trastorno delirante varía dependiendo de cada individuo, el tipo de delirio, las circunstancias vitales, la disponibilidad de apoyo y la disposición a adherirse al tratamiento.

El trastorno delirante suele ser una condición de larga duración, pero cuando es tratado correctamente, muchas personas pueden sentir un alivio de sus síntomas. Algunas se recuperan completamente y otras tienen episodios delirantes ocasionales con periodos de remisión (ausencia de síntomas).

Desgraciadamente , muchas personas con este trastorno no buscan ayuda. Es difícil reconocer para esa persona que no está bien, o que lo atribuya a otros factores, como el ambiente. Es posible que se avergüencen  o teman buscar tratamiento. Pero sin este, el trastorno puede complicarse.

Complicaciones

¿Qué complicaciones puede haber si el trastorno delirante no se trata?

  • Puede aparecer la depresión debido a las dificultades derivadas de los delirios.
  • Actuar en función de los delirios puede conducir a violencia o problemas legales.
  • Pueden aislarse de los demás, dañando sus relaciones.

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