Sistema límbico: Qué es, funciones y su relación con las emociones

¿Qué es el sistema límbico? Alegría, miedo, ira, tristeza, asco. Emociones. Aunque a veces nos sintamos abrumados por su intensidad, lo cierto es que no podríamos vivir sin ellas. ¿Qué haríamos, por ejemplo, sin miedo? Posiblemente seríamos unos suicidas temerarios. En este artículo explicamos qué es el sistema límbico, sus funciones, componentes y alteraciones  ¿Qué relación tiene el sistema límbico con las emociones?

¿Qué es el sistema límbico?
¿Qué es el sistema límbico? Foto: xxolgaxx. Pixabay.com

¿Qué es el sistema límbico? Desde tiempos de Aristóteles, se ha explorado el enigmático mundo de las emociones humanas. Históricamente, ha sido un terreno conflictivo, lleno de intensos debates; hasta que se llegó a aceptar que las emociones son inherentes al ser humano. De hecho, en la actualidad la ciencia valida que existe un sistema cerebral, el sistema límbico, que las regula.

El término “sistema límbico” fue acuñado por Paul D. MacLean en 1952 como un sustrato neural para la emoción (Maclean, 1952). También propuso el concepto de cerebro triuno, proponiendo que el cerebro humano son en realidad tres: el cerebro reptiliano, el sistema límbico y la neocorteza.

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Componentes del sistema límbico

El sistema límbico tiene muchos centros y componentes, pero para simplificar hablaremos de algunos que tienen funciones diferenciadas, como la amígdala, el hipocampo, el hipotálamo y la corteza cingulada.

El hipotálamo, el núcleo cingulado anterior, el giro cingulado, el hipocampo y sus conexiones, constituyen un mecanismo armonioso que elabora las funciones emocionales centrales y que también participan en la expresión emocional” James Papez, 1937

Funciones del sistema límbico

Sistema límbico y las emociones

Cuando hablamos de emociones, a algunas personas les recorre cierta sensación de rechazo. Se trata de una asociación que aún perdura desde los tiempos en que se veían como algo oscuro, que nublan la razón y la inteligencia. Ciertos grupos defendían que las emociones nos rebajan a la altura de los animales. Y quizás tenían razón, ya que las emociones son algo básico, pero nos permite sobrevivir.

Las emociones han sido definidas como reacciones interrelacionadas que resultan de estados de premio y castigo. Los premios, por ejemplo, favorecen reacciones (satisfacción, confort, bienestar, etc.) que atraen a los animales hacia estímulos adaptativos.

  • Las respuestas autonómicas y emociones dependen del sistema límbico: La relación entre emociones y respuestas autonómicas (cambios corporales) es esencial. Las emociones son, en el fondo, un diálogo entre cerebro y cuerpo. El cerebro detecta un estímulo significativo y envía la información al cuerpo para que actuemos de forma adecuada al estímulo. El último paso es que los cambios en nuestro cuerpo son hechos conscientes, y de esta forma reconocemos nuestras propias emociones. Por ejemplo, las respuestas de miedo e ira inician en el sistema límbico, que causa un efecto difuso en el sistema nervioso simpático. La respuesta corporal masiva, conocida como la “respuesta de lucha o huída”, prepara al individuo ante situaciones amenazantes para luchar o huir, aumentando el ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea.
  • El miedo depende del sistema límbico: Se pueden producir respuestas de miedo estimulando el hipotálamo y la amígdala. Asimismo, la destrucción de la amígdala abole la reacción de miedo y sus efectos corporales. La amígdala también se involucra en el aprendizaje del miedo. Igualmente, estudios de neuroimagen muestran que el miedo activa la amígdala izquierda.
  • La ira y sosiego son funciones del sistema límbico: Se observan respuestas de ira a estímulos mínimos tras la extirpación del neocortex. La destrucción de varias áreas del hipotálamo, como los núcleos ventromediales y núcleos septales, también produce ira en animales. La ira también puede generarse a través de la estimulación de zonas más amplias del cerebro medio. Por el contrario, la destrucción bilateral de la amígdala produce sosiego.
  • El placer y adicción se inician en el sistema límbico: El circuito del placer y la conducta adictiva incluye la amígdala, el núcleo accumbens y el hipocampo. Este circuito está involucrado en la motivación del consumo de drogas, la naturaleza compulsiva del consumo, y las recaídas.

Funciones no emocionales del sistema límbico

El sistema límbico participa en otras funciones relacionadas con la supervivencia. Se han descrito extensamente en la literatura científica circuitos especializados en funciones como el sueño, la conducta sexual, o la memoria.

Como se puede suponer, la memoria es otra función esencial para la supervivencia. Aunque existen otros tipos de memoria, la memoria emocional es la que se refiere a estímulos o situaciones que son vitales. La amígdala, la corteza prefrontal y el hipocampo intervienen en la adquisición, el mantenimiento y la extinción de memorias fóbicas, como, por ejemplo, el miedo a las arañas, que está instaurada en nuestra especie para facilitar la supervivencia.

El sistema límbico también controla las conductas del comer y el apetito, así como el sistema olfativo.

Implicaciones clínicas. Alteraciones del sistema límbico

1- Demencia

El sistema límbico está relacionado con las causas de enfermedades neurodegenerativas, particularmente la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Pick. Se encuentra atrofia marcada en el sistema límbico, en particular en el hipocampo. En la enfermedad de Alzheimer, se encuentran placas seniles y ovillos neurofibrilares dispersos.

2- Ansiedad

Los trastornos de ansiedad son el resultado de anomalías a la hora de regular la actividad de la amígdala. Se ha descrito extensamente el circuito del miedo, el cual incluye la amígdala, la corteza prefrontal y la corteza circulada anterior (Cannistraro, 2003).

3- Epilepsia

Epilepsia como consecuencia de una alteración en el sistema límbico. La epilepsia del lóbulo temporal es la más común en adultos y sucede por esclerosis en el hipocampo. Parece que este tipo de epilepsia se debe a una disfunción a nivel del sistema límbico.

4- Trastornos afectivos

Hay estudios que muestran variación en el volumen del sistema límbico en trastornos afectivos como el trastorno bipolar y la depresión. Estudios funcionales han revelado actividad menor en la corteza prefrontal y la corteza cingulada anterior en los trastornos afectivos. El cingulado anterior es el centro para la integración atencional y emocional, e interviene en el control de las emociones.

5- Autismo

El Autismo y el síndrome de Asperger conllevan una alteración en aspectos sociales. Estructuras del sistema límbico, como el giro cingulado y la amígdala, están alteradas en estas enfermedades.

Referencias

Cannistraro ,P.A., y Rauch, S.L. (2003). Neural circuitry of anxiety: Evidence from structural and functional neuroimaging studies. Psychopharmacol Bull, 37, 8–25

Rajmohan, V., y Mohandas, E. (2007). The limbic system. Indian Journal of Psychiatry 49 (2):132-139

Maclean PD. The triune brain in evolution: Role in paleocerebral functions. New York: Plenum Press; 1990

Roxo, M.; Franceschini, P.R.; Zubaran, C.; Kleber, F.; and Sander, J. (2011). The Limbic System Conception and Its Historical Evolution. TheScientificWorldJOURNAL, 11, 2427–2440

Morgane, P.J., y Mokler, D.J. (2006). The limbic system: contiuing resolution. Neuroscience and Biobehavioral Reviews, 30: 119–125

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