¿Qué es el estrés? Por qué nos sentimos desbordados y qué significa estar estresado

 ¿Qué es el estrés? El estrés es una reacción de nuestro cuerpo, y tiene mucho que ver con situaciones, o pensamientos que nos crean tensión, nos hacen sentir frustrados, enfadados o nerviosos. “No puedo más”, “no soy capaz”, “esto está acabando conmigo”, “es demasiado para mi”, “estoy harto y cansado”… Estas expresiones son típicas de personas que padecen estrés, individuos sobrepesados.

El ritmo de vida acelerado puede pasarnos factura y generar ansiedad y nervisismo. Muchas veces nos sobrecargamos de tareas, ponemos responsabilidades sobre nuestras espaldas que no podemos soportar durante periodos de tiempo mantenidos. Descubre en este artículo qué significa tener estrés.

Qué es el estrés

Qué es el estrés

¿Has vivido alguna vez un momento de estrés?, ¿te has sentido identificado con las expresiones anteriores? El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional, que puede resultar de cualquier pensamiento o situación que nos hace sentir nerviosos, frustrados, agobiados, desbordados o enfadados. A veces la palabra fracaso oscila sobre nuestras cabezas y sentimos una presión que no sabemos como solucionar o como escapar de ella.

En este articulo, abordamos qué es el estrés, cuando es común experimentarlo, como se manifiesta y algunos consejos para sobrellevarlo.

¿Qué es el estrés? Definición

En el año 1936, Hans Selye, médico estadounidense, tras experimentar con animales, define el estrés como “una respuesta biológica inespecífica, estereotipada y siempre igual, al factor estresante mediante cambios en los sistemas nervioso, endocrino e inmunológico”. Esta definición, haría referencia, por tanto, al conjunto de cambios que se producen en nuestro organismo, por un desencadenante concreto.

El diccionario de la Real Academia Española, define estrés como “Tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas (manifestaciones físicas producto de nuestro estado mental) o trastornos psicológicos a veces graves”.

Según el Dr. Antonio Cano Vindel, Presidente de la SEAS:

¿Qué es el estrés? El estrés puede entenderse como una sobrecarga para el individuo. Esta sobrecarga depende tanto de las demandas de la situación, como de los recursos con los que cuenta el individuo a para afrontar dicha situación. Cuánto mayores sean las demandas de la situación y cuánto menores sean los recursos del individuo, la sobrecarga será mayor.

¿Qué significa tener estrés?

Existen una serie de síntomas de estrés que son característicos casi todas las personas, ¿Qué sentimos cuando experimentamos estrés?

Pensamientos (nivel cognitivo)

  • “no puedo más”
  • “no soy capaz”
  • “es imposible que lo haga”
  • “no va a salirme bien”
  • “no lo haré a tiempo”
  • “se me escapa de las manos”

Manifestaciones físicas

  • Gastritis
  • Dolor de cabeza
  • Hipertensión arterial
  • Cansancio e insomnio
  • Desconcentración
  • Contracturas y tensión muscular
  • Problemas en la piel
  • Pérdida de memoria

Emociones y conductas

  • Irritabilidad
  • Tristeza
  • Frustración
  • Ansiedad
  • Aislamiento
  • Agresividad
  • Bajo rendimiento

Diferencia entre ansiedad y estrés

El concepto de estrés suele mezclarse con el de ansiedad y a veces, utilizamos estos dos términos de forma indiscriminada. Para comprender bien qué es el estrés necesitamos hacer una distinción:

  • Tanto el estrés como la ansiedad son reacciones que se producen en nuestro cuerpo, activándolo y preparándolo para responder.
  • Identificamos ambos términos con dificultades y amenazas que encontramos en el entorno.

Sin embargo, como hemos visto en puntos anteriores, el estrés (entendido como distrés), puede definirse como un proceso en el que se producen una serie de cambios en nuestro organismo, en el cual, jugaría un papel crucial la interpretación cognitiva de ineficacia o derrota “no soy capaz”, “no puedo más”. Esto, tiene como consecuencia otras emociones negativas como ansiedad y tristeza.

La ansiedad entonces, es una emoción, que bien podría ser producto del estrés, pero también de otros factores. Por ejemplo, puede ser producto de pensamientos o situaciones.

Al igual que el estrés, conlleva una interpretación, pero de contenido diferente. No va tan relacionado con la ineficacia o incapacidad para afrontar una demanda, si no con el significado de amenaza que se le otorga. Se vive una situación como dañina y/o perjudicial. Se califica el acontecimiento como amenazante.

Para entender mejor qué es el estrés vamos a ver algún ejemplo:

  • Estamos trabajando y nuestro jefe entra en nuestro despacho y nos encarga tres tareas más de las que teníamos planificadas para esa mañana. Pensamos “¿enserio?, ¡no me va a dar tiempo!, a ver como lo hago… si es que necesitaría partirme a la mitad… encima no puedo salir más tarde porque tengo que ir a recoger a la niña…”: Estrés
  • Estamos trabajando y nuestro jefe entra con una apariencia seria en nuestro despacho y nos dice “por favor, ¿puedes venir en media hora a mi despacho?. Quiero comentarte un par de cosas en la junta respecto a los últimos trabajos que has entregado”. Pensamos: “madre mía, ¿en la junta?, quedaré en ridículo delante de mis compañeros. No se que hacer… ¿y si me dice que recoja mis cosas?, ¿y si me despide?. No puedo quedarme sin este trabajo… No puedo quedarme en la calle!: Ansiedad

¿Qué desencadena el estrés?

Nuestro día a día está llena de situaciones que nos provocan estrés. Nos activan y nos hacen responder. Seguro que ahora mismo estás pensando en alguna de ellas. Como veremos, las interpretaciones personales de cada uno son fundamentales para que algo nos parezca estresante de una forma negativa, sin embargo, hay ámbitos que son generales:

  • ¿Qué es el estrés académico?: Cualquier persona que haya realizado estudios no obligatorios, se sentirá identificado al pensar en las épocas de exámenes. Esa época en la que sufrías poco menos que un “colapso neuronal” cuando veías montones y montones de apuntes que teniás que estudiar y compatibilizar con los trabajos. Es más, puede ser que el estrés en la universidad, te haya llevado alguna vez a dejar alguna asignatura para septiembre porque “no dabas a basto”.
  • ¿Qué es el estrés laboral?: El estrés laboral es muy común en las sociedades industrializadas, donde lo que prima son las grandes empresas y la producción masiva de bienes y servicios. Cumplir metas y objetivos de producción demasiado exigentes, más propio de máquinas que de personas es uno de los causantes de que los trabajadores vivan estresados y con la sensación continua de no poder cumplir con las exigencias de su puesto de trabajo. Esto va muy relacionado con la insatisfacción de los trabajadores y como consecuencia, una disminución de rendimiento y un clima de malestar en el trabajo. Un ámbito en donde se ha investigado bastante el estrés es los trabajos de cara al público y en educación, recibiendo el nombre de “Burn out” o síndrome de estar quemado.
  • ¿Qué es el estrés en el ámbito familiar?: Un ejemplo claro, son las comidas en Navidades. Toda la familia en casa de la abuela preparando para comer en Navidad. Niños corriendo con los regalos de Papá Noél, madres corriendo detrás de los niños, abuelas preocupadas, que quieren que todo salga bien y todo el mundo esté contento y satisfecho. Vocerío, alboroto, villancicos… Esto provoca estrés, ya sea positivo o negativo. Cada vez más, se opta por reservar con mucha antelación y salir a comer fuera, para evitar que los familiares más entrados en años “se estresen”.
  • ¿Qué es el estrés en una relación?: Aristóteles, decía que el ser humano es un ser social por naturaleza. Y es que, tendemos a agruparnos constantemente. Hacer lazos con otras personas que nos proporcionan afecto, seguridad, diversión, alegría… e incluso estrés. ¿Por qué?. Las ciudades cada vez crecen más, dedicamos mucho tiempo a desplazarnos al trabajo, a ocuparnos de la casa, de las relaciones más cercanas, de nuestro ocio personal e individual… Sin embargo, las amistades, por ejemplo, hay que mantenerlas y dedicarles tiempo y a veces, no lo tenemos. O nos faltan ganas de salir… y se acaban produciendo conflictos con personas que queremos.

En general, lo que más nos estresa son los cambios, porque nos obligan a reaccionar y a adaptarnos. No sacan de nuestra zona de confort, nuestra rutina y nos piden más.

Clasificación del estrés

¿Qué significa tener estrés? Lo más común, es que cuando oímos a una persona decir “estoy sufriendo mucho estrés”, no haya una experiencia positiva detrás.

Esto es debido a que, cuando el entorno (desencadenantes vistos anteriormente), nos pide que hagamos determinadas actividades, tareas o esfuerzos provoca un estado de activación en nuestro organismo. Esto es, un estado de tensión general.

Vivimos en una sociedad con una tendencia hedonista, en la que el placer, la felicidad, la relajación, el relax, el confort… juega un papel principal en nuestras vidas. Si miramos a nuestro alrededor, todo gira en función de equiparar el placer y la relajación con la felicidad. Esto, lo que provoca, es que evaluemos cualquier estado de tensión como negativo. Sin embargo, no es así.

Si no se produjeran estos estados en nuestro organismo, seríamos incapaces de realizar la mayoría de las actividades que llevamos a cabo de forma habitual, en nuestro día a día. Por ej, ejercicio físico, llegar a trabajar a tiempo aunque nos hayamos quedado dormidos, tener una atención dividida durante un periodo de tiempo mas o menos prolongado, responder a un examen de forma eficaz, una entrevista de trabajo….

Para entender qué es el estrés, debemos clasificarlo en dos tipos:

  • Eustrés: Podríamos decir, que este es el estrés “bueno”. Nos permite adaptarnos a las demandas del entorno. Dar lo mejor de nosotros mismos para responder de forma eficaz. Es aquel que se produce cuando dices “¡vaya!, ¡como estoy aprovechando hoy la mañana!, ¡he hecho un montón de cosas!”. Se ha producido un estado de tensión, pero la persona se siente plena y realizada. Se ha adaptado y ha respondido de forma eficaz,
  • Distrés: El estrés negativo. Este es el “lado oscuro de la moneda”. El que nos hace daño y nos bloquea. El que nos hace abandonar porque “no podemos más”.

La interpretación que nosotros hacemos del entorno juega un papel crucial para que acabemos introduciendo una situación en el saco del eustrés o del distrés.

Cuando nosotros evaluamos que algo está fuera de nuestro alcance, de nuestras posibilidades, nuestra capacidad para afrontar y resistir de forma eficaz, nos colocamos en el lado del distrés y decimos, de forma general, que estamos estresados.

¿Por qué sentimos estrés? Las ventajas y desventajas

  • Ventajas: Las ventajas nos las proporciona el eustrés. Nos ayuda a ser eficaces y eficientes. Nos ayuda a focalizar la atención y seleccionar de nuestro repertorio la respuesta más adaptativa para rendir mejor.
  • Desventajas: El distrés es perjudicial para nosotros en el sentido de que produce consecuencias físicas, emociones negativas, frustración, sentimiento de ineficacia y frustración. Además, nos bloquea, desencadenando el bajo rendimiento e ineficacia que preveíamos inicialmente.

Consejos: ¿Qué podemos hacer?

Una vez que tengamos claro qué es el estrés, estamos listos para aprovecharnos de sus beneficios y evitar sus inconvenientes. Aquí te daremos varias recomendaciones para controlar el estrés.

Al final de otros artículos que he escrito, os he intentado dar consejos sobre como afrontar o mejorar en temas de motivación,  alimentación, ansiedad, pensamientos obsesivos… En esta ocasión, voy a acompañar estas recomendaciones con una selección de frases que, desde mi punto de vista, reflejan bastante bien las claves sobre el estrés y cómo manejarlo.

  1. “El tiempo para relajarse es cuando usted no tiene tiempo para ello.“ Sydney J. Harris. Necesitamos saber identificar el momento en el que el estrés puede con nosotros y parar. Muchas veces, mirar las cosas desde otra perspectiva nos ayuda a buscar soluciones y continuar.
  2. “Hay más en la vida, que el aumento de su velocidad.” Mahatma Gandhi. Esta frase hace referencia a la vida frenética que llevamos actualmente, donde parece que no tenemos tiempo para nada. De nuevo, reducir la marcha o parar, puede ayudarnos a controlar el estrés que nos produce la sensación de no llegar a tiempo a ninguna parte, y ya de paso, disfrutar de lo que estamos haciendo
  3. “Gran parte de la tensión que la gente siente no viene de tener demasiadas cosas que hacer. Viene de no terminar lo que han empezado”. David Allen: Necesitamos acabar las cosas que empezamos. Obtener pequeños resultados para ir comprobando que somos capaces de ir logrando la tarea. Esto es sinónimo de descomponer una tarea que nos supera en pequeños objetivos y ser conscientes de cómo vamos superando cada uno de ellos. Una comparativa para entender esto, podría ser cuando cogemos nuestro PC y nos ponemos a seguir enlaces, abriendo pestañas y pestañas sin cerrar ninguna. ¿Qué pasara? Irremediablemente, la velocidad de procesamiento disminuirá. Esto es lo que nos pasa a nosotros… llega un momento en el que estamos sobrecargados de ventanas abiertas y necesitamos ir “atando cabos”.
  4. “La mejor arma contra el estrés es nuestra capacidad de elegir un pensamiento sobre otro” William James. He elegido esta frase porque hace referencia explicita al pensamiento. Este punto lo he comentado a lo largo del artículo. En nuestra vida, nuestra forma de pensar y de interpretar la realidad es fundamental. Una buena forma de afrontar el estrés, es ganar en autoconfianza (siendo realistas) y cambiar pensamientos de “no puedo”, “es superior a mi”, por “voy a intentarlo hasta el final”, “haré lo que esté en mi mano”.
  5. “Descansa; un campo que ha descansado da una cosecha generosa”. Ovidio. Ovidio fue un poeta griego, que con esta frase ejemplificaba el cultivo de barbecho. Es una analogía interesante, porque vemos que, el ser humano, al igual que la tierra, necesita recuperarse, regenerarse para poder ponerse en marcha de nuevo.
  6. “Hacer algo que es productivo es una gran manera de aliviar el estrés emocional. Dirige tu mente hacia algo que sea productivo”. Ziggy Marley: Cuando nos sentimos estresados, a menudo generalizamos nuestra impotencia y a otros aspectos de la vida. He comentado antes que es beneficioso ganar en autoconfianza. Una forma de hacerlo es cambiando de actividad. Hacer algo que nos resulte reconfortante sin ser demasiado complicado. Que nos proporcione una “victoria de resultado” y nos dé seguridad. Puedes hacer un pastel que te salga bien, cantar (si te gusta) tu canción favorita, ordenar una parte de la casa, hacer deporte, escribir, leer, hacer sudokus o crucigramas… Lo que te haga sentir bien y satisfecho.

Estas son algunas de las frases que he encontrado que definen bastante bien qué es el estrés y cómo hacerle frente. Te animo a que, si conoces alguna, pongas un comentario y la publiques, reflexionando sobre ella.

Después de reflexionar sobre esto, mis consejos son:

  • Disfruta de lo que estás haciendo.
  • Observate, ¿eres consciente de las cosas que si eres capaces de hacer?.
  • Reconoce tus éxitos, aunque sean pequeñas partes de un todo: ¡Eh!, si, es verdad que no has puesto la lavadora pero… has ido a nadar a primera hora, has llevado a los nenes al cole, has recogido la casa, hecho la compra, entregado el examen de tu curso online, hecho la comida e incluso estabas a la salida del cole otra vez!
  • Cuando pienses “no voy a lograrlo”, “no lo entregaré a tiempo”, “no cumpliré con ese objetivo”… intenta preguntarte “¿y qué pasará en África si no lo consigo?, ¿y en la ciudad más cercana?, ¿y en la calle paralela a la mía?, ¿qué cambiará en mi?, ¿Seré peor persona?, ¿menos válido?”. Esto nos ayudará a relativizar y separarnos un poco del problema que nos preocupa.
  • Tomate las dificultades de la vida como retos, objetivos y aventuras.
  • Cambia los “debo” y “tengo que” por “me gustaría” (esto parece muy sencillo, pero es muy complicado)
  • ¡Muy importante! No te valores de forma global en base a un solo hecho. Somos lo que experimentamos, aprendemos, hacemos, decimos… Un todo. Un hecho aislado no nos define.

También puedes comentar qué te ha parecido el artículo. Si te has sentido estrés últimamente (positivo o negativo) y qué has hecho para continuar. ¿Tienes alguna táctica para actuar cuando aparecen situaciones estresantes?.

Si te has quedado con alguna duda, pregunta o quieres dar tu opinión ¡es tu turno.

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