Anosognosia: la incapacidad de ser consciente de tu incapacidad

En algunas patologías como Alzheimer, o deterioro cognitivo leve, puede darse que los enfermos no tengan ninguna conciencia sobre su enfermedad, creen que no les ocurre nada y se niegan a acudir al médico. La anosognosia es un trastorno en el que la persona afectada se niega a reconocer su propia patología neurológica. Los enfermos no tienen percepción de sus déficits. Descubre qué es la angosognosia, los tipos, con qué patologías está relacionada y qué hacer para ayudar a una persona que sufre anosognosia.

 

anosognosia

Anosognosia: ausencia de conciencia de enfermedad

Qué es la anosognosia

La anosognosia es la ausencia de conciencia de la enfermedad. Los pacientes piensan que están sanos, que no tienen ningún problema. Si se les pregunta por qué no realizan o no pueden llevar a cabo una determinada actividad, argumentan por ejemplo que el médico no les deja, que nunca se les ha dado bien hacerlo o qué no tienen ningún problema en hacerlo. Si se les pregunta entonces, por qué han venido al médico pueden responder “será por este dolor de rodilla que tengo”.

La anosognosia es un síntoma que aparece con bastante frecuencia tras un daño cerebral adquirido, como en las demencias o hemiplejias (parálisis de un lado del cuerpo provocada por un accidente cerebrovascular), aunque también se habla de este síntoma en trastornos como la esquizofrenia.  Este problema tiene una base biológica debido al daño cerebral y no es lo mismo que la negación, un mecanismo psicológico de defensa que todos usamos.

De hecho, se observa que en pruebas de Neuroimagen las personas con anosognosia tienen una menor actividad de ciertas áreas cerebrales que las personas con una conciencia de enfermedad normal.

Este fenómeno puede resultar molesto e incomprensible para los familiares de estos pacientes, además dificulta su rehabilitación. Por ello es importante trabajar en este síntoma, algo que nunca es fácil.

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Anosognosia, síntoma frecuente en accidentes cerebrovasculares

El primero en nombrar este trastorno fue Babinski, quien describió a dos pacientes con hemiplejia, quienes no tenían ninguna percepción de sus déficits. También introduce el término “anosodiaforia” para describir a los pacientes que, siendo conscientes de su enfermedad, son indiferentes a este, no expresan ninguna emoción al respecto.

Tipos de anosognosia

Podemos encontrar diversos tipos de anosognosia. Puede haber ausencia de conciencia de déficits físicos, cognitivos o conductuales.

1- Ausencia de conciencia de déficits físicos

En la mayoría de casos los pacientes son conscientes de sus problemas físicos, por ejemplo la incapacidad de andar. Pero en otros casos lo niegan, justificándose como “no me dejan andar”. En otros casos sobrevaloran su capacidad de reponerse, piensan que  en este momento no pueden andar muy bien pero si se esfuerzan lo podrán hacer como antes.

2-  Ausencia de conciencia de déficits cognitivos

Los pacientes no son conscientes de sus dificultades cognitivas, como los problemas de memoria o de atención. Estos déficits son más difíciles de percibir y en muchos casos no resultan tan obvios como los físicos. Muchas veces los enfermos aseguran que siempre han tenido “mala memoria” o que nunca han sido buenos en tal cosa, que los déficits son anteriores a la lesión. Es importante que se den cuenta de sus limitaciones, aunque este proceso de rehabilitación puede complicarse, ya que siempre a los pacientes les resulta muy frustrante la pérdida de capacidades, por lo que minimizan o niegan estas pérdidas.

3- Ausencia de conciencia de déficits conductuales

La percepción de alteraciones emocionales y conductuales (irritabilidad, desinhibición, apatía…) resulta difícil en este tipo de pacientes ya  que lo perciben como ataque a su propia identidad. Por ello no es raro que se nieguen a admitir que han sufrido un cambio en su forma de ser, de reaccionar o de percibir el mundo. En estos casos lo justifican como una reacción a la conducta de las personas de su entorno.

¿En qué tipo de trastornos se da la anosognosia?

  • Anosognosia y afasia. La anosognosia es un síntoma muy caractersítico de la afasia de Wernicke. Estas personas tienen una lesión es un área cerebral llamada área de Wernicke. Estas personas tienen una gran fluidez verbal (a veces excesiva) pero suele ser ininteligible y no son capaces de comprender el habla, ni propio ni ajeno. Es por esto por lo que no se dan cuenta de los errores que cometen.
  • Anosognosia y hemiplejía. Como hemos mencionado consiste en la paralización de un lado del cerebro debido a un daño cerebral. Estas personas carecen de conciencia de enfermedad y muy habitualmente ven esa zona del cuerpo como si fuera de otra persona. En estos casos es habitual la recuperación de la conciencia del déficit.
  • Anosognosia y hemiapnosia. Es la pérdida de visión en la mitad del campo visual de ambos ojos. En estos casos los pacientes son incapaces de llevar la acción a la zona del campo visual que no pueden ver, por tanto si está leyendo se pararán en la mitad del párrafo, o si dibujan una flor sólo trazarán la mitad de esta. Si estas personas carecen de anosognosia podrán compensar la pérdida de visión moviendo la cabeza o los ojos. Generalmente los pacientes con este tipo de problema se recuperan relantivamente pronto.
  • Anosognosia y amnesia
  • Anosognosia y demencias. En enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer la anosognosia se da en un 75% de los casos. En el inicio de esta enfermedad puede haber cierta conciencia de los olvidos, pero creen que no son más frecuentes de lo que se considera “normal”.
  • Anosognosia y Esquizofrenia. En trastornos psicóticos es frecuente que se de una ausencia de conciencia del trastorno y suele mejorar con medicación antipsicótica.
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Anosognosia, síntoma frecuente en demencias

¿Qué podemos hacer para ayudar a una persona con anosognosia?

Desgraciadamente este es un tema difícil de abordar. Los familiares de enfermos que padecen anosognosia pueden insistirle en que tiene una enfermedad, enfadándose con él, confrontándole su creencia de que están sanos y por consiguiente, frustrándose.

Es importante remarcar que estos pacientes necesitan mucha paciencia, compasión y comprensión, que el proceso para recuperar la conciencia del déficit es difícil y en muchos casos como en las enfermedades neurodegenerativas no se llegan a recuperar.

También es muy importante que estas personas obtengan buenos servicios de rehabilitación neuropsicológica y un tratamiento adecuado para mejorar su calidad de vida y la de su entorno.

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