Nosofobia: Todo sobre la fobia del miedo a enfermar

 Si padecer una terrible enfermedad es tu principal obsesión, te aterran los hospitales y las revisiones médicas, pero oficialmente no hay ni rastro de patología…¡Vives limitándote! ¿Crees que sufres innecesariamente?… ¡Bienvenido al club de la nosofobia!

¿Qué es la nosofobia? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿En qué se diferencia de la hipocondría? ¡La nosofobia, se puede superar! Si tienes miedo a padecer una enfermedad, pero no consigues estar diagnosticado de ninguna, el problema está en tu mente.

Qué es la nosofobia

¿Qué es la nosofobia?

Nosofobia: Definición

La nosofobia es el temor, excesivo e irracional, a padecer una terrible enfermedad. Es una fobia específica, es decir, un trastorno de ansiedad.

Es normal sentir respeto ante la idea de padecer una enfermedad. A todos nos asusta un poco, pero esto no debería paralizarnos ni impedirnos llevar una vida normal.

La nosofobia se caracteriza por un intenso miedo a padecer una enfermedad en particular, creyendo además que esta nos llevará irremediablemente a la muerte.

No debe confundirse con la tanatofobia o miedo a la muerte, ni con la hipocondría, que también es un miedo exagerado a la enfermedad pero con algunas diferencias que veremos más adelante.

La nosofobia genera mucha incomprensión; y si es tu caso, estarás cansado de escuchar que disfrutes más de la vida y que te quejes menos.

Será un cáncer o el VIH, pero no un resfriado– te autodiagnosticas. Sobreestimas el peligro de padecer una enfermedad…. ¡Sin haber pasado por urgencias, ni por la facultad de medicina!

¿Cuáles son los síntomas de la nosofobia?

1. Síntomas físicos de la nosofobia.

Los síntomas físicos de la nosofobia son los propios de la ansiedad y del miedo. Estos preparan al organismo para huir o luchar ante un estímulo amenzante, que puede ser real o imaginario. Son bastante incómodos, especialmente si se prolongan durante un largo periodo. ¿Cómo identificarlos?

Un aumento de la frecuencia cardiaca, respiración rápida, dolor de cabeza, problemas de estómago, tensión muscular, sudores, poca concentración, fatiga, irritabilidad, problemas para conciliar el sueño…¡Toma nota!

Síntomas de la nosofobia

Síntomas de la nosofobia

2. Síntomas cognitivos.

Si tienes nosofobia al leer, ver, oír o hablar de enfermedad se dispararán tus alarmas. ¡Estás lleno de ideas paranormales sobre síntomas y enfermedades! Estas creencias negativas ocupan gran parte de tu tiempo. Cualquier cosa puede preocuparte en exceso y lo tienes tan interiorizado que no será necesario que nada ni nadie te lo recuerde. ¿Piensas a menudo que tus probabilidades de padecer una terrible enfermedad son muy altas?

Nosofobia, miedo o depresión

¿Nosofobia, miedo o depresión?

3. Síntomas conductuales de la nosofobia.

Si tienes nosofobia, evitarás los hospitales, relacionarte con personas enfermas, leer sobre el tema, los psiquiátricos, o las revisiones médicas, etc. Siempre en la medida de lo posible, porque más tarde o más temprano, deberás enfrentarte con aquello que tanto te aterra. ¡Como todos! Pospondrás tus citas hasta que no haya escapatoria y entonces acudirás cargado de ansiedad. Puede parecer una exageración, pero si eres nosofóbico, esto te hará sufrir, y mucho. Posponer, evitar y elevadas dosis de ansiedad, serán tus compañeros de viaje.

La nosofobia puede estar encubriendo otras patologías, como una depresión latente. Además, es probable que quien tiene una fobia tenga otras…

Causas de la nosofobia

Un acontecimiento traumático o de alto impacto en relación con la enfermedad -que normalmente acontece en la infancia o en la primera etapa de la vida adulta- podría ser el desencadenante de la nosofobia. Además, una cierta predisposición genética hará que algunas personas sean más susceptibles que otras.

Factores pueden contribuir a la nosofobia

  • Haber vivido una experiencia cercana a la muerte, o traumática, en primera persona; como la muerte de un ser querido por una enfermedad incurable.
  • Una excesiva preocupación por la enfermedad.
  • Amplificación somatosensorial, o la tendencia a experimentar sensaciones corporales más dañinas y amplificadas de lo normal.
  • Estar en contacto diario con enfermos terminales.
  • Debido a la profesión, leer demasiado sobre estos temas. ¡Demasiada información puede ser contraproducente!
  • Depresión, trastorno obsesivo compulsivo o bipolar.
  • Personalidad ansiosa o tendente a el nerviosismo.
  • Excesiva necesidad de controlar los acontecimientos.

Caso de una persona con Nosofobia: Raquel ha pasado sus últimos años cuidando de su marido, enfermo de cáncer. En el momento del diagnóstico tenía metástasis y el tratamiento no parecía dar ningún resultado. Raquel, que había tenido problemas de ansiedad previamente, desarrolló a raíz de esta situación, pensamientos negativos con respecto a la medicina. No confiaba en que todas las enfermedades pudieran ser detectadas a tiempo y cada vez que se ponía enferma creía que ella también tenía cáncer.

Tratamiento de la nosofobia

El médico podrá ayudarte si eres nosofóbico. Descartar síntomas físicos es el primer paso hacia la curación. ¡No temas, solo así podrás enfrentarte de manera realista con el problema! Pide tantas pruebas como consideres necesarias para descartar todo aquello que te preocupa.

Con un diagnóstico en la mano, y sin rastro de enfermedad física, necesitarás desmontar tus creencias irracionales para poder enfrentar tus miedos, pues ya no cabe la menor duda de que se trata de un problema psicológico. Los tratamientos más efectivos para hacerle frente son:

  • La reestructuración cognitiva te ayudará a modificar todos aquellos pensamientos irracionales e intrusivos relacionados con la enfermedad que no te permiten avanzar.
  • La desensibilización sistemática hará que te enfrentes a tus temores poco a poco mediante una exposición progresiva. Con ayuda profesional, podrás establacer nuevos aprendizajes que te ayudarán a dejar de reaccionar ante hospitales, psiquiátricos o personas enfermas, …
  • Aprender a desviar la atención de tu cuerpo es recomendable. Intenta mantenerte ocupado en actividades de cualquier tipo.
  • También puedes ayudarte de prácticas milenarias para disminuir tu ansiedad como el yoga o el tai chi, al mismo tiempo que conectas contigo mismo.
Nosofobia vs Hipocondria

Nosofobia vs Hipocondria

¿Cómo diferenciar la nosofobia del miedo?

Una fobia es un miedo desproporcionado, con mayor intensidad y duración. El miedo puede controlarse más facilmente que una fobia.

Una persona que sufre una fobia específica, como es el caso de la nosofobia, tardará en comprender que nada es tan terrible como cree.

Por ejemplo: conseguir que un fóbico con miedo a los aviones o a volar, entienda que el avión es el medio de transporte más seguro … ¡No es tarea sencilla! Seguirá sufriendo taquicardias, sudores y dolor de barriga con cada turbulencia. Lo pasará realmente mal hasta llegar al punto de medicarse para poder sobrellevarlo, ¡si no le queda otro remedio!

De forma similar ocurre con la nosofobia: La persona esta segura de sus creencias y de que la enfermedad es inminente. Si no está enferma, pronto lo estará y es complicado convencerla de lo contrario, no es capaz de entenderlo.

El miedo puede controlarse mejor, pues es una reacción natural ante un peligro; pero la fobia es un trastorno psicológico, una reacción desproporcionada que aparece ante algo que puede presentar un peligro real o no. Será nosofobia si…

  • No puedes racionalizar la situación o ponerle fin.
  • Se prolonga durante seis meses o más.
  • No logras controlar la ansiedad que esto te genera.
  • Afecta a tu trabajo, tus relaciones familiares…

Nosofobia Vs hipocondría

Si realizas inspecciones médicas recurrentes y te descubres navegando por la red en busca de síntomas, pasas de una enfermedad a otra y no consigues fiarte de las pruebas médicas que indican una y otra vez que estás sano, serás hipocondríaco.

En cambio, si no quieres saber nada de pruebas porque temes poder padecer una enfermedad específica que te llevará a la muerte, será nosofobia.

La hipocondría es el miedo a que los síntomas físicos sean debidos a una enfermedad no diagnosticada, y la nosofobia a poder desarrollar una enfermedad específica. Ambos términos suelen confundirse, ¡Hay que hilar muy fino!

Recomendaciones para superar la nosofobia 

Procura respirar hondo y pensar en positivo; cosas como: “Si los demás lo hacen sin problemas, no es imposible para mí”. Pon en práctica este pensamiento cuando temas acudir a tu revisión médica. O este otro: “La posibilidad de que que tenga una enfermedad grave es muy remota”. Justifícalo con afirmaciones como: “Hago deporte, soy joven, llevo una alimentación equilibrada, todos mis análisis indican que estoy sano.. etc..” Hazlo todas las veces que te asalten los pensamientos negativos y poco a poco, vete desmontando tus miedos. ¡Acércate a lo que temes! Si el problema te supera y no consigues poner en práctica estos consejos, será el momento de volver a buscar ayuda profesional.

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