10 malos hábitos que haces y están empeorando tu salud mental

Todos tenemos pequeños malos hábitos que influyen de forma negativa en nuestro bienestar. Puede que no les demos importancia, pero darse cuenta de ellos es esencial si queremos contribuir a nuestra propia felicidad. Estos hábitos tóxicos aumentan el riesgo de padecer patologías más graves, como depresión y ansiedad, destruyendo nuestra motivación y nuestra autoestima. A continuación describiremos 10 malos hábitos que están empeorando tu salud mental.

Los malos hábitos son conductas que tenemos interiorizadas, realizamos de forma casi inconsciente y nos suelen provocar malestar. A veces este malestar no lo percibimos en el momento sino que se manifiesta a largo plazo. Por ello es importante que seamos conscientes de ellos y eliminarlos. De esta forma ganaremos en bienestar y calidad de vida.

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Malos hábitos que perjudican a tu mente

1. No reconocer los errores

Todos cometemos errores, pero reconocerlo, a veces no es tarea fácil. Los errores son un golpe a nuestra autoestima. Sin embargo, aprender a reconocer los errores es esencial para aprender de ellos y desarrollarnos como personas.  Si creemos que nunca fallamos no dejamos margen para el cambio y la mejora. Además seremos más felices porque seremos sinceros con nosotros mismos.

¿Cómo lo hacemos?: Puedes intentar admitirte a tí mismo pequeños errores que hayas cometido, por ejemplo, echar demasiada sal a la comida. Puedes decirte a ti mismo: “Me he equivocado y me he pasado de sal. La próxima vez tendré más cuidado”. Primero practica con errores pequeños, luego ve subiendo de nivel. Así te resultará más fácil reconocerlo ante los demás y pedir disculpas.

2. Pensar en negativo

Tener un pensamiento negativo es muy perjudicial para nuestra autoestima y nuestro estado de ánimo.

¿Cómo hacerlo?: A veces los pensamientos negativos nos surgen sin nosotros quererlo. Aprender a darse cuenta e identificarlos es esencial para eliminarlos. Apúntalos en un papel y busca pensamientos alternativos que no te generen malestar. Descubre más consejos para dejar de pensar en negativo.

3. Tener una mala postura corporal

Nuestro lenguaje corporal dice mucho de nosotros pero también afecta a nuestro estado de ánimo y a nuestras funciones corporales. Sentarse con la espalda erguida nos aporta más confianza en nosotros mismos que sentarse encorvados, según un estudio. Según otro estudio también nos hace sentirnos más poderosos y alivia nuestro estrés. Descubre cómo transmitir poder y seguridad con nuestro lenguaje corporal.

¿Cómo hacerlo?: Lo primero es ser más consciente de nuestro propio cuerpo. La práctica del yoga y de la meditación Mindfulness nos ayuda a mejorar la postura y a ser más consciente de nuestro cuerpo. Tanto al sentarte como al caminar mantén la columna erguida. Imagínate que eres una marioneta, tienes una cuerda que sale de tu cabeza y alguien está tirando de ella. O que quieres crecer tirando de tu cabeza hacia arriba. La cabeza guía al resto del cuerpo. Si vas mirando al suelo tu espalda se encorvará. Mira al horizonte, mira al mundo ante ti.

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El yoga te puede ayudar a mejorar tu postura

4. Dormir poco

El sueño es clave para restaurar nuestro cuerpo y nuestro cerebro. La falta de sueño trae multitud de problemas como irritabilidad, mayor tiempo de respuesta, toma de decisiones poco inteligentes, un pobre desempeño cognitivo, mayor riesgo de padecer depresión, obesidad, problemas cardiovasculares. En nuestro país tenemos déficit de sueño. Lo hacemos todo más tarde y nos acostamos más tarde que el resto de países europeos. Esto lejos de ser algo de lo que enorgullecerse perjudica nuestra salud.

¿Cómo hacerlo?: La cantidad de horas de sueño que un adulto necesita es de 7 u 8 horas de media. Pero hay personas que con 6 es suficiente y otras que si no duermen 10 no rinden correctamente.  Por tanto, acuéstate al menos una hora antes. Si no logras dormirte, no pasa nada. Puedes meditar, escuchar música relajante o leer. Aléjate de las pantallas y pon tu móvil en modo avión.

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Malos hábitos: dormir poco

5. Procrastinar

La procrastinación parece ser una epidemia moderna. Posponer continuamente las tareas tiene un impacto negativa en nuestra motivación y en la autoestima. La procrastinación nos produce estrés y hace que los proyectos que llevemos a cabo no tengan la calidad que nos gustaría. Además nos lleva no emprender nunca esas tareas u objetivos que nos proponemos.

¿Qué hacemos?: Tener listas de las cosas que tenemos que hacer, dividir las tareas en otras más sencillas, evita las distracciones, visualiza la meta y controla tu ansiedad.

6. Tener una dieta poco saludable

Nuestra dieta afecta a nuestro cerebro. La falta de nutrientes empeora las funciones mentales, nos hace rendir peor.  Una dieta saludable no solo contribuirá a un correcto funcionamiento cerebral, sino que también aumentará nuestra salud y nuestra autoestima. Una correcta hidratación también mejora nuestro desempeño en las tareas.

¿Cómo hacerlo?: Para asegurarnos de que nuestro cuerpo y nuestro cerebro obtiene todos los nutrientes que necesita no es necesario dejarse engañar por productos “milagro” que nos prometen la luna. Toma más frutas, verduras y legumbres. Reduce la ingesta de carnes procesadas (como el las hamburguesas, salchichas y embutidos). Reduce la ingesta de azúcares y sal, sobre todo los presentes en alimentos envasados. Bebe agua cuando tengas sed y huye de las bebidas azucaradas (y también de las “light”).

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Aliméntate saludable

7. La multitarea

Nuestra sociedad cada vez nos exige más. Queremos más resultados en menos tiempo, lo queremos todo de forma instantánea. Queremos hacer más en menos tiempo, lo que nos conduce a la multitarea. Hacer varias tareas a la vez no es perjudicial en sí mismo. Hay tareas que tenemos automatizadas, como andar. Podemos andar, o pedalear y hacer otra cosa a la vez porque son tareas que no consumen apenas recursos mentales.El problema es cuando queremos hacer dos cosas exigentes a la vez, como estudiar y ver la televisión o hablar con alguien y usar el móvil a la vez. O cocinar y ayudar a los niños con los deberes. En estos casos una de las actividades (o ambas) se verán perjudicadas.

¿Cómo hacerlo?: Para esto, practicar meditación Mindfulness también nos puede ayudar. Haz una cosa cada vez. Primero estudia y luego ve la televisión. Primero cocina y luego ayudas a tus hijos con los deberes. De esta manera tendremos todos nuestros recursos cognitivos al servicio de esa tarea y nuestro desempeño será mucho mejor. Nos aprenderemos mejor la lección y nuestra comida no se quemará.

8. Culpar a los demás de lo que te pasa

A veces es fácil caer en la tentación de echarle la culpa a los demás. “Es que la gente no me escucha”, “He llegado tarde porque me han entretenido”. Pero de esta manera estás eludiendo tu responsabilidad.

¿Cómo hacerlo?: ¿Son los demás los dueños de tu vida? No. Asume la responsabilidad que tienes. Está claro que si se te cae un jarrón en la cabeza mientras paseas por la calle no es tu responsabilidad, no eres culpable. Los accidentes ocurren y tu no tienes la culpa. Pero de muchas otras cosas sí eres responsable, sobre todo de cómo reaccionas y te enfrentas a las adversidades. Si algo de tu vida no te gusta, toma el control de tu vida y cámbialo. No culpes a los demás por tu situación.

9. Tomarte las cosas a lo personal

Tú no eres el centro del mundo. Muchas veces pensamos que muchas de las reacciones de la gente tienen que ver con nosotros y no es cierto. Pensar que lo que nos ha dicho un conocido o lo que ha hecho tiene que ver con nosotros sin tener ninguna prueba. Nos hace sentirnos mal innecesariamente y mina nuestra autoestima.

¿Cómo hacerlo?: Cuando pienses que algo tiene que ver contigo, reflexiona acerca de qué pruebas tienes de eso. Piensa explicaciones alternativas más plausibles. Pregúntale directamente a esa persona si su reacción tiene que ver contigo. De esta manera saldrás de dudas. Y te darás cuenta de que la mayoría de las veces, no tiene nada que ver contigo.

10. Tener prisa

Ir con prisa por la vida no nos hace nada bueno. Es cierto que en esta sociedad todo nos lleva a tener prisa, a hacer muchas cosas en poco tiempo, a obtener resultados rápido. Pero la buena cocina se hace despacio. Si lo hacemos todo con prisa no tendremos tiempo a disfrutar de la vida. Además nos generará estrés y ansiedad, que tantos disgustos y problemas nos acarrea.

¿Cómo hacerlo?: La práctica de técnicas de relajación, meditación Mindfulness y la actividad física nos ayuda a reducir el estrés y a centrarnos en el momento presente. Haz las cosas con tiempo, de esta manera podrás hacerlo más pausadamente y sin prisa. San antes de casa al trabajo para no tener que ir corriendo, empieza ese proyecto antes para poder hacerlo con tiempo. Saborea los buenos momentos que hay en tu vida, esos pequeños placeres como leer un buen libro, comer algo rico, o una ducha relajante al final del día.

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Malos hábitos: tener prisa

 

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