Hormonas de la felicidad: ¿Cuáles son las hormonas responsables de nuestro bienestar?
Todo es maravilloso cuando atravesamos una etapa feliz en nuestra vida, ¿verdad? Nos cuesta menos afrontar los problemas porque tenemos más confianza en nosotros mismos, nos reímos con mayor frecuencia y un brillo especial nos inunda los ojos. Sin duda, la felicidad es una de las principales aspiraciones del ser humano. Pero, ¿nunca te has preguntado qué hay detrás del aura de positividad que nos rodea cuando somos felices? ¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando vivimos un momento de euforia? Si es así, a continuación te presentaré a la élite química que se encarga de nuestro bienestar. ¡Sigue leyendo para saber cuáles son las hormonas de la felicidad, cómo son sintetizadas por nuestro cuerpo y cómo podemos favorecer su aparición de forma natural!
¿Qué es la felicidad?
La palabra ‘felicidad‘, del latín fēlīcĭtas, hace referencia al estado de ánimo placentero que sentimos cuando estamos disfrutando de un buen momento, cuando hemos logrado aquello que deseábamos o, sencillamente, cuando nos encontramos satisfechos con nuestra vida. Se asocia a emociones positivas, como la alegría, la gratitud o la tranquilidad; y los beneficios que aporta a la salud son incontables. Diversos estudios han comprobado que, cuando somos felices, aumentan las defensas de nuestro sistema inmunológico, se incrementa la capacidad regenerativa de nuestra piel, e incluso mejora la circulación de nuestro torrente sanguíneo. Por no hablar de las ventajas a nivel emocional, como un notable refuerzo de nuestra autoestima, y a nivel cognitivo, como un mayor desarrollo de nuestra creatividad. Además, la felicidad también se refleja externamente, en los andares, en la cara, en la mirada, en la sonrisa… Sólo hace falta mirarnos al espejo durante las vacaciones, cuando estamos gozando de unos días divertidos y alejados del estrés, ¡es como si nos quitásemos años de encima!
¿Cuáles son las hormonas causantes de nuestra felicidad?
Para gustos, los colores reza el refrán, y tanto es así, que cada persona puede hallar la felicidad en infinidad de situaciones, cosas o actividades distintas. Cada uno tiene la misión de encontrar aquello que le hace feliz. Y aunque cada viaje en busca de la felicidad (guiño a la recomendable película protagonizada por Will y Jaden Smith) sea diferente, biológicamente somos todos iguales. Nuestro cerebro está diseñado para generar un conjunto de sustancias que sirve para proporcionar esa característica sensación de bienestar cuando estamos felices. Por tanto, la clave de la felicidad se encuentra en un grupo de neurotransmisores endógenos que ha recibido popularmente el nombre de “hormonas de la felicidad”.
Endorfinas
Las endorfinas son péptidos opioides endógenos, es decir, son cadenas de proteínas fabricadas por el propio organismo, cuyos efectos y estructura química se asemejan a los derivados del opio (por ejemplo, la morfina y la heroína).
Están ligadas a la felicidad porque su función principal está directamente relacionada con la sensación de placer. Por ello, también intervienen en la sexualidad actuando, por ejemplo, como responsables del deseo. Además, las endorfinas son inhibidoras del dolor, tanto físico como emocional, y se ha descubierto que, cognitivamente, juegan un papel en los procesos relacionados con la memoria y la atención. CogniFit evalúa estas y otras capacidades, descubre todo lo que necesitas saber sobre el estado de tu actividad cerebral.
Serotonina
La serotonina, también conocida como 5-hidroxitriptamina (5-HT), es un neurotransmisor presente en el cuerpo que sirve para controlar el estado de ánimo. De esta forma, en abundancia de serotonina nos sentiremos los reyes del mambo y, por el contrario, ante la escasez de dicho neurotransmisor, presentaremos síntomas depresivos. Además, la serotonina inhibe la agresividad y actúa sobre el apetito, la líbido sexual, la temperatura corporal y el sueño, regulándolos.
Dopamina
La dopamina, cuyo nombre químico es 4-(2–aminoetil)benceno-1,2-diol (DA), es un neurotransmisor que opera desde determinadas áreas del cerebro con el fin de dirigir el circuito de recompensa. Esto significa que la dopamina sirve para evocar la sensación de bienestar tras haber conseguido un objetivo. En consecuencia, está vinculada a la motivación y la curiosidad; pero también a las adicciones y las conductas de riesgo por la satisfacción de necesidades placenteras. Finalmente, a nivel cognitivo se ha estudiado la relación entre altas cantidades de dopamina y mentes creativas.
Oxitocina
La oxitocina es la llamada hormona del amor. Ha recibido comúnmente este apodo debido a su implicación en los vínculos emocionales y el establecimiento de relaciones afectivas. La oxitocina es un oligopéptido secretado en la hipófisis cuya funcionalidad es más amplia de lo que podríamos imaginar. Las conductas prosociales están directamente ligadas a esta hormona. Así, cuestiones como la empatía, el altruismo, la generosidad o la compasión, dependen de ella. Y no sólo es la principal expresión química de los sentimientos hacia los demás, sino también hacia nosotros mismos. Pues es responsable de la autoconfianza y el equilibrio interior.
El circuito químico de las hormonas de la felicidad
Las endorfinas, la serotonina, la dopamina y la oxitocina son cuatro sustancias diferentes. Como ya hemos visto anteriormente, mientras que las endorfinas y la oxitocina son hormonas, la serotonina y la dopamina son neurotransmisores. Cada una se origina en una zona del organismo y actúa sobre distintas áreas. Es interesante profundizar en el proceso químico-corporal asociado a las sustancias de la felicidad. ¡Sigue leyendo para saber más!
Síntesis
En la adenohipófisis se sintetiza el gen de la proopiomelanocortina (gen POMC), el cual generará una serie de hormonas, dando lugar a las endorfinas. La serotonina es sintetizada en las neuronas serotoninérgicas, a partir del aminoácido triptófano. La dopamina es sintetizada en las neuronas dopaminérgicas, a partir del aminoácido L-tirosina. Por último, células nerviosas ubicadas en el núcleo paraventricular del hipotálamo son las encargadas de la síntesis de la hormona oxitocina.
Localización
Tras su sintetización, las hormonas de la felicidad se colocan en diferentes partes del cuerpo. Las endorfinas se localizan en el sistema digestivo y en la médula espinal, la serotonina está presente principalmente en el tracto gastrointestinal, la dopamina se distribuye a lo largo del sistema nervioso y la oxitocina se acumula en la hipófisis, desde donde se reparte a través del torrente sanguíneo.
¿Para qué sirven las hormonas de la felicidad?
Las hormonas de la felicidad son elementos químicos generadores de bienestar. No obstante, cada sustancia cumple individualmente una misión específica. Las endorfinas, por ejemplo, son liberadas frente a estímulos estresantes o dolorosos con el objetivo de reducir esas sensaciones de estrés y dolor. Son capaces de equilibrar el malestar generando una emoción placentera, la euforia. Tal y como ocurre cuando son sintetizadas por nuestro cuerpo tras haber realizado ejercicio físico. Además, actúan como relajantes orgánicos al intervenir en la regulación de la respiración y del sueño.
La serotonina, por su parte, cumple una relevante función intestinal, ya que se encarga de controlar los movimientos propios del tracto intestinal, pero también de provocar náuseas cuando ha sido detectada la ingesta de algún tipo de sustancia tóxica. También participa en la coagulación sanguínea y, a nivel emocional, se ocupa de nuestro estado de ánimo.
Las vías dopaminérgicas están funcionalmente relacionadas con la regulación de la secreción de la hormona prolactina, y más interesante aún, con la obtención de placer a través de la recompensa y la conducta proactiva. Actividades como ganar dinero, comer tu plato favorito o practicar sexo son consideradas socialmente como agradables y recompensantes. La dopamina se asocia a la búsqueda de este placer, puesto que genera sensaciones muy positivas.
Finalmente, la oxitocina es liberada para favorecer los vínculos afectivos en cualquiera de sus formas. Interviene, por lo tanto, en el acto sexual, en el embarazo, en la maternidad (así como en la paternidad) y en el establecimiento de las relaciones amorosas.
Trastornos psicológicos asociados al déficit de hormonas de la felicidad
Por lo general, los niveles de las hormonas de la felicidad han de ser elevados para sentirnos bien emocional y psicológicamente. Cuando los niveles descienden o se produce algún fallo en el organismo que provoca el mal funcionamiento de dichas sustancias, vienen los problemas.
- Un desequilibrio químico en las endorfinas se relaciona con trastornos de la personalidad y del estado de ánimo.
- Las deficiencias de triptófano (sintetizador de la serotonina) en el organismo se asocian a trastornos del estado de ánimo (especialmente a la distimia, un tipo de depresión), de la ansiedad, de la conducta, del sueño y de la alimentación.
- Las irregularidades que tienen que ver con la dopamina pueden causar esquizofrenia y trastornos psicóticos, así como problemas de adicción y enfermedades neurodegenerativas (como el Párkinson).
- Una caída en los niveles de oxitocina puede estar relacionada con trastornos del estado de ánimo, de la ansiedad y de la conducta. Además, puede causar problemas de interacción social y dificultades en el ámbito de la sexualidad.
¿Cómo aumentar los niveles hormonales de la felicidad de manera natural?
A lo largo del presente artículo se venía poniendo de manifiesto la importancia de los componentes químicos y biológicos de la felicidad. Sin embargo, el bienestar también depende de un componente subjetivo que debemos tener en cuenta. Está comprobado que el estilo de vida que decidimos llevar influye en nuestro estado de ánimo y, si nuestra manera de vivir es beneficiosa, nos invita a ser más felices. Es más, esta influencia es bidireccional: durante nuestras etapas más felices tendemos a mejorar nuestro estilo de vida, mirando por nuestra salud física y mental.
La Universidad Alfonso X El Sabio (UAX) publicó el pasado año un artículo que nos descubre las 9 profesiones más felices para los españoles. Estas son, por orden: deportistas, investigadores/as, profesores/as, médicos, psicólogos/as, periodistas, abogados/as y enfermeros/as. Si tienes la gran suerte de dedicar tu vida a la profesión de tus sueños (pertenezca a la lista mencionada o no), probablemente te sentirás a gusto con la vida que llevas. Y si, por desgracia, no es tu caso, ¡no desesperes! A continuación, te presento otros activadores ambientales de los que te puedes servir para propiciar un estado de felicidad.
Fármacos activadores del bienestar
Es necesario poner especial énfasis en que seguir un tratamiento farmacológico para ser más feliz debe ser un recurso a usar sólo tras haber contactado con profesionales de la salud. Pues debemos tener pleno conocimiento de las sustancias que ingerimos, sus efectos y sus contraindicaciones. No obstante, una vez determinado el problema psicológico a tratar y el medicamento más conveniente para hacerlo, los resultados suelen ser excelentes.
Los trastornos psicológicos debidos a deficiencias en la síntesis o el funcionamiento de las hormonas de la felicidad son trastornos del estado de ánimo en su mayoría. Concretamente, las depresiones. Y el fármaco más utilizado para su tratamiento es el denominado Prozac.
Actividades o situaciones placenteras
Todos hemos hablado en alguna ocasión de los pequeños placeres de la vida, ¿no es así? Una gran variedad de actividades cotidianas, a nuestro alcance, que nos proporcionan momentos de satisfacción. ¿Alguien duda de que una tarde de sol tomando unas cervezas (o tintos, quien prefiera el vino) con los amigos tiene propiedades, cuanto menos, terapéuticas? “La risa es el lenguaje del alma” decía el célebre poeta Pablo Neruda, y qué razón tenía. Pero, curiosamente también el llanto estimula las endorfinas. Llorar cuando se necesita es sumamente liberador (probadlo). Por otro lado, actividades físicas como el deporte o las relaciones sexuales son claras generadoras de las hormonas de la felicidad. Además de combatir eficazmente el estrés, mejoran notablemente la autoestima y la salud. Y centrándonos ahora en una cuestión puramente ambiental, la iluminación tiene demostrada su influencia en el estado de ánimo de las personas. La falta de luz provoca depresión, como cita la revista Muy Interesante.
Viaja, tatúate, ve al cine, baila, enamórate, abraza a tus padres; en definitiva, que cada cual haga lo que tenga que hacer para ser feliz. Pero que lo haga.
Alimentos generadores de buen humor: Mood food
La guinda del pastel en lo referente a este artículo la pone el mood food, es decir, ‘la cocina de la felicidad’. Este reciente movimiento culinario proveniente de Japón viene a decirnos que mediante algo tan básico como es nuestra alimentación, podemos estimular fácilmente la liberación de las hormonas de la felicidad. Los ingredientes que comemos tienen una serie de propiedades que afectan directamente a nuestra física, pero también a la mental. Pues determinados alimentos actúan sobre las sustancias químicas que dan origen a las endorfinas, la serotonina, la dopamina y la oxitocina. De esta forma, la comida picante libera endorfinas. Las espinacas, ciertas frutas (como la piña) y el chocolate están relacionados con un aumento en los niveles de serotonina. Respecto a la dopamina es aconsejable la comida rica en yodo, por ejemplo, el marisco, el bacalao, las avellanas o las fresas. Por último, los dulces son los responsables de estimular la síntesis de la hormona del amor, como no podía ser de otra manera. Descubre en este artículo las mejores vitaminas para el cerebro y en qué alimentos puedes encontrarlas.
Deja tu comentario o tu duda y te responderemos. ¡Muchas gracias por leernos!
Psicóloga en formación, especializada en la rama clínica. Curiosa, creativa y capaz.