Histeria y trastorno de conversión una guía para entenderlo y abordarlo

¿Qué es la histeria? En este artículo te contamos todo acerca de la histeria, la historia de este trastorno predominantemente femenino, los síntomas, tipos, rasgos, causas, diagnóstico, tratamiento, su relación con el psicoanálisis y cómo se concibe y denomina el trastorno hoy en día: Trastorno de Conversión. Si tienes cualquier pregunta, puedes dejarnos tu comentario abajo y te respondernos.

¿Qué es la Histeria?
¿Qué es la Histeria?

¿Qué es la Histeria?: Definición y significado

La palabra histeria proviene del griego hystera, que significa útero. Y es que, en el pasado se utilizó este concepto para definir un problema únicamente asociado al sexo femenino y derivado de problemas en las funciones uterinas y reproductivas. La palabra histeria se solía aplicar en el pasado para definir comportamientos demasiado emocionales, excesivos, nerviosos o fuera de control. Desatendiendo la observación de síntomas histéricos en el hombre, que también existen.

La histeria se define vulgarmente como una excitación intensa que afecta a las mujeres. Sin embargo, actualmente, la histeria no se considera un término clínico ni un diagnóstico válido.

En el pasado se utilizaba la palabra histeria o “histérica” para describir una serie de síntomas generalmente observados en mujeres. Los síntomas de un episodio de histérico incluían nerviosismo, desmayos, parálisis de ciertas partes del cuerpo, alucinaciones y una tendencia a causar problemas a los demás. Incluso una excesiva lubricación vaginal y fantasías eróticas podrían ser síntomas de este trastorno.

Además, algunas mujeres podían tener personalidades histéricas que se basaban en comportamientos seductores, dramáticos, dependientes y necesidad de buscar la atención de los demás.

Debido a la gran controversia que supuso la palabra histeria, y a sus connotaciones obsoletas del pasado, la psiquiatría y psicología actual no utiliza ya esta palabra.

Hoy en día, para definir los síntomas propios de la “histeria”, se utiliza el término clínico:  Trastorno de Conversión que explicaremos a continuación.

Histeria Vs Trastorno de conversión

Como hemos dicho, hoy en día los psicólogos reconocen algunos tipos de trastornos que eran tradicionalmente conocidos como histeria, como algunos trastornos disociativos y somatomorfos o de síntomas somáticos. Y las “personalidades histéricas” pasaron a definirse como un Trastorno Histriónico de la Personalidad.

La incidencia del trastorno de conversión ha ido disminuyendo en muchas partes del mundo, probablemente por factores culturales y el incremento de los conocimientos psicológico y médicos entre la población general. Casos de trastorno de conversión clásico, como los descritos en el siglo XIX son muy poco frecuentes.

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Histeria masculina Vs Histeria femenina

Los hombres histéricos también existían y existen, es decir, los hombres también puede sufrir crisis emocionales, estrés, experimentar síntomas somatomorfos, y personalidades histriónicas. Sin embargo, a menudo todos estos síntomas histéricos eran bien vistos en hombres, o no se les daba importancia. Habitualmente el histerismo masculino era visto como don juanismo y dependencia emocional. Pero esto no se veía tan problemático como en las mujeres.

A raíz de la primera guerra mundial, comenzó a verse síntomas histéricos en hombres que habían sido soldados. A partir de los años 80 sa estos síntomas se les llamó Trastorno de Estrés Postraumático.

El psicoanálisis asociada la histeria masculina a una homosexualidad latente y al complejo de Edipo.

Histeria Vs Trastorno histriónico de la Personalidad

El trastorno histriónico de la personalidad es una de las categorías diagnósticas más ambiguas en psiquiatría. Las personas histéricas eran descritas como egoístas, con preferencia por lo vivaz y ruidoso, teatrales, sexuales y seductoras. Esto visto en el contexto de la época victoriana, con una moral tan puritana, básicamente las mujeres histéricas eran todas aquellas que no se conformaban con someterse al varón, que tenían deseo y carácter.

Hoy en día, los criterios para diagnosticar Trastorno Histriónico de la Personalidad no han variado tanto, y algunos expertos opinan que debería eliminarse del manual diagnóstico DSM, ya que se solapa con el Trastorno Narcisista y Límite.

Las características principales que describen en la actualidad el trastorno histriónico son: búsqueda de la atención de los demás, conducta seductora inapropiada, teatralidad y expresión exagerada de las emociones, sugestionabilidad.

Síntomas de la histeria

histeria
Síntomas de la histeria

Los síntomas atribuidos a la histeria eran: conducta seductora, dependencia emocional, amistades platónicas, intolerancia, frustración, irritabilidad. Durante las crisis se exhibían sentimientos exagerados como crisis de llanto y síntomas como:

  • Dolor abodminal
  • Pesadez de extremidades y calambres
  • Palpitaciones
  • Fatiga y dolor de cabeza
  • Reir o llorar sin causa aparente
  • Pérdida de conciencia, desmayos
  • Temblores
  • Convulsiones

Pero básicamente cualquier síntoma podría ser visto por los médicos como un signo de histeria.

Síntomas trastorno de conversión

La mayoría de casos de síntomas de conversión en la práctica clínica actual consiste en formas mixtas que pueden darse junto con otro tipo de problemas de ansiedad.

Las manifestaciones sensoriales del trastorno de conversión puede tomar muchas formas, debido a la ansiedad subyacente que se ha somatizado o “convertido” en síntomas físicos. Estas manifestaciones sensoriales pueden ser:

  • Parestesias (sensaciones anormales como cosquilleo, sensación de frío o calor)
  • Hiperestesia (hipersensibilidad)
  • Anestesia (pérdida de sensación)

Puede implicar todo el área de la piel o solo una zona y no tienen ninguna correspondencia con un daño en el sistema nervioso.

Otros problemas sensoriales asociados al trastorno de conversión pueden pueden incluir la visión, el oído, gusto u olfato, o pueden implicar la experimentación de dolor severo sin una causa orgánica.

  • Dificultad para escuchar o pérdida de la audición
  • Ceguera, visión borrosa o doble.
  • Insensibilidad o pérdida del sentido del tacto
  • Episodios de inconsciencia

Síntomas motores como los siguientes:

  • Debilidad
  • Pérdida de equilibrio
  • Convulsiones, a veces con conciencia limitada
  • Dificultad para tragar
  • Temblores y tics
  • Dificultad para andar
  • Dificultad para hablar o pérdida de la voz

Los síntomas pueden ser de leves a severos, pueden ser continuos o intermitentes y afectan a la función normal del organismo.

Tipos de histeria

En el pasado, las llamada neurosis histéricas se podían dividir en dos tipos: disociativas o de conversión.

Histeria disociativa

La histeria disociativa consiste en el bloqueo de diversos aspectos de la experiencia consciente. El bloqueo puede ser de la memoria (amnesia), de la conducta (sonambulismo) o de la personalidad (Identidad disociativa o personalidad múltiple

Histeria de conversión

La histeria de conversión es una reacción defensiva, donde aparecen síntomas físicos sin ninguna causa orgánica. Esto sería equivalente a los trastornos de síntomas somáticos o somatomorfos. Es decir, los conflictos psicológicos y la ansiedad se convierten en enfermedad física. Cuando no se pueden expresar de forma consciente, los expresa el cuerpo. Pueden ser motores, sensoriales y viscerales (dolor de cabeza, ahogo, frío, nauseas, vómitos, dolor de abdomen…)

Histeria y sexualidad femenina

La histeria fue básicamente la explicación médica para todo aquello que los hombres encontraban misterioso e inmanejable en las mujeres y es evidencia de la concepción de la inestabilidad de la mente femenina, tal y como dice Devereux en este artículo. Y es que, hoy en día la palabra histeria sigue siendo un sinónimo de “emocional” o “trastornado”. Además, es preciso darse cuenta de que muchos de los problemas que los médicos pretendían “curar” no eran vistos como tales si el paciente era un hombre.

Los estereotipos de género, como la idea de que la mujer debe ser sumisa, tranquila y sexualmente inhibida ha causado un daño tremendo a lo largo de la historia, y continúa hoy.

Sólo hay que ver los tratamientos prescritos para la histeria: sexo regular con el marido, matrimonio, embarazo y parto, ya que esto era lo que una mujer debía hacer. Y es que la histeria era una forma de patologizar la sexualidad de las mujeres cuando esta se apartaba de lo “decente” y de lo que se esperaba de ellas.

En una sociedad en la que imperaba el modelo androcéntrico de sexualidad, donde se castigaba el deseo erótico de las mujeres y que ellas se autoestimularan, no era de extrañar que esa represión tuviera que estallar de algún modo. Fue mediante síntomas somáticos, inestabilidad emocional y ansiedad la forma en la que las mujeres podían expresar su insatisfacción.

Y es que, en el tratamiento de la histeria dejaron en manos de un vibrador el trabajo que nadie quería hacer, que era satisfacer sexualmente a las mujeres.

Causas de la histeria

Según Freud, los síntomas histéricos son los restos de un trauma sexual que quedan en la memoria. Son resultado de un conflicto entre los deseos inconscientes y lo que la razón considera no aceptable. La conversión, por tanto es un mecanismo utilizado para escapar de la realidad y proteger a esa persona de la ansiedad.

Esos deseos reprimidos se convierten en síntomas para que de esa manera se evite o reduzca el conflicto. Esto se considera la ganancia primaria de la neurosis. La ansiedad es controlada y la razón o el yo adulto permanece intacto. Se habla también de ganancia secundaria, donde el paciente gana la atención y la simpatía de la familia y amigos, y le permite no hacer frente a los problemas de su vida diaria. Es una forma de escapar de la realidad que a veces les puede resultar insostenible.

Básicamente, la histeria aparece cuando aparece un deseo erótico que no puede o no debe satisfacerse.

Causas del trastorno de conversión

Más allá de la explicación psicoanalítica de la histeria, las investigaciones actuales apuntan a que es una forma que tiene el cerebro para lidiar con conflictos emocionales. Casi siempre es desencadenado por situaciones estresantes, trauma emocional y otros trastornos mentales, como la depresión. Es una forma de respuesta del organismo ante una amenaza percibida, es decir, una forma de canalizar la ansiedad.

Rasgos de una persona histérica

Las personalidades histéricas o histriónicas eran vistas como una amalgama de los siguientes rasgos:

  • Necesidad infantil de amor y atención exclusiva
  • Dramatización
  • Exhibicionismo
  • Crisis emocionales descontroladas
  • Todudez
  • Falta de consideración por los demás y egoísmo.
  • Dependientes
  • Victimistas
  • Actitudes rígidas
  • Seductores.
  • Necesidad de admiración y aprobación.
  • Competición con los miembros del mismo sexo.

¿Qué hacer ante un ataque de histeria?

Un ataque de histeria no es otra cosa que una crisis de ansiedad. Descubre aquí qué es la ansiedad.

  • La actividad física, incluso el caminar puede ser muy relajante. Quedarse en un mismo sitio facilita que los pensamientos y la ansiedad se disparen. El ejercicio mejora la respiración, el flujo de sangre, y crea distracciones naturales.
  • Habla con alguien. Hablar con alguien de confianza, ya sea por teléfono o en persona puede reducir los niveles de ansiedad. Nos permite comunicar nuestro sufrimiento, ser comprendidos y reduce el estrés por las hormonas que se liberan al tener presente a alguien querido.
  • Grita. A veces sacar las emociones fuera es una forma de desahogarse muy positiva. Siempre y cuando no estés gritando a alguien.
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Histeria y psicoanálisis

Fue Jean-Martin Charcot, en Francia en 1880, el primero en tomar una perspectiva científica a la histeria. Instruyó a sus estudiantes de medicina, mostrándoles imágenes y sujetos con síntomas histéricos. Creía que eran causados por un daño interno desconocido que afectaba al sistema nervioso.

Uno de esos estudiantes era Freud, el fundandor del psicoanálisis. Freud, trabajando con su compañero Breuer en Austria, desarrolló las teorías de Charcot y escribió varios estudios sobre la histeria femenina entre 1880 y 1915. Freud creía que no era un daño físico sino una “cicatriz psicológica producida por un trauma o la represión“. Concretamente, este daño era resultado de no lograr conseguir su identidad a través del reconocimiento edípico, que era darse cuenta de su castración por ausencia de pene. La forma de recuperar ese “falo perdido” era casarse y tener hijos.

El trabajo con las mujeres histéricas y gracias al conocido caso de Anna O. le ayudó a desarrollar su terapia psicoanalítica. Freud encontró que Anna, simplemente hablando de sus problemas con el terapeuta su bienestar mejoraba.

Diagnóstico de la histeria y trastorno de conversión

Hoy en día el trastorno de conversión debe cumplir los siguientes criterios para ser diagnosticado.

  • Pérdida de control del movimiento o síntomas sensoriales
  • Los síntomas ocurren tras un evento traumático o estresante.
  • Los síntomas no tienen causa física o médica
  • El problema interfiere con las actividades diarias de la persona.

También pueden sugerirse otros test para descartar otras patologías, como escáneres, electroencefalogramas, análisis, mediciones de la tensión y de los reflejos…

Como hemos mencionado, en la actualidad no se realizan diagnósticos de histeria.

Tratamiento de la histeria

Historia del tratamiento de la histeria

Cuando se trataba de abordar la histeria había una gran variedad de tratamientos. Por ejemplo Charcot utilizaba la hipnosis como tratamiento para la histeria y Freud llevaba a cabo su psicoterapia.

Freud creía que las mujeres con histeria eran incapaces de reconciliar su pérdida metafórica del pene, describiendo la histeria como una característica femenina. Por ello, él y otros muchos médicos  recomendaban el matrimonio para las mujeres histéricas, o prescribían encuentros eróticos con sus maridos.

En épocas anteriores esto se recomendaba porque se pensaba que la histeria surgía si no se liberaba la “semilla femenina”, o porque necesitaba la “semilla masculina”. Y es que se pensaba que el semen tenía propiedades terapéuticas y curativas.

Para mujeres solteras, viudas, monjas o mujeres casadas que no conseguían orgasmos (algo muy común en la época, ya que la penetración no es la mejor manera de conseguir orgasmos), los médicos o matronas comenzaron a utilizar el tratamiento de masaje genital. También se prescribían otro tipo de tratamientos (por ejemplo con chorros de agua aplicados a la zona genital, muy popular en los balnearios), hasta llegar a lo que llamaban paroxismos histéricos, que no eran otra cosa que orgasmos.

El vibrador, lo que conocemos ahora como un juguete erótico, fue inventado por el doctor Mortimer Granville en 1970, y fue concebido originariamente para tratar la histeria. Ya que el masaje vulvar no era muy rentable y resultaba agotador para los médicos, ya que en muchas ocasiones duraban hasta 1 hora. El vibrador les permitía atender a muchas más pacientes, que llegaban al paroxismo en poco más de 5 minutos, agilizando el tratamiento.

Posteriormente, el vibrador comenzó a comercializarse como forma de auto-tratamiento con múltiples beneficios. Puedes ver en la imagen cómo eran estos primeros aparatos.

Tratamiento del trastorno de conversión

Actualmente, el tratamiento del trastorno de conversión implica la psicoterapia, trabajando en el origen de esos síntomas, en la ansiedad y el malestar. Identificando y reduciendo en lo posible los disparadores de los síntomas puede también mejorar la calidad de vida del paciente.

Los tratamientos que potencialmente puede ayudar son los siguientes:

  • Tratamiento del cualquier otra condición de salud mental, como la depresión
  • Terapia cognitivo conductual
  • Técnicas de relajación como meditación, respiración o yoga.
  • Terapia física
  • Mantenimiento de un óptimo equilibrio entre el trabajo y el ocio.
  • Buscar apoyo social, en amigos, familiares o la comunidad.

Historia de histeria femenina

La histeria ha sido siempre un trastorno femenino, afectando sólo a aquellas personas con útero. Este útero se ha considerado siempre la base de una gran variedad de problemas de salud. En el antiguo Egipto y en la Grecia clásica, se ceía que el útero era capaz de afectar a la salud del resto del cuerpo. Los griegos pensaban que el útero podría migrar a diferentes partes del cuerpo de la mujer, presionando otros órganos y provocando muchos síntomas. Esta teoría del “útero itinerante” fue apoyada por Platón y otros pensadores, que fue denominada “asfixia histérica”. El útero entonces era convencido de que volviera a su lugar situando olores agradables cerca de la vagina, malos olores cerca de la boca y estornudando.

El filósofo y físico Galeno, no estaba de acuerdo con esta teoría, quien pensaba que era la retención de la “semilla femenina” en el útero lo que provocaba ansiedad, insomnio, depresión, irritabilidad, desmayos y otros síntomas que las mujeres experimentaban. (Aunque casi cualquier síntoma podría ser atribuido a los órganos sexuales femeninos, desde fiebre a cleptomanía).

El término histeria, fue acuñado por Hipócrates, quien pensaba que el cuerpo de la mujer es fisiológicamente frío y para calentarlo necesita sexo. Por tanto el término histeria era a menudo utilizado para diagnosticar mujeres con vidas sexuales inactivas o incompletas.

En época medieval, las mujeres que mostraban síntomas histéricos eran consideradas brujas.

Como hemos mencionado, la solución que proponían era el sexo marital, porque además se pensaba que el semen tenía propiedades curativas, o el masaje genital.

Con tantos síntomas posibles, la histeria se volvió el diagnóstico natural cuando la causa del problema no podía ser identificada, incluso la epilepsia era a menudo confundida con la histeria.

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