Dificultades de Atención: Qué son, tipos, cómo detectarlas, y estrategias para mejorarlas

¿Qué son las dificultades de atención? Todos tenemos o conocemos a alguien de nuestro entorno que sufre algún tipo de dificultad en este ámbito, la atención. Este problema se puede apreciar en situaciones cotidianas como: La explicación de un tema en clase, mientras se mantiene una conversación con otra/s persona/s o en la realización de diferentes tareas simultáneas. Así pues, el término dificultad hace referencia a la limitación, discapacidad, o deficiencia que padece una persona al realizar una acción o grupo de acciones que podrían llevarse a cabo fácilmente en el caso de existir un funcionamiento normal. Descubre qué son las dificultades de atención, los diferentes tipos de dificultades atencionales, trastornos asociados, cómo detectarlas y estrategias para mejorarlas.

Dificultades de atención
Dificultades de atención

Qué son las dificultades de atención

La atención se puede definir como una cualidad perceptiva, la cual evalúa y procesa los estímulos ambientales con el fin de darle prioridad a los más relevantes.

De manera distintiva, los psicólogos diferenciamos dos tipos de determinantes en la atención: Determinantes internos, los cuales son propios del individuo y dependen únicamente de él y los determinantes externos, que atienden a las manifestaciones del medio. Dentro del área de la atención, encontramos diferentes habilidades cognitivas que se pueden evaluar y mejorar si contamos con las herramientas precisas: inhibición, atención dividida, enfoque o atención focalizada, flexibilidad mental

Las dificultades de atención son comúnmente asociadas a trastornos neurobiológicos que explican las causas del por qué un niño, adolescente o adulto sufre limitaciones en su conducta diaria, como olvidar cosas constantemente o cometer errores continuos por descuidos. El trastorno más habitual es el trastorno por déficit de atención, aunque hay que aclarar que no todas las personas que padecen algún tipo de dificultad en la atención, necesariamente tenga que sufrir una patología de este tipo. Si estas dificultades frecuentemente son detectadas por el entorno del individuo y  están afectando a la vida diaria de éste, es conveniente asistir a un profesional cualificado para posteriormente realizar una evaluación en la que se pueda detectar las causas del problema que se está padeciendo.

Las dificultades de atención pueden afectar a cualquier tipo de la población, pero un alto porcentaje corresponde a  niños/as. Estas dificultades son fácilmente detectables debido a la escolarización.

Tipos de dificultades atencionales

Atendiendo al manual DSM-IV, las dificultades atencionales no afectan a toda la población por igual. Así, se pueden diferenciar dos grandes grupos de acuerdo a dos variables dentro de los afectados: Dificultad atencional en la atención sostenida (AS) y dificultad en la calidad atencional (CA).

Los individuos que pertenecen al primer grupo, es decir, aquellos que presentan un déficit en la atención sostenida, son reconocidos por atender a un estímulo durante un corto período de tiempo. Éstos muestran cambios de atención de un estímulo a otro pero en el momento de focalizar  la atención sobre el estímulo, presentan la habilidad de procesar correctamente la información. En cambio, las personas que encajan en el segundo grupo se caracterizan por presentar distracción, ensimismamiento y una clara dificultad para identificar el estímulo que es relevante.

Trastornos asociados a las dificultades atencionales

Como se ha dicho anteriormente, las dificultades atencionales están presentes en el día a día, manifestándose en diferentes situaciones: sociales, académicas o laborales. Estas dificultades pueden traducirse en limitaciones para establecer un orden, pérdida u olvido de cosas, resistencia ante tareas que requieren un esfuerzo mental, dificultad para ponerse en marcha por las mañanas,… Así, atendiendo a todo lo anterior se tiene que tener presente un trastorno típico que conlleva estas conductas y que a día de hoy está presente en muchas de estas personas: Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad se presenta antes de los 12 años y se manifiesta de tres formas diferentes: (1) predomina la falta de atención, (2) muestra hiperactividad/impulsividad, (3) combinación de déficit de atención, hiperactividad e impulsividad.

Actualmente, la prevalencia de este trastorno en Europa es de un 5,5% (3.3 millones)  de los niños y adolescentes entre 6 y 17 años que padecen TDAH. Teniendo éste una heredabilidad del 76%.

El origen de este trastorno neurobiológico no puede reducirse a una sola causa, aunque sí se ha investigado las causas de éste, siendo principalmente causas genéticas y ambientales.

Habitualmente, este trastorno no se presenta solo, sino que suele estar acompañado de otros trastornos psiquiátricos, como son: Trastorno Negativista Desafiante, Trastorno del Sueño, Trastorno de Conducta, Trastorno de Ansiedad, Trastorno del Espectro Autista, Tics y Trastorno del ánimo. Presentando todos ellos  características de este tipo:

Falta de atención, sobreatención, trastorno de concentración. Apenas existe capacidad para centrarse en un estímulo concreto. Descubre que son los problemas de concentración.

Fatigabilidad, incapacidad para mantener la atención. Aparece una fatiga anticipada en tareas que evalúan el tiempo de reacción y los errores cometidos en actividades repetidas durante cierto tiempo.

Inestabilidad atencional, distrabilidad. La atención no se dirige a ningún estímulo en concreto, cambiando rápidamente y presentando una incapacidad para mantener la atención a un estímulo relevante en una situación.

Estrechamiento de la atención. La atención se dirige a unos pocos de estímulos.

Cómo detectar las dificultades atencionales. Trastorno por Déficit de Atención

Es evidente que cuanto antes se detecten estas dificultades atencionales, más rápida será su intervención, y por lo tanto, menor será la frustración para la persona que lo padezca. Así, existe una clara lista de conductas prototípicas en individuos que son diagnosticados de TDAH. Cabe decir que este trastorno es fácilmente detectable en la escuela, ya que es donde el niño/a tiene la oportunidad de cometer estos errores o demostrar las limitaciones en las tareas.

Problemas en comprensión y razonamiento lógico. Aún teniendo una inteligencia normal, los niños con dificultades de atención suelen cometer errores en la ejecución de las tareas de cálculo y en los procesos de las operaciones.

Poco ActivosSuelen tener poca actividad y su movimiento es lento.

Auto-observaciones OralesRepiten las explicaciones que se les da para asegurarse de los detalles.

-Dificultades Sociales. Los niños con dificultades de atención o suelen participar en provocaciones ni peleas.

-Dificultades Escolares. Los niños con dificultades de atención presentan problemas en comprensión oral, limitación en el lenguaje y lentitud en el aprendizaje.

-Ausentes en la realización de las tareasNo suelen llamar la atención en clase, por lo que la mayoría del tiempo suelen pasar desapercibidos. Así, no captan la información que les da el profesor para realizar las actividades.

Estrategias para mejorar el rendimiento en niños diagnosticados de TDAH

A veces, es aconsejable tener en cuenta unas pautas adecuadas para fomentar el rendimiento de los niños/as con dificultades de atención, para que de esta manera sepan afrontar sus limitaciones y no carezcan de una educación normalizada como el resto de los compañeros/as. A modo de ejemplo le presentamos la siguiente. ¿Cómo aprende el cerebro?

  • Programar actividades con un menor período de tiempo, atendiendo a su nivel de atención. Es evidente que si se está hablando de un niño/a que sufre TDAH, el material que se le proporcione tiene que estar adaptado a las posibilidades de éste. Así, sería conveniente que las actividades que se les facilitasen fuesen cortas, con el fin de que su atención no se vea mermada.
  • Implementar en el aula programas de neuroeducación: La tecnología educativa de CogniFit, basada en la neuroeducación, se lleva aplicando en diferentes centros escolares en todo el mundo resultando altamente efectiva para todos los alumnos, pero sobre todo, para aquellos que tienen necesidades específicas o dificultades del aprendizaje.
  • Entrenamiento en tareas que precisen trabajar la atención, el pensamiento, la memoria, el lenguaje y la percepción. Ej: Actividades animadas para captar la mayor atención posible del niño/a, actividades musicales, etc.
  • Alternar tareas que le motiven con otras que no sean tanto de su agrado, reforzando aquellas que haga correctamente. Ej: Combinar actividades que habitualmente realiza y que se sabe de cierto que las hace muy bien hacerlas al principio y seguidamente hacer aquellas con las que no se siente tan seguro y nuevamente volver a aquellas que le agradan.
  • Darle prioridad a la calidad de las actividades que el/la niño/a haga antes que a la cantidad de ejercicios que complete. Ej: Si de una relación de cuatro ejercicios hace correctamente dos, hay que premiarlo aunque no se haya terminado por completo.
  • Estar pendiente del trabajo que el niño/a realiza. Es conveniente supervisar todas las tareas que el/la niño/a trabaja en clase o las que él mismo realiza en casa.
  • Dividir las actividades en partes, dándole un tiempo limitado a cada una de ellas. Ej: Un único ejercicio dividirlo en todas las partes que sea posible: (1) Escritura, (2) lectura, (3) comprensión,…
  • Poner en práctica ejercicios para mejorar las funciones ejecutivas, estas actividades permitirán estimular las habilidades cognitivas implicadas en el razonamiento, y en la resolución de situaciones novedosas o cambiantes de una forma efectiva.
  • Intentar escoger un lugar alejado de ruidos y distracciones.
  • Utilizar un tono de voz no muy elevado y tranquilo. Es aconsejable no agitarlo más de lo que él/ella se encuentra.

  “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”

(Benjamín Franklin)

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