Desarrollo del lenguaje en niños: Aparición, desarrollo, problemas y consejos

La habilidad para adquirir un lenguaje es una característica única y esencialmente humana. En el cerebro humano existe una base anatómica que permite a los seres humanos aprender a hablar, no se da en los animales. El desarrollo del lenguaje es de este modo un aspecto vital en el desarrollo evolutivo del ser humano. La neuropsicóloga Cristina Martínez de Toda te explica paso a paso como se desarrolla la herramienta más bella que poseemos las personas: El lenguaje. Descubre los estadios en la adquisición de lenguaje, su desarrollo según la edad del niño, diferencias entre trastornos del habla y trastornos del lenguaje, problemas del lenguaje en cada etapa educativa, diagnóstico de las dificultades y consejos. 

Aparición del lenguaje

Se diferencian varios estadios en la adquisición del lenguaje, pero no es fácil precisar cuándo acaba este proceso. Hay que tener en cuenta los factores madurativos del sistema neurosensorial y motor.

Desarrollo del lenguaje

Desarrollo del lenguaje

Precursores del lenguaje

La primera herramienta comunicativa del niño es su llanto.

Poco a poco su relación comunicativa va adquiriendo otras herramientas como sonrisas, balbuceos, repetición de sonidos, etc.

Estadios prelingüísticos

  • Vocalizaciones: (0-2 meses) los niños producen vocalizaciones reflejas o casi reflejas, como pueden ser bostezos, suspiros
  • Sílabas arcaicas: (1-4 meses) Se reconocen las primeras sílabas arcaicas
  • Balbuceo rudimentario: (3-8 meses) El niño produce los primeros sonidos plenamente resonantes.
  • Balbuceo canónico: (5-10 meses) Es la etapa clave de los estadios prelingüisticos, y se caracteriza por la producción de cadenas de sílabas idénticas (ta-ta-ta-ta-ta) que más adelante se van diversificando.
  • Balbuceo mixto: (9-18 meses) El niño comienza a producir palabras dentro del balbuceo, pero hasta los 12 meses aproximadamente esas palabras no empiezan a tener un significado real para él.

Desarrollo de los estadios lingüísticos

A esta fase se llega a los 3 o 4 años.

Se produce un abandono progresivo de las estructuras elementales del lenguaje infantil y de su vocabulario específico, sustituidos por construcciones cada vez más acordes con el lenguaje del adulto.

Entre sus características encontramos la producción del verdadero diálogo.

Se adquiere así en el lenguaje una función informativa, la de producir aprendizaje sin que este tenga relación con algún elemento del contexto inmediato del niño.

Según Luria (1956), a estas características se le sumaría la función autorreguladora de la conducta del lenguaje, la cual determina que el niño se plantee metas y busque medios para lograrlas de acuerdo a las categorías que el mundo lingüístico le ofrece, pudiendo abstraerse de lo concreto e inmediato.

En esta etapa es cuando se desarrolla el sistema fonológico, el sistema léxico, el sistema morfosintáctico, se desarrollan las funciones pragmáticas y las aptitudes metalingüísticas.

Desarrollo del lenguaje en función de la edad

  • De 0 a 2 años: El niño empieza a usar los monosílabos intencionales. (Si, no…) usándolo para formular deseos.
  • De 2 a 3 años: Se produce un aumento del vocabulario, llegando a las 1100 palabras, y usa las frases simples. En esta etapa es cuando comienza el desarrollo del lenguaje interior.
  • De 3 a 4 años: Se conoce como la etapa de “los porqués”. El niño pregunta mucho, y ya usa muchos adjetivos.
  • De 5 a 7 años: Ya domina la sintaxis, conoce alrededor de 2200 palabras, y es capaz de usar tiempos verbales y clasificaciones.
  • De 7 a 12 años: Usa diferentes tipos de oraciones y desaparece el monólogo. Además, se empieza a desarrollar el lenguaje interiorizado.
  • De 12 a adulto: Se produce el dominio completo del lenguaje. El niño ya es capaz de comprender y expresarse en lenguaje abstracto, y usa el doble sentido y el humor. Descubre las etapas del desarrollo en niños.

¿Cual es la diferencia entre trastornos del habla y trastornos del lenguaje?

Cuando un niño presenta insuficiencias en la percepción fonemática, en la articulación de las palabras, no comprende o le cuesta expresar su pensamiento, pueden darse problemas específicos del lenguaje o en la adquisición de la lectura, la escritura y en general en todo el proceso de aprendizaje. ¿Cual es la diferencia entre un trastorno del lenguaje y un trastorno del habla?

El Trastorno del habla es una alteración en la articulación de las palabras, o de su fluencia o ritmo. Las patologías relacionadas son la dislalia, la tartamudez o habla taquilálica (farfulleo).

El Trastorno del Lenguaje (TEL) consiste en la incapacidad de comprender o de expresar una idea. Puede clasificarse en expresivas y comprensivas, siendo sus manifestaciones patológicas el retraso simple del lenguaje, disfasias o afasias.

Las investigaciones realizadas han podido demostrar que determinados síndromes que conllevan una alteración en el lenguaje se relacionan con diferentes regiones del cerebro. Concretamente, en el 90-95 % de casos con trastornos del lenguaje por lesión cerebral (afasia), la alteración está en el hemisferio izquierdo, respondiendo a lesión en el hemisferio derecho en el 5-10 % de casos restantes.

Problemas de lenguaje en cada etapa educativa

  • Desarrollo del lenguaje en la Etapa Infantil: El lenguaje está, en general, desorganizado; dificultades en la pre-lectoescritura.
  • Desarrollo del lenguaje en la Etapa Primaria: 
    • En 1º y 2º de primaria se incide en la adquisición de la lectura y la escritura.
    • En 3º y 4º de primaria se presentan dificultades en la lectura y la escritura y se inician problemas de razonamiento en matemáticas. Incide de forma negativa en el rendimiento de las áreas curriculares.
    • En 5º y 6º de primaria pueden seguir los aspectos anteriores y, además, es cada vez más difícil y costoso la construcción del pensamiento, el aprendizaje es más lento y repercute cada vez más en el rendimiento en las áreas curriculares.
  • Desarrollo del lenguaje en la Etapa Secundaria: Puede haber fracaso escolar reiterativo, cambios de centros educativos y fracasan en su orientación universitaria.

¿Qué puedo hacer si sospecho que mi hijo tiene problemas con el lenguaje?

Si alguno de los síntomas descritos anteriormente lo ves con frecuencia en tu hijo/a, lo primero que tienes que hacer es consultar con un especialista. Un neuropsicólogo podrá realizar una evaluación neuropsicológica, identificar qué problema concreto presenta tu hijo/a, y empezar a trabajarlo cuanto antes. En estos casos, la detección e intervención temprana es siempre un elemento esencial en la optimización de sus recursos cognitivos.

El especialista que esté tratando a tu hijo/a podrá recomendarte herramientas adecuadas. CogniFit es la plataforma interactiva de evaluación y rehabilitación cognitiva más utilizada por los especialistas en terapias de lenguaje. Permite medir, estimular y monitorizar las habilidades cognitivas implicadas en los trastornos de lenguaje: atención, memoria, coordinación, percepción y razonamiento, entre otras.

Estudios clínicos han demostrado que las personas que entrenaron su cerebro con CogniFit, aumentaron de forma significativa su desarrollo cognitivo, actividad de trabajo y rendimiento en la lectura (incrementando en un 14.73% el número de palabras correctas leídas por minuto).

Los juegos clínicos de entrenamiento cerebral son divertidos, y pueden incorporarse fácilmente a las rutinas diarias de tu hijo/a. Cada sesión toma únicamente 15-20 minutos y solo son necesarias 3 sesiones por semana que pueden realizarse desde cualquier ordenador o tablet en casa.

CogniFit está recomendado para niños y niñas mayores de 6 años. Este instrumento profesional ha sido diseñado por especialistas en neuropsicología infantil, con el objetivo de ayudar a profesionales de la salud, padres, o educadores no especializados en psicopedagogía (herramientas de neuroeducación), a analizar los procesos de aprendizaje y desarrollo cognitivo infantil y juvenil.

Los ejercicios de entrenamiento cerebral son personalizados y se adaptan a la edad y particularidades únicas de cada pequeño, trabajando las redes neuronales específicas que están más debilitadas. Mientras ellos se divierten, estamos potenciando su capacidad de aprendizaje, rendimiento y agilidad mental, habilidades imprescindibles para su pleno desarrollo.

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