Claves para combatir el quimiocerebro ¿Cómo superar los efectos de la quimioterapia?

Cuando pensamos en los efectos secundarios de la quimioterapia, normalmente nos viene a la cabeza cosas como la caída del cabello o las náuseas y los vómitos que siguen al tratamiento. Sin embargo, hasta un 75% de los pacientes con cáncer también se quejan de tener, durante el tratamiento, una especie de neblina en la cabeza o en el cerebro que les dificulta pensar y, en más de un tercio de pacientes, estos síntomas continúan durante meses. A este estado de confusión mental se le ha denominado quimiocerebro o quimioneblina, y comprende todo un gran número de síntomas cognitivos que los pacientes con cáncer pueden sentir en mayor o menor grado. Algunas de las dificultades más comunes que suelen comentar son: problemas de concentración (les cuesta mucho prestar atención y mantenerla durante períodos prolongados), también pueden sentir cierto grado de confusión mental e incluso desorientación espacial y por supuesto pérdida de memoria (les cuesta mucho recordar nombre, fechas o números de teléfono). Pero hay más, manifiestan problemas de aprendizaje y se cansan más leyendo, de hecho, parece como si les costara comprender lo que leen. Ser multi-tasking (hacer varias tareas a la vez) ya no es una opción para ellos cuando antes del tratamiento podían hacerlo sin problemas. Además, informan sobre dificultades para ordenar el pensamiento o encontrar la palabra adecuada y en general una mayor lentitud para procesar la información.  Anteriormente ya te habíamos hablado de qué es esta condición, ahora queremos mostrarte cómo combatir el quimiocerebro con unas sencillas claves y pautas de comportamiento.

claves para combatir el quimiocerebro

Claves para combatir el quimiocerebro

Quizás estés agobiado porque con esa neblina en la cabeza no puedes organizarte y funcionar al mismo nivel que solías hacer. Tranquilo, no eres torpe y tampoco tonto. Simplemente estás experimentando uno de los efectos de la quimioterapia. Y aunque de momento parece que no haya ningún tratamiento farmacológico para combatirlo, estamos de suerte porque sí que existen muchas estrategias que podemos poner en práctica para minimizar los efectos negativos de la quimioneblina o quimiocerebro.

1.- Busca el apoyo de tus familiares

La primera clave que puede ayudarte a combatir o manejar mejor el quimiocerebro es buscar la comprensión y el apoyo de tus amigos y familiares. Háblales de las dificultades que está teniendo y de cómo te hacen sentir. Indica a tus familiares que es lo que ellos pueden hacer para ayudarte, por ejemplo, tener un poco más de paciencia si ven que tardas más en encontrar algo, ayudarte en la organización de tareas… Tener su apoyo y comprensión puede minimizar el estrés y ayudarte a relajarte. Estar relajada y tranquila mejorará tu capacidad de atención y concentración.

2.- Aprende a organizarte mejor

Ante las dificultades cognitivas que podemos tener tras el tratamiento con la quimioterapia es importante aprender a hacer que las cosas sean más simples. Para eso no hay nada mejor que aprender a organizarse. Aplicar estas técnicas de organización, hará que nuestro día a día sea más sencillo:

    • Mantén el espacio ordenado. Organiza las cosas en contenedores, estanterías…, etc. Acostúmbrate a guardar las cosas siempre en un mismo sitio. Esto te facilitará encontrar lo que buscas.
    • Uso de agendas y calendarios. Acostúmbrate a anotar todas las citas médicas u otras reuniones o actividades que tengas que hacer en una agenda o en un calendario, y recuerda mirarlos de vez en cuando. Usa un calendario suficientemente grande como para que puedas escribir todo lo que necesites. Puedes ponerlo en un sitio visible y así podrás consultarlo en cualquier momento, casi de forma inconsciente.
    • Haz listas. Las listas de cosas por hacer son de gran ayuda a la hora de organizarnos. Puedes dedicarle un momento por la noche y hacerte una lista con todas las tareas que tienes que hacer al día siguiente. Pero las listas no solo sirven como recordatorio de las cosas que debemos hacer sino que también podemos utilizarlas para ir a comprar o para recordar las pelis que queremos ver, los libros pendientes de leer, puedes hacer listas de los sitios a los que quieres ir… Puedes escribirlas en un post-it y colgarlas en algún sitio donde puedas verlas durante el día (la nevera, tu espacio de trabajo…).
    • Escribe en un cuaderno. Acostúmbrate a llevar siempre un cuaderno de notas contigo, para poder apuntar todas las cosas importantes que se te van ocurriendo durante el día y que no quieres que se te olviden. Así podrás consultarlas más tarde.
  • Establece rutinas. La rutina también nos ayuda a organizarnos mejor. Decidir siempre dejar las llaves en el mismo sitio, impedirá que las perdamos cada dos por tres. También es importante seguir unos horarios diarios, ya que nos da seguridad y confianza.

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3.- Haz ejercicio

La actividad física habitual nos ayuda a mejorar el ánimo, hace que nos sintamos menos cansados y aumenta nuestra capacidad de alerta.

No hace falta que sean ejercicios muy vigorosos, pueden simplemente caminar durante 30 o 40 minutos al día o hacer actividades tipo yoga. Muchos de los pacientes con cáncer nos hablan de los efectos positivos que estas prácticas tienen en sus vidas, tanto a nivel físico como emocional. No solo cuidan su cuerpo, sino también su mente. Con el yoga aprendemos a respirar, oxigenar nuestras células, lo que favorece la relajación y también ayuda a focalizar la atención y aumentar la concentración. 

4.- Cuida tu alimentación

Llevar una dieta saludable es otra de las cosas que puedes hacer para mejorar los síntomas del quimiocerebro. Las investigaciones realizadas al respecto parecen indicar que comer verduras ayuda a mantener un buen ritmo mental. Así que ya sabes, intenta seguir una dieta mediterránea: come muchas frutas y verduras, y  limita el consumo de carnes y productos procesados.

5.- Medita o práctica el Mindfulness

¿Has probado con la meditación? Numerosos estudios científicos corroboran que con la meditación se producen cambios cerebrales que nos hacen sentir más felices y que mejoran los niveles de atención y concentración. La meditación también te ayudará a mantener el estrés a raya, lo que facilitará que tu mente esté más despejada.

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6.- Entrena tu cerebro

A pesar de que podamos sentir nos cuesta más aprender, es importante mantenerse activo mentalmente. Así que puedes aprovechar para apuntarte a una clase que te guste o te inspire, hacer crucigramas, leer libros o cómics si te resulta más sencillo, o bien entrenarse con programas de entrenamiento cerebral para tratar el quimiocerebro como los que propone CogniFit

7.- Toma nota de tus fallos de memoria

Haz un registro apuntando cuando se producen los fallos de memoria: qué estaba haciendo, cómo se ha sentido, dónde estaba, anote también cuando toma la medicación, a qué horas y cómo le afecta. A pesar de que esto puede resultar una labor un poco tediosa, puede ayudarte a darte cuenta de cuando se producen estas pérdidas de memoria y los factores que pueden estar influyendo. Esto te ayudará a organizarte mejor: por ejemplo, puedes programarte las reuniones o actividades importantes a las horas en las que suelas encontrarte mejor e evitar dar charlas en momentos que sabes que vas a encontrarte peor (por ejemplo, 3 horas después de tomarme la medicación).

8.- Usa técnicas mnemotécnicas

Otra de las claves que te puede ayudar a superar o combatir el quimiocerebro es aprender a utilizar algunas técnicas mnemotécnicas que te vayan bien para recordar mejor la información. Quizás te vaya bien utilizar rimas, agrupar palabras por categorías semánticas (crear una lista de la compra categorizando lo que hay que comprar por frutas, verduras, limpieza…), el uso de acrónimos (unión de las iniciales para recordar algo), o la creación de imágenes mentales para recordar donde se ha puesto un objeto.

9.- Acepta el problema

Intenta no ser tan exigente contigo mismo e intenta aceptar el problema del quimiocerebro.  Pensar en él todo el rato de forma negativa, no te ayudará a superarlo.

    • Acepta las dificultades que puedan ir surgiendo.
    • No te frustres si te cuesta hacer varias cosas a la vez, cambia el chip y empieza a hacerlas paso a paso. Concéntrate solo en una tarea e intenta disfrutarla al máximo.
    • Márcate unas metas y objetivos realistas.
    • No te exijas demasiado, simplemente no vale la pena lo mal que te puede hacer sentir y la frustración que provoca exigirse cosas irrealistas.
  • Pide ayuda si crees que la necesitas.

10.- Descansa

Dormir bien y las horas necesarias y que te pida el cuerpo es muy importante. No solo se ha demostrado que un buen descanso mejora la memoria, sino que también influye en nuestro estado de ánimo. Cuando no descansamos estamos más irritables y malhumorados.  Así que no escatimes con las horas de sueño y asegúrate un buen descanso!

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