Todo sobre los accidentes cerebrovasculares (ACVs) – Un manual útil

Descubre esta guía útil sobre los accidentes cerebrovasculares (ACVs) también denominadas ictus, infarto cerebral, o ataque cerebral. Es muy importante estar informados y preparados para actuar ante esta emergencia médica y realizar un tratamiento inmediato. Los accidentes cerebrovasculares ocurren cuando se reduce o interrumpe el aporte de sangre al cerebro. Cuando esto sucede, el tejido cerebral y neuronas dejan de recibir nutrientes, y en unos pocos minutos las células comienzan a morir. Una acción temprana reduce el la el daño cerebral y las complicaciones. Descubre todo sobre los accidentes cerebrovasculares: Qué son, síntomas, tipos, factores de riesgo, cómo detectarlo, cómo ayudar, consecuencias, prevención, y mucho más.  No obstante, si os surgen dudas o queréis aportar alguna sugerencia u observación después de leerlo, ¡dejadnos vuestro comentario abajo y os responderemos encantados!

ccidente cerebrovascular
Accidente cerebrovascular

Todos hemos oído hablar de los accidentes cerebrovasculares (ACVs), más conocidos como ‘ictus’. Sabemos que suponen un problema relacionado con la circulación sanguínea en el cerebro que puede dejar graves secuelas. En las noticias hemos visto numerosos casos de celebridades que han tenido que lidiar con esta afección, y que, en palabras de la actriz española Silvia Abascal, se siente como:”Un latigazo tremendo desde los oídos hasta el centro de la cabeza. Profundo. Violento.” Estas sobrecogedoras palabras podrían tocarnos más de cerca, pues nadie está libre de sufrir un ACV. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es un accidente cerebrovascular?

Definición y concepto

Los accidentes cerebrovasculares (ACVs) se producen cuando la vascularización cerebral (aporte sanguíneo al cerebro) se ve interrumpida o restringida. Ante un inadecuado riego sanguíneo, nuestro cerebro no puede obtener el oxígeno y los nutrientes necesarios para su funcionamiento. Lo que supone la pérdida casi inmediata de las células cerebrales no irrigadas.

Otros nombres con los que se conocen los accidentes cerebrovasculares: Infarto cerebral, ictus, ataque cerebral..

Los ACVs son comúnmente llamados ‘ictus‘. Sin embargo, también se asocian a los términos ‘infarto cerebral‘ o ‘ataque cerebral‘ debido a la consecuencia que provocan, pues el infarto hace referencia a un área de muerte, a la zona del cerebro que queda necrosada como consecuencia del ictus. Necrosada quiere decir muerta, inservible.

Datos poblacionales acerca de las enfermedades cardiovasculares (ECVs)

Los ACVs pertenecen a la categoría de enfermedades cardiovasculares (ECVs), las cuales agrupan todos los trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos. Impacta saber que las ECVs suponen la primera causa de ingreso hospitalario por trastorno neurológico, así como la primera causa de defunción en el mundo.

La última cifra registrada data del año 2012, en el que se calculó la muerte de 17,5 millones de personas debido a Enfermedades Cardiovasculares ECVs (lo que supone un 31% de las muertes anotadas a nivel mundial). En concreto, 6,7 millones se atribuyen a los ACVs. No obstante, no todos los números son desalentadores, un esperanzador 80% de los ACVs prematuros se puede prevenir. Estos y otros datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos advierten de la importancia de estar informados sobre esta clase de enfermedades.

Causas de los accidentes cerebrovasculares: ¿Por qué se producen?

Para explicar las causas de los ACVs tenemos que diferenciar entre los dos tipos de accidente cerebrovascular existentes: los accidentes isquémicos, que constituyen el 80-85% de los casos; y los accidentes hemorrágicos, que consituyen el 20-15% restante.

  • Si estamos hablando de accidentes isquémicos, la causa es la isquemia. Las isquemias son obstrucciones de los vasos sanguíneos, normalmente producidas por embolias o por trombosis. Siendo las últimas de mayor gravedad.
  • Si nos referimos a accidentes hemorrágicos, la causa es la hemorragia. Las hemorragias son roturas de los vasos sanguíneos, esencialmente originadas por la presencia de aneurismas (formaciones que causan debilidad en las paredes de las venas, arterias y capilares.

En el primer caso, las células cerebrales se verán privadas de flujo sanguíneo; mientras que, en el segundo caso, habrá exceso de flujo sanguíneo. En ambos casos, el resultado es el mismo para el cerebro: la zona en la que se ha producido queda inutilizada tras el accidente.

Síntomas de los accidentes cerebrovasculares: ¿Cómo detectar las señales de un ACV?

Aquellos signos que nos indican que podríamos estar ante la presencia de un ictus y que debemos aprender a identificar son:

  • Insensibilidad o parálisis de la cara, los brazos o las piernas; de manera más acentuada en un lado del cuerpo.
  • Dificultades al caminar, pérdida de equilibro y problemas de coordinación. Incluyendo sensación de vértigo y mareos.
  • Un agudo y súbito dolor de cabeza.
  • Problemas de comunicación, tanto para hablar como para entender; lo que suele llevar a un estado de confusión.
  • Trastornos en la visión. Dificultades para ver con claridad o de forma nítida con uno o ambos ojos.

Estos síntomas son generales, pero estarán más o menos pronunciados de acuerdo a las diferentes partes del cerebro afectadas. Como sabemos, el cerebro se divide en cuatro lóbulos: frontal, parietal, temporal y occipital. Y, aunque todas las partes están conectadas entre sí, existen funciones específicas para cada una. Por ejemplo, el lóbulo occipital es el más relacionado con la visión. Con lo cual, si la hemorragia o la isquemia cerebrales han dañado principalmente esa zona, el síntoma más destacado serán los trastornos en la visión.

Importancia de reconocer un accidente cerebrovascular a tiempo

Un ACV es una urgencia médica. Actuar a tiempo es crucial en estos casos. Nuestro cerebro se está ahogando al no recibir la oxigenación adecuada, así que cada minuto cuenta. Cuanto antes recibamos el tratamiento hospitalario necesario, menor será el número de células nerviosas perdidas y mayores las posibilidades de recuperación, evitando minusvalías que nos acompañarían de por vida.

Consecuencias de los accidentes cerebrovasculares: ¿Qué daños ocasionan?

Dependiendo de la gravedad del problema vascular ante el que nos encontremos, los daños van a variar. En ocasiones, el ictus no desencadena excesivos daños, con lo que va a ser posible que el paciente se recupere por completo. No obstante, en los casos más extremos, las secuelas son para siempre.

Para comprender las consecuencias de los accidentes cerebrovasculares ACVs, es necesario conocer el riego sanguíneo del cerebro. Principalmente hay tres arterias que irrigan la base del cerebro: arteria cerebral anterior, media y posterior. Su nombre se corresponde con la zona que cubre. En función de la arteria cerebral que se haya visto afectada, los trastornos resultantes serán diferentes.

Hay que tener en consideración que las lesiones van a producir afecciones a nivel físico, psicológico y cognitivo. El daño físico es el que observamos a simple vista. Sin embargo, también suele producirse un cambio de índole cognitivo, así como psicológico, en la persona que padece un ACV.

Consecuencias físicas de un accidente cerebrovascular

  • Gran parte de las lesiones físicas están relacionadas con el movimiento. Suelen ser parálisis parciales o abarcar prácticamente la totalidad del cuerpo. En relación con ello, a nivel muscular pueden sufrir espasticidad, es decir, los músculos se mantienen en un estado de contracción que dificulta la capacidad motora.
  • También son frecuentes los trastornos del lenguaje. Problemas como las afasias, que dificultan el habla y la capacidad comunicativa. Tras haber sufrido un ACV, se puede volver complicado entender lo que la persona quiere expresar.
  • Además, podemos encontrar alteraciones a nivel visual. La visión del paciente quedará reducida.
  • Otra de las alteraciones comunes es la disfagia o dificultad para tragar. Pudiendo provocar fuertes dolores en la persona, que tendrá que ingerir la comida a través de sondas.
  • Asimismo, entre los principales problemas físicos están los de sensibilidad a causa del desorden producido en la circulación sanguínea. Pueden notar una molesta sensación de hormigueo a lo largo del cuerpo.

Consecuencias cognitivas de un accidente cerebrovascular

Tras la presencia de un ictus, son frecuentes las alteraciones de carácter cognitivo. Suelen verse afectadas la atención y la memoria, entre otras. Especialmente en estas capacidades es fundamental conocer la gravedad del accidente cerebrovascular ACV, pues si la lesión es mínima, lo normal es que el paciente se recupere completamente. En caso contrario, serán necesarios unos cuidados específicos que poco pueden hacer ante la irreversibilidad del accidente.

Consecuencias psicológicas de un accidente cerebrovascular

Esta clase de daños a menudo van de la mano de los anteriores, y son igual de importantes. Tras el ictus, es usual que el enfermo presente cambios en su comportamiento, un carácter más irascible y estados depresivos. Caer en una depresión es sumamente perjudicial para el proceso de rehabilitación; luego, es una consecuencia a la que debemos prestar especial atención.

Primeros auxilios en accidentes cerebrovasculares: ¿Cómo actuar ante un ACV?

Una vez aprendidos los síntomas asociados a los ACVs, deberíamos ser capaces de reconocerlos y de, en caso de padecerlo en primera persona, buscar atención médica inmediatamente. Las 3 primeras horas tras el ACV son decisivas, debemos intentar acudir al hospital durante ese período de tiempo con la mayor urgencia posible. Y lo mismo ocurre si es otra persona quien está sufriendo el ataque cerebral. ¿Cómo podríamos ayudar nosotros? Lo primero, si no estamos seguros de que esa persona está experimentando un ACV, es pedirle que realice un par de acciones muy fáciles y rápidas. Por ejemplo:

  • Sonreír; si su sonrisa es asimétrica, podemos encontrarnos ante un ictus.
  • Levantar ambos brazos y mantenerlos erguidos; si no es capaz de llevar acabo esta tarea, estamos ante un posible ictus.
  • Contestar a alguna pregunta sencilla (¿Cómo te llamas? ¿Dónde vives?); si tiene dificultades para entenderte y/o responder, podría haber sufrido un ictus.

Si la persona muestra todos o la mayoría de los signos asociados al ACV, no hay tiempo que perder. Debemos llamar al número local de emergencias de manera inminente.

Principales factores de riesgo del accidente cerebrovascular

Los factores de riesgo son prácticamente los mismos para todas las ECVs. Algunos, los no modificables, no dependen de nosotros; mientras que los modificables, podemos controlarlos, cambiarlos o evitarlos para vernos en una posición de menor riesgo.

No modificables

  • Tener hipertensión arterial.
  • Padecer alguna cardiopatía.
  • Sufrir de diabetes.

Estas tres afecciones no pueden curarse, pero sí controlarse.

  • Presentar antecedentes familiares relacionados con las ECVs.
  • La edad: el riesgo aumenta con la edad, especialmente a partir de los 65 años.
  • El sexo: es más frecuente en hombres. Sin embargo, las mujeres se encuentran en riesgo considerable tras un embarazo.

Modificables

  • Llevar un hábito de vida sedentario.
  • Seguir una dieta rica en grasas.
  • Tener el colesterol alto.
  • Padecer sobrepeso u obesidad.
  • El tabaquismo (activo en mayor medida, pero también pasivo).
  • El alcoholismo.
  • El consumo de drogas más potentes como la cocaína y ciertos medicamentos.
  • La toma de píldoras anticonceptivas.

¿Cómo prevenir un accidente cerebrovascular?

Tras conocer los principales factores de riesgo relacionados con el ACV, sabemos que hay ciertas pautas que podemos llevar a cabo para prevenir la aparición de un infarto cerebral:

  • Controlar la hipertensión; evitando situaciones estresantes, haciendo ejercicio de forma regular o disminuyendo el consumo de alcohol y sodio, entre otros.
  • Controlar la diabetes; manteniendo un peso saludable, supervisando la toma de medicamentos y realizando ejercicio fisico.
  • Hacer ejercicio aeróbico con regularidad. Este tipo de ejercicio es el más indicado para prevenir los problemas cardiovasculares. Se recomienda dedicar unos 30 minutos diarios a realizar esta actividad.
  • Reducir la cantidad de colesterol eliminando la ingesta excesiva de grasas (saturadas y trans). Aunque, si esto no es suficiente, existe medicación específica para la disminución del colesterol.
  • Comer sano y mantenerse en un peso saludable. Es recomendable seguir una dieta rica en frutas y vegetales.
  • No fumar y reducir el consumo de alcohol.
  • Evitar las drogas ilegales.
  • Tomar medicamentos preventivos (como los anticoagulantes), especialmente aconsejables para la población de alto riesgo.

Evaluación: ¿Cómo saber qué daños ha producido el accidente cerebrovascular?

El diagnóstico que tiene que elaborar el médico para evaluar las lesiones producidas por el accidente cerebrovascular ACV se divide en tres áreas diferenciadas: física, neurológica y cognitiva.

Evaluación física

A nivel físico, el médico tiene que realizar un examen general para verificar la condición motora del paciente. Así como, su sensibilidad, visión, reflejos, comprensión y habla. También auscultará al enfermo para comprobar el estado de sus arterias y se fijará en los niveles de presión arterial.

Evaluación neurológica

Sólo con el examen físico es difícil determinar el tipo, la localización y la extensión del ACV. El médico tiene que llevar a cabo una evaluación neurológica para conocer la exactitud de los daños. Para desarollar esta evaluación, el médico utilizará principalmente técnicas de neuroimagen, como una tomografia computerizada (TC) del cerebro o una resonancia magnética (RM) del mismo. Pero, además, son útiles:

  • Las ecografías (ecocardiografía, dúplex carotídeo, angiografía de la cabeza…) para valorar posibles afecciones en el flujo sanguíneo de determinadas zonas.
  • El electracardiograma (ECG) para comprobar el ritmo de los latidos del corazón.
  • Diversas pruebas sanguíneas a través de las cuales podemos conocer los niveles de azúcar y colesterol.
  • La punción raquídea para examinar el líquido cefalorraquídeo.

Evaluación cognitiva: CogniFit

Para completar el diagnóstico, es necesaria una evaluación cognitiva. Como ya sabemos, ciertas capacidades cognitivas suelen verse afectadas tras la aparición de un infarto cerebral. Un modo bastante preciso de estima los daños neuropsicológicos del paciente es la realización de tests. Sin embargo, no es válida cualquier batería. Si deseamos evaluar capacidades como la atención o la memoria, CogniFit ofrece una Batería de Evaluación Cognitiva General (CAB):

CogniFit Innovador test neuropsicológico online. Estudia el funcionamiento cerebral y realiza un completo screening cognitivo. Evalúa de manera precisa un largo rango de habilidades y detecta el bienestar cognitivo (alto-medio-bajo). Identifica debilidades y fortalezas en las áreas de memoria, atención-concentración, funciones ejecutivas, planificación y coordinación.

Tratamiento: ¿Cómo mejorar las lesiones ocasionadas por el accidente cerebrovascular?

Prácticamente la totalidad de casos de ictus requieren hospitalización. Una vez en el hospital, el tratamiento será diferente en función del tipo de ACV.

Tratamiento farmacológico/quirúrgico

Si el paciente presenta un accidente isquémico (recordemos que son los más frecuentes), el tratamiento es principalmente farmacológico. El médico adimistra medicamentos, vía oral e intravenosa, diseñados para la disolución del coágulo sanguíneo que está obstruyendo las venas. Aunque, si han pasado más de 3 horas tras haberse producido el ictus, es necesaria una intervención de mayor urgencia y se opta por la intervención mediante la extracción mecánica del coágulo.

Si el paciente ha sufrido un accidente hemorrágico, el tratamiento es más laborioso. Los medicamentos no son una solución en este caso, es fundamental la intervención quirúrgica para reparar los vasos sanguíneos y vacíar la zona inundada. Entre las operaciones que habitualmente se realizan están el grapado quirúrgico y el bypass intracraneal.

En ambos casos, para controlar la presión arterial se suelen utilizar analgésicos.

Programa de rehabilitación

Cuando se ha terminado con el tratamiento de urgencia, el personal médico habilita un programa de rehabilitación personalizado para cada paciente, ya que las lesiones de unos y otros suelen variar enormemente. Mediante la rehabilitación se busca la mejora de los daños reversibles a nivel físico, es decir, aquellos problemas relacionados con la movilidad, la coordinación, el lenguaje, la visión y la deglución, entre otros.

La recuperación de los ACVs tiende a ser un proceso lento, determinado por cuestiones como la edad del paciente, su historial clínico o su estilo de vida.

Técnicas neuropsicológicas: Estimulación Cognitiva con CogniFit

Finalmente, debe tenerse en cuenta la mejora de las capacidades cognitivas dañadas, como la memoria y la atención. Para su tratamiento, es aconsejable seguir técnicas de brain training o entrenamiento cerebral. La estimulación cognitiva puede dar muy buenos resultados si los daños son reversibles. CogniFit dispone de programas específicos de estimulación cognitiva perfectamente aplicables a estos casos, como un amplio abanico de Juegos para entrenar la memoria e, incluso, un tratamiento específico para Lesiones cerebrales.

CogniFit tecnología líder en envaluaciones neuropsicológicas y rehabilitación cognitivaCogniFit tecnología líder en envaluaciones neuropsicológicas y rehabilitación cognitiva
CogniFit programa científico líder en evaluación mental y entrenamiento cerebral online adaptado a tus necesidades cognitivas específicas. Descubre tu estado cognitivo en menos de 30-40 minutos. La herramienta clínica mas utilizada y recomendada por profesiones.

Consejos y recomendaciones: ¿Cómo cuidar a una persona que ha sufrido un accidente cerebrovascular?

El cuidado de una persona que ha sufrido un ACV suele venir de la familia. No obstante, los amigos también son un pilar fundamental. Si nos encontramos en cualquiera de estas posiciones, debemos ser empáticos y comprender la situación tan intensa por la que nuestro/a familiar o amigo/a acaba de pasar.

Accidentes cerebrovasculares.
Accidentes cerebrovasculares.

Servimos de apoyo a esa persona cuando la acompañamos en su proceso de rehabilitación, a nivel físico, pero sobre todo emocional; e incluso, a nivel cognitivo (existen diversas actividades que estimulan el cerebro y se pueden realizar conjuntamente). Y, al mismo tiempo, somos de gran ayuda si la impulsamos a recuperar la vida social y ociosa que llevaba antes del accidente. Recuperar sus aficiones y pasatiempos preferidos es la mejor forma de volver a la normalidad, que es lo que nuestro ser querido está deseando.

Lo más importante es ser pacientes. Si sabemos que la recuperación, no tiene sentido enfadarnos o frustrarnos con la otra persona si a la primera no le salen las cosas o no se ven los progresos. Probablemente nuestro/a amigo/a o familiar pase por diversas fases de depresión y esté más irascible de lo normal, lo último que necesita es un ambiente que le induzca estrés o malos sentimientos. Y es totalmente entendible que esta situación pueda quemarnos o desgastarnos. En ese caso, nosotros, como cuidadores, también podemos buscar ayudas externas; y echar mano, por ejemplo, de la Psicología.

Es fundamental no perder la esperanza y no dejar de creer que, tras el ictus, es posible ser feliz.