Trastorno Adaptativo: Qué es, cuáles son los síntomas, tratamiento y mucho más
Trastorno adaptativo. Todas las personas, en algún momento de nuestra vida, tenemos que hacer frente a determinados eventos o sucesos negativos. Podemos decir que toda situación, estímulo o acontecimiento que nos obligue a realizar algún tipo de esfuerzo adaptativo, puede ser considerado una reacción de estrés.
Algunas personas, no reaccionan de una forma adaptativa por lo que esta situación les genera malestar y les impide llevar a cabo su vida con total normalidad, es decir manifiestan un Trastorno Adaptativo.
¿Qué es el Trastorno Adaptativo? Definición y concepto
El trastorno adaptativo es un problema bastante común, que provoca un malestar intenso en las personas que lo vivencian. Las personas que sufren un trastorno de adaptación, tienen la sensación de que la situación a la que se enfrentan es insostenible, se sienten totalmente sobrepasados y atrapados. Incapaces de encontrar una solución o salir de esa situación en la que se encuentran. Esa dificultad extrema para afrontar una determinada situación genera importantes sentimientos de desesperanza y frustración.
El Trastorno Adaptativo, también denominado trastorno de adaptación, puede definirse como una reacción emocional o comportamental ante una situación o un evento que genera una respuesta de estrés agudo, por la que la persona puede llegar a sentirse inadaptada.
El trastorno de adaptación provoca un malestar intenso y desproporcionado. La persona que lo vivencia siente que es incapaz de afrontar sus problemas o planificar su futuro. Este sentimiento le produce importantes cambios en el estado de ánimo, generando frustración, ansiedad, irritabilidad e incluso depresión.
La mayoría de estas reacciones no son muy severas, sin embargo sí producen un gran malestar a la persona que lo sufre y ocasionalmente requieren atención profesional. De hecho, el Trastorno Adaptativo es uno de los problemas psicológicos más frecuentes en el contexto de atención primaria y hospitalaria, siendo un 21% de las consultas en centros médicos.
¿Cuáles son los síntomas de un trastorno de adaptación?
El Trastorno Adaptativo es un trastorno muy heterogéneo y se carece de una lista de síntomas certeros como en el caso de otros trastornos. Sin embargo, a continuación detallamos algunos posibles síntomas del trastorno de adaptación: estado de ánimo triste, baja motivación por actividades que antes eran placenteras (anhedonia), llanto frecuente, sentimientos de desesperanza e incapacidad, fatiga, síntomas de ansiedad, disminución del apetito sexual, absentismo laboral o escolar, preocupaciones de forma obsesiva, aislamiento social, fatigabilidad, somatizaciones (dolores de estómago, cabeza…) o consumo de alcohol, drogas o fármacos.
La duración del Trastorno Adaptativo es diferente según el manual diagnóstico que usemos. En el DSM-5 el inicio de los síntomas debe estar entre los tres meses posteriores al acontecimiento, en el caso del CIE-10, el inicio se reduce a un mes.
El DSM-5 propone los siguientes criterios diagnósticos para el Trastorno Adaptativo…
A) Aparición de síntomas emocionales o comportamentales en respuesta a un estresante identificable que tiene lugar dentro de los tres meses siguientes a la presencia del estresante. B) Estos síntomas o comportamientos se expresan, clínicamente del siguiente modo: 1- Malestar mayor de lo esperable en respuesta al estresante. 2- Deterioro significativo de la actividad social, laboral o académica. C) La alteración relacionada con el estrés no cumple los criterios para otro trastorno específico y no constituye una simple exacerbación de un trastorno preexistente. D) Los síntomas no responden a una reacción de duelo. E) Una vez ha cesado el estresante (o sus consecuencias), los síntomas no persisten más de 6 meses. Especificar si: – Agudo: La alteración dura menos de 6 meses. – Crónico: Si la alteración dura 6 meses o más. Los Trastornos Adaptativos son codificados según el subtipo, que viene determinado por los síntomas predominantes.
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En el Manuel DSM-5, este trastorno se incluye, junto al Trastorno de Estrés Postraumático y Trastorno de Estrés Agudo, dentro del capítulo “Trastornos relacionados con Traumas y Estresores”.
¿Qué puede causar un Trastorno Adaptativo?
Cada persona es diferente, y a cada uno de nosotros nos puede provocar estrés diferentes situaciones. Por ello, las causas del trastorno adaptativo son muy variadas, y están relacionadas con la relación personal que tenemos cada uno de nosotros a ciertos acontecimientos.
Algunos ejemplos de causas que pueden ser el detonante de un trastorno adaptativo son las siguientes:
- Problemas familiares (por ejemplo, divorcio o ruptura de pareja,)
- Problemas laborales (despido, cambio de trabajo, desempleo, bulling o burn out)
- Accidente (tráfico, laboral etc.)
- Cambio de residencia
- Dificultades económicas
- Enfermedad (paciente oncológico, con alguna enfermedad crónica etc.)
Todas estas situaciones, tienen en común que necesitan una respuesta de adaptación para hacerles frente.
Las situaciones que provocan un Trastorno de adaptación cambian según el manual de diagnóstico. Para el CIE-10 las reacciones de duelo, el shock cultural o el hospitalismo podrían considerarse trastornos adaptativos. En el DSM-5 se excluye duelo, problemas académico, laboral, de identidad o espiritual.
¿Por qué unas personas desarrollan una reacción desadaptativa y otras no?
La respuesta a esta pregunta depende de muchos factores. Para responderla tendremos que tener en cuenta los factores de riesgo y la capacidad de afrontamiento personal.
Factores de riesgo
- Vulnerabilidad biológica. Hay una cierta predisposición genética a los trastornos de ansiedad y a las reacciones ante el estrés. Se ha comprobado a través de estudios con gemelos y familias que se hereda una vulnerabilidad hacia los trastornos de ansiedad.
- Vulnerabilidad psicológica. Variables como escasas habilidades sociales, baja autoestima, bajo sentimiento de autoeficacia, locus de control externo, estilos de crianza o tipos o estilos de apego.
- Experiencias personales. Existen determinadas circunstancias que pueden afectar en mayor medida y predisponernos a padecer un trastorno de adaptación. Así mismo, el hecho de haber tenido experiencias similares ayudan a que la capacidad de afrontamiento sea mayor.
- Disponibilidad de recursos sociales y personales. Una red social que sirva de apoyo puede reducir el riesgo de parecer un trastorno adaptativo, incrementando el sentimiento de eficacia personal. Por el contrario, la falta de apoyo familiar, psicosocial y económico aumenta el riesgo.
- Características del estresor. Forma de presentación del evento estresante, número de estresores, significación personal, tiempo en el que se presenta (crónico o agudo etc.).
Los trastornos adaptativos suelen ser más frecuentes en mujeres que se enfrenten a situaciones de cambio vivencial. En cuanto a los síntomas, son más frecuentes los síntomas ansiosos y depresivos leves o moderados.
Creo que tengo un trastorno adaptativo, ¿qué debería hacer? Consejos
Si piensas que tú mismo o alguien de tu entorno puede estar padeciendo un Trastorno Adaptativo, a continuación te doy una serie de consejos:
1- El trastorno adaptativo es un problema bastante habitual que afecta a muchas personas, y salvo algunos casos no suele ser severo, pero es importante cuidarte para que puedas volver a sentirte bien.
2- Es muy importante identificar la fuente de estrés y determinar si se pueden reducir o eliminar. Esto nos ayudará a determinar si debemos comenzar a aceptar la situación y dejar de luchar contra ella, o realizar algunos cambios en nuestra vida para afrontarla mejor.
3- Hazte la siguiente pregunta: ¿Cómo me afecta esta situación? ¿Puedo reformularlo y tomarlo como una oportunidad para ponerme a prueba?. Haz una lista de posibles aspectos o ideas positivas que pueda aportarte esta nueva situación a la que te expones, esto nos ayudará a refocalizar el problema y centrarnos en nuestras cualidades y capacidades positivas.
4- Focaliza tu atención en cambiar la interpretación del estresor y/o potencia tus redes sociales: comunícate con alguien de confianza, sal a menudo, rodéate de gente que te valora o establece nuevas relaciones. Una buena red social puede ayudarnos a disminuir el estrés y ansiedad sentida.
5- Realiza ejercicio físico (sólo o en grupo) a menudo, práctica algún tipo de meditación o relajación y ejercicios de respiración. Realiza actividades que te gusten y motiven a menudo y que fomenten un estado de ánimo positivo.
6- En la medida de lo posible, trata de desviar el pensamiento y centrarlo en aspectos positivos. En muchas ocasiones, rumiamos los problemas de forma innecesaria.
El mayor arma contra el estrés es nuestra habilidad para elegir un pensamiento sobre otro” William James
Relación entre Trastornos Adaptativos y el estilo de afrontamiento al estrés
Cada uno de nosotros reaccionamos de forma diferente a un acontecimiento estresante. Estas reacciones pueden ser de diferente tipo, ya sean fisiológicas (cambios físicos u hormonales) o psicológicas (sensación subjetiva de malestar emocional, ansiedad, miedo, ira, depresión..). Por tanto, el afrontamiento es un mediador fundamental en la respuesta emocional ante el estrés.
¿Cómo superar el estrés? Se denominan estrategias de afrontamiento a los esfuerzos, tanto cognitivos como conductuales, con los que hacemos frente a la situación que genera estrés y al estado desagradable vinculado con éste. Podemos adoptar un afrontamiento activo, buscando soluciones que puedan ayudarnos a controlar, cambiar o hacer frente al evento estresor, o pasiva por ejemplo, evitándolo. Es necesario recordar, que la evitación de los problemas puede ser efectiva sólo a corto plazo.
Podríamos clasificar también los estilos de afrontamiento como un proceso orientado hacia el problema y hacia la emoción. El primero consistiría en focalizar nuestra activación sobre nosotros o el estresor, modificando nuestro comportamiento o buscando soluciones eficaces que nos ayuden a reducir el malestar. El afrontamiento centrado en la emoción, se llevaría a cabo cambiando el enfoque o la interpretación que hemos hecho del estresor,distanciándonos de él, buscando apoyo social o aceptando nuestra responsabilidad.
La capacidad de afrontamiento variará en función de la persona, la situación y el control que podamos ejercer sobre nuestro foco de estés. Dependiendo de la situación o el foco de estrés será más eficaz un estilo de afrontamiento y otro. El en caso de que sea un problema sobre el que no tenemos control, sería más eficaz un afrontamiento centrado en la emoción. El afrontamiento centrado en el problema sería más eficaz en el caso de que podamos actuar sobre el foco de estrés.
Posibles Tratamientos del Trastorno Adaptativo
Actualmente no se dispone de un tratamiento basado en la evidencia para el Trastorno Adaptativo, aunque sí recomendaciones generales para sus síntomas.
Estas recomendaciones versan fundamentalmente sobre las técnicas cognitivo conductuales, adaptándolas a cada caso de forma individual: resolución de problemas, entrenamiento en habilidades sociales o de comunicación, control de impulsos, manejo de la ira y manejo de estrés. Se recomiendan intervenciones focales, breves y rápidas.
Se han diseñado estrategias específicas para el Trastorno Adaptativo centrado en problemas laborales, basadas en el enfoque de contingencia temporal (aumentando la actividad de la persona según un esquema temporal estructurado previamente) y de tratamientos cognitivo conductuales (estrategias de inoculación del estrés), con el objetivo de desarrollar y poner a prueba procedimientos de solución de problemas.
Desde la Psicología Positiva, se está planteando desarrollar intervenciones específicas, que complementen a las cognitivo conductuales. El objetivo es promover el bienestar y fortalecer las cualidades positivas de las personas y las capacidades personales, para hacer frente a los diferentes retos que plantea la vida cotidiana.
Así mismo, psicoterapia en grupo (formado por personas con factores estresantes similares) o individual para potenciar las verbalizaciones de los temores, expresar la rabia, indefensión, preocupaciones y/o desesperanza pueden ser muy beneficiosos. Y dentro de ésta enfatizar las emociones positivas y explorar los cambios como producto de la capacidad de afrontamiento de la persona.
Otro posible tratamiento, que se está investigando actualmente, es la Realidad Virtual. Un ejemplo es “el Mundo de Emma”, un software que dispone de varios escenarios relacionados con diferentes emociones. Su uso mayoritario es el Trastorno de Estrés Postraumático con resultados alentadores. Algunos autores, piensan que podría usarse de forma efectiva en pacientes con diferentes trastornos entre ellos el Trastorno por Adaptación.
Para ampliar: Consideraciones a tener en cuenta en el tratamiento y entrevista clínica del paciente
A lo largo de la entrevista, debemos conseguir una adecuada comprensión de la persona, de su sistema de apoyo social y del medio en el que vive, esto nos ayudará a intentar potenciar su capacidad de adaptación y afrontamiento. A través de estos datos, podremos valorar el cese (en la medida de lo posible) del agente estresor o reducir su influencia.
Debemos realizar una fase de psicoeducación, dónde explicar los fundamentos del estrés y las diferentes reacciones e impactos que puede tener en nuestras vidas. Durante esta fase del tratamiento, es útil mencionar el significado positivo que pueden tener los problemas, la utilidad de éstos para experimentar un crecimiento psicológico y una mayor autoeficacia percibida.
Otro punto importante es dotar a la persona de habilidades de afrontamiento y/o solución de problemas así como tener en cuenta los factores de riesgo que afrontan las personas. Por tanto, debemos incluir técnicas que aumenten las capacidades personales para afrontar diferentes problemáticas que puedan estar interfiriendo en la vida de la persona. Algunas de éstas pueden ser Solución de Problemas de D´Zurilla y Goldfried para fomentar la generalización de respuestas potencialmente eficaces, analizando el problema desde diferentes perspectivas.
Las técnicas de control fisiológico (relajación o meditación), ejercicio físico o el aumento de las actividades agradables ayudan a manejar la ansiedad. También se pueden usar técnicas de distracción o actividades de dominio y agrado.
Si se trata de un Trastorno Adaptativo en el cuál los síntomas predominantes son de tipo depresivo, técnicas como la reestructuración cognitiva o activación conductual pueden ser útiles en la práctica clínica.
Otro aspecto a tener en cuenta es la evitación o escape de ciertas situaciones, lugares o personas. Si tras algún acontecimiento, la persona presenta estas conductas debemos explicar las consecuencias negativas de éstas y elaborar un plan de exposición.
Por último, recordar que hay que tener en cuenta las dificultades de la persona para hacer frente al estrés, evaluando sus capacidades personales.
Referencias Bibliográficas
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Psicóloga Sanitaria en continua formación. Interesada en trastornos psicológicos, sus tratamientos y la Psicología del Envejecimiento.
Curiosa por naturaleza, me encanta ayudar a los demás y dar lo mejor de mí. Espero contribuir a través de artículos, consejos y curiosidades dirigidos a cualquier persona interesada en el contenido.
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