Terapia Cognitivo Conductual (TCC): Guía con todas las preguntas y respuestas
Una guía completa sobre la Terapia Cognitivo Conductual TCC. Descubre aquí respuesta a todas tus preguntas: Qué es, para qué sirve, en qué consiste, cómo se aplica, los tipos de TCCs, diferentes técnicas y ejercicios, duración de la terapia, fases, qué sucede en las diferentes consultas, para qué casos y trastornos es eficaz; sus beneficios para la depresión, para los problemas de ansiedad, fobias, adicciones, TOC, ataques de pánico, estrés post traumático, bulimia, etc… Si tienes cualquier pregunta, o quieres compartir con nosotros tu experiencia, puedes dejarnos tu comentario abajo y te responderemos.
En este artículo trataremos de responder a todas tus dudas. La Terapia Cognitivo Conductual se utiliza para que las personas aprenden a identificar y cambiar los patrones de pensamiento destructivos o perturbadores que tienen una influencia negativa en el comportamiento. ¡Sigue leyendo!
Qué es la Terapia Cognitivo Conductual (TCC). Definción
La Terapia Cognitivo Conductual TCC es una forma de tratamiento psicológico que se puede aplicar a muchos ámbitos y problemas. Investigaciones científicas han demostrado que la TCC es eficaz para tratar varios tipos de trastornos como la depresión, diferentes tipos y síntomas de ansiedad, fobias, problemas de adicción, TOC, ataques de pánico, estrés post traumático, bulinia, etc… y también, para tratar a personas con problemas físicos que algunas veces también implican dificultades psicológicas.
La Terapia Cognitivo Conductual se basa en la idea de que nuestros pensamientos y sentimientos influyen, y tienen un papel esencial en nuestro comportamiento.
Por ejemplo, una persona experimenta su primera crisis de ansiedad en un transporte público y días después sigue pensando y dando vueltas a ese incidente. El miedo a que se produzca ese mismo problema, hace que esa persona trate de evitar a toda costa trasladarse de nuevo en transporte público. Sus pensamientos influyen en su comportamiento. Conoce la historia de María y cómo empieza un trastorno de pánico.
¿Para qué sirve la Terapia Cognitivo Conductual TCC?
El objetivo que persigue la terapia cognitivo conductual es enseñar a los pacientes que, aunque no pueden controlar todos los aspectos que les rodean, si pueden retomar el control sobre cómo interpretar y manejar las diferentes situaciones que suceden en su entorno.
La Terapia Cognitivo Conductual sirve para ayudar a entender problemas complejos, dividiéndolos en partes mas sencillas. De forma que el paciente pueda comprender cómo las diferentes partes están conectadas entre sí, y entienda cómo le afecta cada una de ellas.
La Terapia Cognitivo Conductual persigue dividir una situación difícil o un problema en las diferentes áreas que pueden derivarse de ella como son:
- Los pensamientos
- Emociones y sentimientos
- Sensaciones físicas
- Comportamientos
Y en cómo cada una de estas áreas afectan a las demás. Por ejemplo, los pensamientos que tiene una persona sobre un problema, pueden afectar a nivel físico y emocionalmente, y en consecuencia, alterar cómo esa persona se comporta ante ese problema.
En resumen, la Terapia Cognitivo Conductual sirve para ayudar a los pacientes a comprender cómo sus pensamientos y sentimientos influyen directamente en su comportamiento.
La TCC le puede ayudar a un paciente a romper el círculo vicioso entre pensamientos, emociones, y comportamientos negativos. Cuando el paciente es capaz de visualizar con claridad las diferentes partes de este círculo vicioso es capaz de cambiarlas y así modificar la forma en la que se siente. Abordando nuevas formas de afrontar sus problemas.
Duración de la Terapia Cognitivo Conductual TCC
La Terapia Cognitivo Conductual es una terapia psicológica de corto plazo que normalmente consiste en entre 5 y 20 sesiones, e implica ver al psicólogo una vez a la semana.
A lo largo de una terapia TCC se definen y establecen una serie de tareas que el paciente debe realizar entre sesiones. El tratamiento se llama Cognitivo Conductual porque la intervención se centra, en los patrones de pensamiento del paciente, también denominados cogniciones. Y por otro, en sus comportamientos.
¿En qué consiste la Terapia Cognitivo Conductul TCC? Las Técnicas
Una TCC comienza dividiendo los problemas del paciente en pequeños componentes tratando, en este proceso, de identificar cuales son los pensamientos y comportamientos problemáticos.
Una vez que estas dificultades están identificados, el profesional debe sugerir formas proactivas, estrategias y técnicas en las que trabajar para promover la recuperación del paciente, para minimizar las probabilidades de experimentar el problema de nuevo.
En Terapia se aplican principalmente dos técnicas.
1 – Pruebas a favor y en contra: Dialogar con el psicólogo o terapeuta las pruebas que el paciente tiene a favor y en contra de esas creencias negativas que está experimentado.
2- Experimentos Conductuales: Esta técnica TCC implica poner a prueba las creencias del paciente. Tratando de cambiar sus conductas, y analizando qué es lo que sucede después.
La Terapia Cognitiva comparte muchas características con otras terapias psicológicas, pero lo que realmente diferencia e identifica a la TCC es cómo se estructura, y cómo se centra en el aquí y el ahora, buscando formas prácticas de resolver los problemas que suceden en el presente. En lugar de centrarse en el en pasado.
La TCC no funciona para todo el mundo. Existe un significativo grupo de pacientes que después de someterse a una TCC se recuperan totalmente. Existe otro grupo de personas que experimentan importantes beneficios y pueden volver a trabajar y a hacer muchas cosas que antes no podían, pero que aún presentan algunos síntomas residuales.
Aplicaciones de la Terapia Cognitiva Conductual
En un inicio, la TCC fue creada para ayudar a las personas que sufren depresión. Sin embargo, hoy en día se utiliza para tratar y ayudar a mejorar varios tipos de trastornos mentales. Un estudio publicado en el Journal of Cognitive Therapy and Research evidenció que esta terapia psicológica es útil y efectiva para tratar los diferentes problemas:
- Trastorno esquizoafectivo, esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.
- Depresión y distimia.
- Depresión maníaca o trastorno bipolar.
- Síntomas de Ansiedad
- Trastornos por abuso de sustancias adictivas.
- Trastornos de alimentación.
- Trastornos del sueño.
- Desorden de personalidad.
- Comportamientos criminales.
- Trastornos somatomorfos.
- Control de la ira.
- Estrés general, ataques de pánico y angustia.
- Síndrome de fatiga crónica.
- Dolores musculares y tensión.
En el estudio mencionado anteriormente, los investigadores encontraron que la Terapia Cognitivo Conductual es especialmente útil en el tratamiento de trastornos de ansiedad, trastornos somatomorfos, bulimia, problemas de control de la ira y estrés general.
Fases de la Terapia Cognitivo Conducuctual TCC
La Terapia Cognitivo Conductual se organiza normalmente en tres fases: evaluación, tratamiento y seguimiento.
- 1ª Fase de la Terapia Cognitivo Conductual: Se lleva a cabo una evaluación psicológica que puede ir acompañada de una valoración cognitiva. En esta fase el objetivo es que el psicólogo conozca al paciente, y entienda sus problemas. Si existe un problema como ansiedad, depresión, esquizofrenia, fobia social, bipolaridad, etc… se tratará de identificar y diagnosticar en esta primera fase. Es muy importante que durante las primeras entrevistas se acuerden los objetivos del tratamiento y se marquen prioridades.
- 2ª Fase de la Terapia Cognitivo Conductual: Esta fase es mas larga, es el tratamiento. Aquí se aplican diferentes estrategias y técnicas orientadas a conseguir un cambio y mejoría en el paciente. Tratando de lograr los objetivos que se propusieron en la primera fase. Las técnicas y ejercicios que se aplican en esta fase varían mucho en base al problema y al paciente.
- 3ª Fase de la Terapia Cognitivo Conductual: Es el seguimiento de la intervención. Durante esta fase, normalmente se espacia la frecuencia entre consultas, y se aplican estrategias dirigidas a mantener esos cambios positivos y prevenir recaídas. En el momento en el que se han logrado los objetivos, se da el alta al paciente.
Beneficios de la Terapia Cognitiva Conductual
La Psicología Clínica ha encontrado en la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) su aplicación más eficaz. Cuenta con años de favorables resultados y con el respaldo del método científico. Con una avalada eficacia terapéutica, la Terapia Cognitivo Conductual combina aspectos fundamentales de dos ramas predominantes en la disciplina de la Psicología: el Conductismo y la Psicología Cognitiva. Su origen es interesante, pero su desarrollo lo es incluso más.
La Terapia Cognitivo Conductual ha tenido tanto éxito que los psicólogos han experimentado con ella para la resolución de multitud de problemas. De ahí deriva la cantidad de tipos y de técnicas existentes, habiendo demostrado su utilidad en numerosas ocasiones. Descubre los beneficios de la Terapia Cognitivo Conductual:
1- La TCC enseña al paciente a asumir la responsabilidad de su estado de ánimo
En muchos casos se cree que las situaciones externas, las cosas negativas que nos suceden, y las relaciones e interacciones con otras personas son los responsables de nuestro estado de ánimo. Sin embargo, los terapeutas que aplican la Terapia Cognitivo Conductual consideran lo contrario: que son son nuestras propias reacciones a los acontecimientos las que antes o después terminan afectando nuestra calidad de vida.
La TCC tiene el beneficio de que enseña a afrontar y manejar de una forma más saludable situaciones difíciles, evitando que se produzcan pensamientos perturbadores que conducen a la ansiedad, depresión, aislamiento, negativismo…
2- La TCC funciona rápidamente
Muchas terapias psicológicas son a largo plazo, y pueden tardar meses en reducir los síntomas y aportar mejoras al paciente. Normalmente la Terapia Cognitivo Conductual tiende a durar entre 5 y 20 sesiones. La TCC funciona tan rápido porque además de trabajar en consulta, el paciente tiene que completar diferentes tareas y ejercicios por su cuenta.
3- Ayuda a mejorar la confianza
La TCC ayuda a sustituir los pensamientos negativos y autodestructivos por afirmaciones y expectativas mas positivas. Lo que genera una mayor motivación y destreza a la hora de manejar las relaciones sociales, afrontar el trabajo, nuevos proyectos, etc…
La Terapia Cognitivo Conductual tiene el beneficio de que es capaz de modificar positivamente la estructura física del cerebro, la forma de las neuronas de conectarse entre sí. Obteniendo resultados rápidos y eficaces que perduran en el tiempo.
4- El paciente aprende técnicas que puede seguir aplicando incluso después de finalizar el tratamiento
Otro beneficio de la Terapia Cognitivo Conductual es que el psicólogo o terapeuta enseña al paciente valiosas técnicas, estrategias y ejercicios de TTC que el paciente podrá utilizar a lo largo de su vida para reforzar los beneficios ya conseguidos y mantener controlados los síntomas de su trastorno.
Tipos de Terapias Cognitivo Conductuales y técnicas empleadas
Cualquier tipo de Terapia Cognitivo Conductual consta de un fundamento básico: tanto lo emocional como lo conductual no dependen exclusivamente de los estímulos externos que nos llegan a través del ambiente, sino también de los pensamientos que condicionan nuestra forma de percibir esos estímulos. Ahora bien, bajo esta premisa pueden aplicarse multitud de técnicas diferentes.
Actualmente existen diferentes tipos de terapia de intervención psicológica. Dependiendo Veamos las técnicas de Terapia Cognitivo Conductuales más empleadas:
1- Técnicas operantes
La finalidad de estas técnicas es la modificación de la conducta. Para ello, suministran estímulos de manera ordenada al paciente, con el objetivo de propiciar el cambio en el comportamiento problemático. Dentro del mismo encontramos:
- Técnicas operantes para el incremento y el mantenimiento de conductas.
- Técnicas operantes para la adquisición de nuevas conductas.
- Técnicas operantes para la reducción o eliminación de conductas.
2- Técnicas de exposición
Ante un estímulo que causa temor, como se da en el caso de las fobias, esta clase de técnicas busca exponer al individuo a ese estímulo problemático y generador de ansiedad de un modo sistemático y adaptado. De esta forma, el paciente irá controlando sensación de malestar y, finalmente, hará desaparecer sus miedos. Existen varios tipos de exposición:
- Exposición en vivo.
- Exposición en imaginación.
- Exposición simbólica.
3- Técnicas de relajación y desensibilización sistemática
Tanto las técnicas de relajación como las de desensibilización sistemática se utilizan para ayudar al sujeto a reducir la tensión física y mental, el estrés o la ansiedad que pueda estar sufriendo. Así, tras numerosas sesiones de práctica, el paciente estará capacitado para alcanzar un estado de calma en cualquier momento y ante cualquier situación. Los procedimientos más importantes son:
- Relajación progresiva.
- Relajación autógena.
- Técnicas de respiración.
4- Técnicas de habilidades sociales y de afrontamiento
Las habilidades sociales son esenciales en nuestra vida diaria, las necesitamos para comunicarnos e interactuar de manera óptima con los demás. Luego, es primordial tratar aquellos trastornos que intefieran en el desarrollo de estas habilidades, como ocurre en el mutismo selectivo. Dado que las habilidades sociales son conductas aprendidas, el paciente puede rectificar y mejorar su comportamiento mediante técnicas de aprendizaje como las siguientes:
- Entrenamiento en autoinstrucciones.
- Inoculación de estrés.
- Resolución de problemas.
5- Técnicas cognitivas
Este último grupo de técnicas está centrado en modificar el pensamiento del paciente y las interpretaciones que éste realiza de los posibles estímulos causantes de su malestar o conducta perjudicial. Las técnicas cognitivas más conocidas son:
- Reestructuración cognitiva.
- Detención o parada del pensamiento.
- Técnicas de distracción.
¿Qué ocurre en una Terapia Cognitivo Conductual?
Como acabamos de ver, existe un amplio abanico de Terapias Cognitivo Conductuales en función de las diversas técnicas adecuadas a cada problemática. No obstante, los psicólogos suelen llevar a cabo una serie de procedimientos generales cuando emplean la Terapia Cognitivo Conductual.
En primer lugar, y tras haber realizado las entrevistas correspondientes, los psicoterapeutas enseñan a los pacientes a reconocer aquellos pensamientos relacionados con la conducta problema. Son los llamados pensamientos disfuncionales. Para ello, normalmente se le pide al sujeto un registro diario en el que anote todo lo que piensa antes, durante y después de haber llevado a cabo las conductas sobre las que vamos a trabajar. Este registro facilita la posterior reflexión acerca de esos pensamientos típicamente irracionales e invita al paciente a cuestionarse las creencias perjudiciales que tiene y a detectar cuándo, cómo y porqué están influyendo en su vida.
El papel del psicoterapeuta es crucial en este punto de la terapia, pues a través de un modelo de comunicación basado en el diálogo socrático, el profesional ayuda al individuo dándole feedback del registro, por sí mismo, sea capaz de detectar los esquemas cognitivos que rigen su pensamiento y que han favorecido la aparición de conductas negativas. El paciente no llegará a las conclusiones que le harán avanzar en el proceso terapéutico siendo guiado por el psicólogo. El psicoterapeuta no tiene la función de guía, sino que la evolución terapéutica se conseguirá a través de preguntas y comentarios enfocados en destacar palabras del propio paciente que le conducirán, finalmente, a una mayor profundización sobre sus actos.
Una vez conseguido ese objetivo, pasamos a la segunda parte de la Terapia Cognitivo Conductual. Durante las próximas sesiones, psicólogo y paciente definirán y establecerán conjuntamiente una serie de metas. Para alcanzarlas, es necesario que el psicoterapeuta proporcione al cliente ciertas estrategias, elegidas en función de las características personales del paciente y de su conducta problema. Luego, sesión tras sesión se hará un seguimiento de los progresos del cliente para que, en caso de que las estrategias no resulten efectivas, el psicólogo introduzca los cambios pertinentes en el programa de intervención.
Todo lo expuesto en este apartado hace referencia a un tratamiento individual, pero también pueden darse intervenciones grupales. Y respecto a la duración, el desarrollo de la Terapia Cognitivo Conductual suele variar entre 6 semanas y 6 meses, dependiendo de diversos factores. Por ejemplo, es importante que la persona haya querido acudir a consulta por su propio pie, y no “obligada” por algún familiar o amigo, pues creer en que la mejoría es posible a través de la atención terapéutica predispone al paciente a afrontar el tratamiento desde una actitud positiva, lo que facilitará todo el proceso.
Resultados de las Terapias Cognitivo Conductuales
Tras décadas de aplicación, los resultados clínicos de la Terapia Cognitivo Conductual permiten inferir que se trata de la intervención psicoterapéutica más influyente, extendida y eficaz; como veremos a continuación.
Eficacia terapéutica
A día de hoy, la Terapia Cognitivo Conductual es considerada como la única clase de psicoterapia cuyos resultados han sido validados por el método científico. Lo que significa que su eficacia cuenta con la aprobación de abundantes observaciones empíricas en las que numerosos grupos de pacientes que han sido tratados mediante Terapia Cognitivo Conductual han mejorado significativamente, más de lo que cabría esperar de no haber asistido a terapia o de haber seguido otro tipo de programa (como el conocido efecto placebo).
Para ser más concisos, las comprobaciones a través del método científico pretenden aclarar que la mejoría de los individuos que realizan Terapia Cognitivo Conductual se debe, en efecto, a la aplicación de esta psicoterapia, y no a otras variables. Esto no quiere decir que el 100% de las personas que reciban tratamiento psicoterapéutico mediante este tipo de terapia consiga resolver sus problemas, pues existe un cierto margen de error, pero el porcentaje será muy elevado.
Además, el éxito terapéutico puede ser traducido a criterios objetivos y observables, como pudiera ser, en un caso de adicción al tabaco, haber dejado de fumar o no. La Terapia Cognitivo Conductual siempre ha prestado especial cuidado a la hora de fijar las metas terapéuticos, las cuales han de ser claras y precisas para facilitar su medición y poder determinar posteriormente su eficacia mediante el método científico.
¿Qué hacer una vez finalizada la terapia?
Cuando la intervención terapéutica llega a su fin, se espera que los pacientes logren continuar con su vida sin recaídas. Pero siempre existe el riesgo de que los trastornos o las conductas problema reaparezcan. Si esto ocurre, es importante que los pacientes recuerden las técnicas y estrategias empleadas durante el tratamiento, para ponerlas de nuevo en práctica por sí solos. Y, si fuera necesario, podrían recibir algunas sesiones de actualización, lo que, en general, da muy buenos resultados.
Historia de las Terapias Cognitivo Conductuales
La Terapia Cognitivo Conductual surge a raíz de la unión entre las terapias de corte conductista y las terapias derivadas de la Psicología Cognitiva.
Desde que apareció el Conductismo, paradigma dominante hasta los años 50 aproximadamente, se ha remarcado el seguimiento de una metodología muy minuciosa y ceñida a las consideraciones del método científico, lo que ha permitido realizar valoraciones objetivas y precisas de los progresos a lo largo de la terapia. En contraste, la intervención cognitiva, que comienza a desarrollarse en la década de los 70, ha destacado siempre la importancia de tener en cuenta los procesos mentales que no son observables de forma directa, pues no debemos olvidarnos del bienestar subjetivo del paciente, un factor difícil de registrar a simple vista.
Por lo tanto, la Terapia Cognitivo Conductual hereda determinados principios de ambas ramas de la Psicología, y los integra en un nuevo enfoque. Por un lado, conserva del movimiento conductista la creencia de poner especial atención al aprendizaje práctico y la idea de que la asociación es un elemento central en terapia. Por otro lado, incorpora de la Psicología Cognitiva la necesidad de trabajar con los pensamientos del individuo, y no sólo con su comportamiento.
Queda claro que nuestra parte cognitiva es tan importante como la motora. CogniFit trabaja evaluando de los procesos mentales de las personas. ¡Gracias a esta plataforma tienes la posibilidad de conocer el estado de tus capacidades cognitivas con un sólo click!
Conclusiones:
La Psicología Clínica Aplicada puede adoptar diversas formas en función del tipo de paciente y de problemática que presenta. Las propuestas de tratamiento psicológicos son variadas, por lo que resulta sencillo “volverse loco” navegando por el mundo de las terapias. No obstante, existe una clase de terapia que destaca en la actualidad, tanto en el ámbito profesional como en el académico: la Terapia Cognitivo Conductual.
Si analizamos a grandes rasgos el concepto de ‘trastorno psicológico’, es fácil encontrar dos vertientes elementales en el problema. Por una parte, una faceta objetiva, reconocible y medible a través de baremos concretos. Y por la otra, aquello relacionado con la conciencia, el aspecto subjetivo que suele ir asociado a una determinada emocionalidad dependiendo de la problemática del paciente.
De este modo, la Terapia Cognitivo Conductual se ideó con la finalidad de responder a ambas necesidades. Y lo consigue sintetizando la intervención dirigida a los procesos mentales con la intervención enfocada en las acciones y en los cambios externos en la vida del cliente. Luego, esta orientación terapéutica opera tanto sobre los pensamientos como sobre los actos.
Además, la Terapia Cognitivo Conductual cuenta con una serie de características desde un punto de vista fenomenológico, que vamos a mencionar a continuación para completar la definición de esta clase de terapia psicológica:
- La TCC pertenece al área de intervención en salud psicológica que trabaja con respuestas cognitivas, conductuales, emocionales y físicas desadaptadas; es decir, de carácter aprendido, no innato. Por lo tanto, el sujeto tiene absoluta responsabilidad en los procesos que le afectan y está capacitado para controlarlos.
- La TCC posee una naturaleza educativa explicitada en mayor o menor medida.
- La TCC otorga suma importancia a la auto-evaluación durante todo el proceso terapéutico.
- En comparación con otras psicoterapias a largo plazo, la TCC se realiza en un tiempo limitado.
- A diferencia de otras terapias psicológicas, la TCC se focaliza en las dificultades del “aquí y ahora”. Con lo cual, en vez de centrarse en las causas pasadas de la sintomatología del paciente, busca resolver el estado de ánimo que tiene en el presente.
Psicóloga en formación, especializada en la rama clínica. Curiosa, creativa y capaz.