Síndrome de Alienación Parental: Un Tipo de Maltrato Infantil
¿Has oído hablar alguna vez acerca del Síndrome de Alienación Parental? Es un tipo de maltrato psicológico hacia los niños, muy frecuente en familias separadas o divorciadas. Aquí te explicamos lo que es y cómo combatirlo.
Hay ocasiones en las que la propia patología de los padres, sumada a situaciones complicadas como en divorcios o separaciones y una mala gestión de estas, puede perjudicar gravemente a los hijos. En estas situaciones no es raro que se dé el Síndrome de Alienación Parental o SAP en los niños. Aunque no está reconocido por el Manual Diagnóstico de Psiquiatría (DSM) es una problemática a la que se enfrentan constantemente psicólogos infantiles y forenses, abogados y jueces.
¿Qué es el Síndrome de Alienación Parental?
El Síndrome de Alienación Parental son un conjunto de síntomas y conductas que experimenta un niño y que son manifestaciones de desprecio, rechazo y odio exagerado sin justificación hacia un progenitor causado por la manipulación sufrida por parte del otro progenitor.
En estos casos lo que ocurre es que uno de los progenitores (el alienante) se dedica a desprestigiar, infravalorar, menospreciar al otro progenitor delante del niño, sin haber nada que lo justifique. Su propósito modificar la consciencia del niño para romper o debilitar el vínculo que tiene el niño con el progenitor alienado.
El primero en describir este síndrome fue el doctor Richard Garner en 1985, psiquiatra infantil, quien lo describió como un tipo de “lavado de cerebro” por el cual uno de los padres intenta poner al hijo en contra del otro padre.
La sintomatología del SAP puede incrementarse cuando se utilizan los sentimientos del niño como argumentos que utilizan los progenitores para descalificarse mutuamente.
Los psicólogos han descrito, dentro de este Síndrome, varios niveles de la intensidad del rechazo del niño hacia uno de sus progenitores:
- Rechazo leve: existen ciertos signos de desagrado hacia uno de los padres pero no afecta a la dinámica parental con este ni se evita estar con él.
- Rechazo moderado: ya existe un deseo de no ver a uno de los progenitores y aparece una búsqueda de aspectos negativos para justificar ese deseo. La relación se mantiene por obligación o se interrumpe.
- Rechazo intenso: el rechazo puede adquirir el nivel de fobia con una fuerte evitación de relacionarse con el progenitor alienado. El niño adquiere e integra en su yo los argumentos descalificatorios hacia este.
Cuando el SAP afecta e influye en el sistema legal se convierte en un Síndrome Jurídico Familiar, que transforma el proceso legal en un conjunto de acusaciones y declaraciones derivadas del rechazo de los hijos hacia uno de los padres que afecta negativamente a la labor de los abogados y jueces.
Cabe destacar que para diagnosticar un caso de Síndrome de Alienación Parental, no debe haber existido maltrato físico, ya que una violencia física justificaría el rechazo que siente el niño hacia uno de los padres.
¿Cómo se detecta el Síndrome de Alienación Parental?
¿Como sabemos si estamos ante un caso de Síndrome de Alienación Parental?
¿Cuáles son los detonantes del Síndrome de Alienación Parental?
El problema no surge por el hecho de que los progenitores hayan decidido emprender vidas separadas, sino cuando se le hace partícipe al niño de los problemas que han surgido por la separación. Es cuando el niño se ve obligado a tomar partido en el conflicto y a optar por uno de los dos bandos. No es infrecuente que en estas situaciones el niño adopte un papel adulto de protector hacia el progenitor que ve como “el débil o abandonado” que no le corresponde.
Hay dos tipos de rechazo en este síndrome, el primario, que aparece como una reacción inmediata a la ruptura, y el secundario, en procesos de divorcio más extendidos en el tiempo.
Igualmente puede darse en el momento de la separación o en años posteriores derivado de algún cambio en la dinámica familiar como puede ser la aparición de una nueva pareja de uno de los progenitores.
Características de los padres
En estas situaciones la relación del niño con el progenitor al que aceptan va a ser simbiótica (la no diferenciación entre el progenitor y su hijo) y de dependencia . Estos progenitores, bien sean el padre o la madre, se van a considerar los padres perfectos. No van a reconocer este síndrome. Son personas con una profunda inseguridad y con una autoestima muy dañada, que necesitan la exclusividad del amor de su hijo para sentirse bien.
Consecuencias del SAP en el niño
El SAP está considerado como una forma de maltrato infantil que a menudo tiene consecuencias nefastas para el desarrollo psicológico del niño. Se produce un gran daño psicológico y emocional del cual el progenitor alienante no es plenamente consciente.
Las consecuencias son similares a las de cualquier otro tipo de maltrato emocional. Se ha observado que ante la presencia del progenitor al que rechaza aparecen reacciones de ansiedad, crisis de angustia, miedo a la separación del progenitor aceptado. Aparecen alteraciones fisiológicas en los patrones de alimentación y sueño, problemas de conductas, de control de esfínteres…
- Trastornos de ansiedad: padecen un nivel de estrés muy elevado ante la presencia o la previsión de una futura visita del progenitor alienado. Aparece un aumento del ritmo respiratorio, temblores, dolores gastrointestinales.
- Trastornos del sueño y de la alimentación: A consecuencia del estrés y el malestar generalizado pueden aparecer pesadilla y problemas en el patrón del sueño, como el insomnio. Pueden surgir trastornos alimenticios como la ingesta desmesurada de alimentos o el rechazo de éstos.
- Trastornos de conducta: Estos pueden ser de todo tipo. Se pueden desencadenar conductas agresivas, verbales y/o físicas.
Pueden aparecer conductas de evitación. El niño comienza a mostrar conductas para evitar ver al progenitor rechazados, como las somatizaciones por ansiedad. Es decir, es posible que el niño experimente enfermedades físicas que no son más que formas que encuentra para evitar ver al progenitor y para expresar su malestar psicológico.
Verbalizan expresiones o palabras propias de los adultos reflejo de la conflictivad de los padres, al haberlas escuchado del progenitor aceptado, y las utiliza para menospreciar al otro progenitor.
Suelen padecer dependencia emocional del progenitor alienante, tienen miedo de ser abandonados. Su amor no es incondicional ya que tienen que odiar a uno para que el otro les quiera y les acepte. Esto crea una relación patológica entre los dos.
También surgen dificultades para expresar y comprender sus emociones. Su expresión emocional se centra en los aspectos negativos. Tienen dificultades para ponerse en el lugar de los demás
Todos estos trastornos y problemas a menudo son utilizados por el progenitor aceptado para culpar al otro progenitor.
¿Qué hacer si me encuentro en un caso de SAP?
Si con todo lo expuesto, si crees que vives en primera persona un caso como este, lo más importante es mantener el régimen de visitas y de custodia que se haya acordado por el juez. Ante todo es esencial que el niño mantenga el contacto con el progenitor alienado y que se reconstruya poco a poco el vínculo destruido. Durante las visitas éste tiene que crear un ambiente positivo y de juego con él. Además hay que dejar a un lado los reproches o respuestas que favorezcan el mantenimiento de este síndrome.
Es fundamental también que se acuda a tratamiento psicológico, tanto para el niño como para los padres. Si tienes dudas acerca de a qué profesional acudir puedes consultar este artículo.
Psicóloga General Sanitaria, experta en terapia sexual y de pareja. Ayudo a mejorar la calidad de vida de las personas mediante terapia psicológica y la comunicación a través de la red.