¿No puedes controlar a tu hijo? Cómo disciplinar a un niño con TDAH

Imponer disciplina a un niño que tiene TDAH puede ser algo muy complicado, ya que ellos requieren técnicas educativas diferentes a las que se emplean en otros niños. Si sigues los métodos normales, puedes llegar a castigarle en exceso o no emplear suficiente disciplina con él, encontrar el punto medio es algo difícil, pero lo conseguirás si no te rindes y sigues nuestras recomendaciones sobre cómo disciplinar a un niño con TDAH.

Cómo disciplinar a un niño con TDAH
Cómo disciplinar a un niño con TDAH

Creación de rutinas para disciplinar a niños con TDAH

Los niños que tienen TDAH tienen muchos problemas para planificar su jornada u organizarse en el tiempo, por eso seguir un horario puede ser muy útil para ellos. Muchos de los malos comportamientos de niños con TDAH están relacionados con sus problemas de organización, así que si aprenden a seguir un horario se portarán mejor y te hará menos falta disciplinarles. Un buen horario debe de ser muy claro e incluir horas para hacer los deberes, para dormir y para jugar entre otras.

A la hora de hacer las tareas de la casa o del colegio, conviene que dividas las tareas grandes en varias pequeñas. Los niños con TDAH suelen ser desorganizados porque muchas veces se sienten abrumados visualmente. Si tiene que recoger su cuarto, puedes empezar pidiéndole que organice sus juguetes, si conviertes la tarea en un juego, animándole para acabar antes de un tiempo, puede que el niño se sienta más motivado y siga concentrado hasta acabar todas las pequeñas tareas. Cada una de estas tareas puede reforzarse positivamente halagando al niño, cosa que le animará y mejorará su autoestima.

A veces puede ser necesario que acompañes a tu hijo mientras hace sus tareas o que le guíes en este proceso, ya que es muy fácil que pierda la concentración si se le deja a su aire. Organizar las cosas del niño también puede ser de ayuda para guiarle, ya que los niños con TDAH se dan cuenta de todo al mismo tiempo, y por eso organizar las cosas por zonas, códigos de colores o con etiquetas para los estantes, puede reducir su exceso de estímulos.

Apuntarle a algún tipo de actividad física que realice 3 o 4 días por semana es una parte muy importante de su rutina semanal y ayudará a que el niño libere su exceso de energía. Algunas actividades recomendables para niños con TDAH son natación, gimnasia, artes marciales, y otros deportes que tengan gran variedad de movimientos corporales.

Refuerzo positivo para niños con TDAH

Es importante que refuerces positivamente a tu hijo cada vez que haga bien sus tareas. Al principio puedes darle recompensas como cromos, galletas o pequeños juguetes, para más adelante limitarte a cumplidos y abrazos. La cuestión es seguir reforzando positivamente al niño para que mantenga buenos hábitos de manera regular, así no hará falta disciplinarlo en un futuro.

Si en algún momento tienes que regañar a tu hijo por algo que ha hecho, es importante que uses un tono de voz bajo y firme, y no le imprimas emociones. Trata de ser breve, porque cuantas más palabras uses menos se concentrará y no captará bien el mensaje.

No seas blando porque tu hijo tenga una condición especial. Los niños con TDAH requieren más disciplina que los demás y no al contrario. Si ignoras los comportamientos negativos de tu hijo sólo irán a peor, por lo que tienes que enfrentarte a los comportamientos negativos del niño en cuanto se produzcan por primera vez, así el niño comprenderá que sus actos tienen consecuencias y no volverá a repetir esos comportamientos. Aún así, trata que los refuerzos positivos se den de forma más habitual que los negativos, ya que suelen dar mejores resultados en niños con TDAH.

No dejes que tu hijo con TDAH te quite autoridad

Tú eres el adulto y no tienes que dejar que un niño sea el que decida lo que hay que hacer. Los niños con TDAH tienen mucha energía y en ocasiones pueden llegar a ser muy persistentes y conseguir que sus padres cedan. Si haces esto, le estarás diciendo al niño que comportarse así le ayudará a conseguir lo que le interesa.

Ser permisivo con estos niños suele ser contraproducente. Ellos necesitan una disciplina y unos límites, acompañados por refuerzo positivo. Es necesario mantener unas reglas y unas recompensas constantes para obtener buenos resultados. Tanto los buenos como los malos comportamientos tienen que tener sus consecuencias para el niño.

Cuando castigues a tu hijo evita mandarle a su habitación porque allí tiene muchas cosas para distraerse y es probable que ni siquiera se lo tome como un castigo, es mejor que consultes con un especialista para saber cuáles son las mejores formas de amonestarle, ya que cada caso de TDAH puede necesitar distintos métodos disciplinarios.

Por último, aunque seas estricto no debes olvidarte de perdonar, recuerda al niño que le quieres y que es un buen chico, pero que las malas acciones siempre tienen que tener sus consecuencias.

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