Hipersomnia: Del sueño eterno a la somnolencia diurna

La Hipersomnia es un síndrome de los más particulares tanto en sus orígenes como en su desarrollo. En esta breve exposición te invito a desvelar algunos de sus secretos; su definición, síntomas, tipos y posible tratamiento entre otras explicaciones y ejemplos dónde te será posible incluso conocer si tú estás sufriendo este desorden del sueño. Te aseguro que los misterios de la Hipersomnia y sus particularidades te dejarán sin habla. Te invito a acomodarte y por favor, no te duermas.

trastorno de la hipersomnia

Trastorno de la Hiersomnia, ¿Qué priduce tanto sueño?

¿Qué es la Hipersomnia?

La Hipersomnia es un trastorno del sueño donde el día y la noche dejan de ser definitorios de unas pautas concretas. Por lo general, una persona media de cualquiera sea su procedencia suele dormir por la noche para ser productivo durante el día. Los famosos ciclos circadianos actúan como ente equilibradora propiciando ciertas reacciones fisiológicas a favor del ahorro y aprovechamiento de la energía. Así es la biología, homeostasis y contrabalanceo. Desgraciadamente en este nuestro universo encontramos realidades paralelas. La hipersomnia produce una sensación de somnolencia infinita para el que la sufre, con una variedad de síntomas que empiezan en la mera confusión y poca capacidad para mantenerse orientado hasta la pura torpeza y lentitud de aquel que al final se precipita a un sueño profundo, que no reparador. Aquí profundo lo debemos de entender en un sentido temporal ya que las personas diagnosticadas con hipersomnia pueden dormir hasta 20h. Como consecuencia, la vida de estas personas está condenada en todos sus ámbitos ya que tanto el ocio, vida laboral y demás quehaceres cotidianos quedan resumidos a pequeños recuerdos donde la motivación y los planes a largo plazo se desvanecen y, por si fuera poco, esta somnolencia trágica encuentra en multitud de ocasiones la depresión como compañera de viaje.

Síntomas de la hipersomnia

 

  • Somnolencia diurna
  • Confusión
  • Falta de orientación
  • Torpeza y Lentitud
  • Sueño profundo y nada reparador

Desde el punto de vista clínico, la persona finalmente diagnosticada con Hipersomnia ha de presentar más de 3 de las siguientes deficiencias:

  • Dicha persona ha de reportar alguno de los siguientes síntomas:
  1. Periodos de sueño o lapsos de sueño durante el día.
  2. Haber dormido por más de 9 horas sin recuperación física y mental.
  3. Dificultades para mantenerse despierto justo después de despertarse
  • La supuesta Hipersomnia ha de ocurrir al menos 3 veces por semana.
  • Dicha persona ha de reportar desajustes cognitivos, sociales, ocupacionales o de otras áreas importantes para el funcionamiento normal de su vida.
  • La supuesta Hipersomnia no está ocurriendo en respuesta a otro tipo de trastorno del sueño ya diagnosticado.
  • La supuesta Hipersomnia no es atribuible a los efectos fisiológicos del consumo de substancias.
  • La supuesta Hipersomnia no está en consonancia con otra condición médica o enfermedad mental.
Cómo se si tengo hipersomnia

¿Cómo se si tengo Hipersomnia?

Diferencias entre Narcolepsia e hipersomnia

 

Históricamente la Hipersomnia ha sido y es un gran desconocido dentro de los trastornos del sueño ya que comparte ciertos síntomas con otros perturbadores del reposo absoluto.  No fue hasta 1966 cuando William Dement logró discernir claramente entre Narcolepsia e Hipersomnia. En este caso fueron sus diferencias las que produjeron dicha distinción ya que en la Hipersomnia no se es capaz de alcanzar la fase REM al dormir, impidiendo también una posible parálisis del sueño, características habituales de la Narcolepsia. Aún y con todo, fue la ausencia de la cataplexia el punto más importante para la separación de estos términos.

Factores que aumentan la posibilidad de sufrir Hipersomnia

 

  • Factor 1: Historia Clínica familiar
  • Factor 2: Infecciones Víricas
  • Factor 3: Sin explicación

Tipos de Hipersomnia

 

  • Hipersomnia idiopática
  • Hipersomnia secundaria
  • Hipersomnia episódica – Síndrome de Kleine Levine.

Existen 3 tipos de hipersomnias, la primera y más conocida es la Hipersomnia Idiopática. En contraposición a esta encontramos la Hipersomnia secundaria. La Hipersomnia secundaria no es distinguible de la idiopática en un sentido sintomatológico sino de procedencia. Este tipo de Hipersomnia nace en respuesta a factores concretos y definibles a veces tan simples como la mera privación del sueño. Otros puntos de partida se dan en consecuencia del abuso de bebidas alcohólicas o cierto tipo de drogas que afectan a la calidad del sueño y a la recuperación fisiológica.

En cuanto a la tercera pieza, que no tercera en importancia, nos encontramos con la Hipersomnia episódica también llamada Síndrome de Kleine-Levine. Este tipo de hipersomnia ocurre mayoritariamente en adolescentes varones provocando hipersexualidad y compulsividad a la hora de comer, junto con periodos repentinos de agresividad y alucinaciones. Estos comportamientos se manifiestan de una forma extremadamente intermitente (2 o 3 veces al año) convirtiendo este síndrome en un fascinante misterio. La primera persona en completar informes sobre este síndrome fue el neurólogo Willi Kleine en 1925 en Frankfurt después de estudiar 5 pacientes en su clínica, aunque no fue hasta 1942 cuando Critchley empezó a definir este síndrome. Como curiosidad he de resaltar que casos similares a esta afección han sido encontrados en informes que datan del siglo XVIII, aunque no se han podido clasificar como Síndrome de Kleine-Levine por falta de pruebas concluyentes.

Hipersomnia Idiopática

 

Por normal general la Hipersomnia está acompañada por una intrigante etiqueta; Idiopática, que da nombre a lo misterioso de este trastorno. La Hipersomnia aparece por causas desconocidas entre el 8 y el 10% de aquellas personas que sufren algún tipo de disfunción a la hora de mantenerse despiertos en horario diurno. Es de destacar que el 1.5% de la población mundial encuentra dificultades tanto a la hora de despertarse como al tratar de mantenerse despierto. No quiero generar sensación de alarma, pero dichas anomalías son más frecuentes de lo que podríamos considerar.

Bien es cierto que algunos factores parecen afectar a la aparición de la Hipersomnia, aunque aún se desconoce en qué medida estos factores contribuyen a su aparición imposibilitando un encadenamiento causa efecto entre las posibles variables. El primer factor que se ha de tener en cuenta para la aparición de la Hipersomnia es relativo a la historia clínica familiar. Si algún familiar cercano ha tenido Hipersomnia o afecciones relacionadas con el sistema nervioso central como jaqueca o síncopes, la probabilidad de verse afectado es mayor. El segundo acontecimiento que podría incrementar tus posibilidades de sufrir dicho trastorno tiene que ver con las infecciones víricas. Se tiene constancia de ciertas infecciones que nos afectan neurológicamente como el síndrome de Guillain-Barré o la Mononucleosis infecciosa. Dichas infecciones afectan al sueño, imposibilitando una recuperación óptima de los pacientes después de dormir. Finalmente, y como tercer factor nos encontramos ante la total oscuridad ya que muchos de los casos no tienen por el momento explicación alguna.

 

¿Cómo se si tengo Hipersomnia?

 

Si después de leer cada apartado te sigues preguntando si sufres este síndrome, o solo tienes curiosidad y un poco de tiempo, estás de enhorabuena, ya que gracias a un experto en somnolencia y sueño para nada reparador puedo presentarte un simple cuestionario que te resolverá cualquier duda. El cuestionario se llama “Escala de Somnolencia de Epworth” en honor a su creador, el cual trata de discernir si sufres esta dolencia, o solo deberías dormir un poco más para rendir en tu horario diurno. Este cuestionario cuenta con diversas frases relativas a situaciones donde puede ser que te quedes dormido teniendo que utilizar una escala que se comprende desde “0 = nunca se queda dormido” hasta “3 = elevada posibilidad de dormirse”.

 

Tratamiento Hipersomnia

Tratamiento Hipersomnia

Tratamiento hipersomnia

 

Ante el desconcierto abrumador de no saber a ciencia cierta la procedencia de la Hipersomnia seguro te preguntarás si realmente podemos marcar la diferencia y hacer algo al respecto. Desde un punto de vista enfocado en la acción del paciente, se ha comprobado que ciertos comportamientos podrían aliviar en cierta medida síntomas de la Hipersomnia. Lo más importante, debido a cómo afecta la Hipersomnia a la vida personal, tener claro y por escrito qué se va a hacer y cuándo mejora gradualmente la calidad de vida de aquellos que la padecen.

En esta línea, asegurarse una buena higiene del sueño, séase establecer un horario específico para acostarse y levantarse al día siguiente, ayuda en gran medida a la paulatina recuperación de la vida normal.

El ejercicio físico también ayuda a reestablecer esta disfunción del sueño. Recomiendo ejercicios de relajación como el yoga o correr regularmente para establecer una rutina diaria, y la clave es esta, la rutina y su construcción la que marca la diferencia. Por si fuera poco, las terapias cognitivo-conductuales que se centran en la construcción de nuevos hábitos son bastante poderosas para combatir la Hipersomnia. Un profesional de la psicología tiene como trabajo la mejora de la vida de sus pacientes en todos sus ámbitos, no dudes en ponerte en contacto con uno si sufres esta anomalía del sueño.

Ahora, después de ver que podemos hacer nosotros a la hora de apaciguar los efectos de la Hipersomnia es turno de los profesionales y los tecnicismos. Si bien he de dejar claro que no existe tratamiento que cure la Hipersomnia, dicho trastorno ha sido ampliamente estudiado desde hace ya algún tiempo. Como consecuencia, sabemos de ciertos mecanismos cerebrales envueltos en este enigma todavía por resolver. El sistema límbico encargado principalmente de las emociones parece allanar el camino a ciertas respuestas desgraciadamente aún inconcluyentes. Gracias a este sistema, psicólogos y neurocientíficos han podido conectar algunas piezas para dar explicación al tipo de Hipersomnia más complejo y extraño, el Síndrome de Kleine-Levine.

Como dato histórico, en la década de los 80 un profesor de psiquiatría escribió un artículo donde se documentaba el tratamiento con litio de un adolescente de 15 años diagnosticado con el Síndrome de Kleine-Levine. El profesor en cuestión llamado Kazuhico de origen japonés, relata el éxito y las consecuencias de este tratamiento. El paciente de 15 años el cual, y por motivos obvios desconozco su nombre, fue sometido a una serie de diálisis donde el litio le fue administrado. Sus síntomas remitieron como lo hacían los de pacientes sufriendo de otro tipo de trastornos como la depresión, pero algo curioso e inesperado le ocurría con afluencia después del suministro de la dosis. El fenómeno fue llamado despersonalización donde el paciente parecía desligarse de la realidad teniendo la percepción de ver todo a través de un cristal. Los sonidos que escuchaba parecían irreales, lejanos e inauditos e incluso la realización de acciones tan simples como caminar le parecían ininteligibles, como si su cuerpo no lo fuera más convirtiéndose en un espectador de una realidad ajena a cualquier experiencia acontecida con anterioridad. Aún y con la posibilidad de acabar con los síntomas de su Hipersomnia episódica estaba claro que los efectos del tratamiento se quedaban cortos para el restablecimiento saludable del paciente. El litio fue olvidado y la investigación prosiguió.

Por otra parte, y en sintonía con los mecanismos cerebrales mencionados anteriormente (sistema límbico), ciertos neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina parecen estar envueltos en los mecanismos detrás de la explicación final para la elaboración de un tratamiento concreto. Además, y en consonancia con los neurotransmisores, la metanfetamina ha sido utilizada para este trastorno y otros similares como estimulante y procurador de un estado de consciencia duradera.

 

 

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