El síndrome de Savant: autistas con dones sorprendentes

Hay veces en las que una persona puede hacer gala de comportamientos intelectuales brillantes en una materia determinada como la música, la lengua o las matemáticas, y aún así tener dificultades para usar la inteligencia emocional, esto entra dentro de las características del autismo. El famoso síndrome de Savant o savantismo, es un trastorno incluido dentro del espectro autista que tiene la peculiaridad de hacer que el que lo padece destaque de manera asombrosa en una especialidad.

El síndrome de Savant
El síndrome de Savant

Por poner un ejemplo, se han hecho varios libros y películas sobre Kim Peek, un autista que tenía una serie de dones bastante sorprendentes: además de ser un prodigio con las matemáticas, era capaz de memorizar un libro entero leyéndolo sólo una vez y llego a aprenderse cerca de 12000 a lo largo de su vida, su cabeza era como un ordenador.

También existen otros casos de autismo sobre dones más cuestionables, este caso solo es una hipotésis, pero una neuropsiquiatra opina que algunos pacientes de autismo podrían ser capaces de leer la mente de los demás, no hablamos de telepatía en sentido estricto, como en las películas de ciencia ficción, si no de una forma de predecir lo que van a pensar los otros usando la intuición o analizando su comportamiento.

La doctora Diane Hennacy Powell ha estudiado casos de autismo muy graves, en los que se pueden dar comportamientos realmente sorprendentes, como el de una niña de 9 años que, según su familia, era capaz de leer el pensamiento. Con ayuda de otros dos terapeutas, la doctora le hizo un test a la niña: uno de los experimentadores escribía distintas series de letras y números que la niña tenía que escribir en su dispositivo, un instrumento en el que escribía ideas y dibujos, ya que tenía dificultad para comunicarse verbalmente. Sorprendentemente la niña acertó casi en un 80% de los casos. Las sesiones fueron grabadas y según terceros no hubo ningún truco.

Aunque algunos casos de síndrome de Savant sean más creíbles que otros, no hay duda de que existen pacientes de autismo con auténticos talentos ocultos. Esto no quiere decir que todos los que tienen este trastorno sean iguales, hay muchas variables interpersonales, en algunas situaciones, y pese a la dificultad para manejar emociones, el autista ha sido capaz de adaptarse a la sociedad imitando el comportamiento de otros y ha sabido sacar partido a su talento. En otros casos, por desgracia, los enfermos son más dependientes y dependen de la gente de su alrededor, por lo que no son capaces de aprovechar su increíble potencial.

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