Diferencias entre autismo y Síndrome de Asperger
A menudo se confunden estas condiciones neurológicas. Y lo cierto es que tienen muchos rasgos comunes. Sin embargo no son lo mismo y tienen sus particularidades. Las altas habilidades verbales y capacidad intelectual distinguen el síndrome de Asperger de otros tipos de autismo. Descubre aquí más acerca de las diferencias entre autismo y Síndrome de Asperger.
Autismo y Síndrome de Asperger ¿Qué son estos trastornos?
El Síndrome de Asperger era una antigua categoría dentro de los llamados Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD). Los TGD agrupaban trastornos como síndrome de Rett, Autismo de Kanner, trastorno desintegrativo infantil, Síndrome de Asperger y trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
A partir del 2013, la nueva edición del Manual de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-5) esta categoría desaparece, y es sustituida por Trastornos del Espectro Autista, donde desaparecen las subcategorías anteriores. Esta nueva clasificación pretende describir el autismo de forma amplia y según varios niveles de gravedad, que van desde la “normalidad”, gravedad leve, grado 1 (necesita ayuda), grado 2 (necesita ayuda notable) y grado 3 (necesita ayuda muy notable).
La guía (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizada en 2019, clasifica el Autismo según parámetros muy parecidos al DSM-5 pero sí incluye subcategorías entre las que está el Síndrome de Asperger.
Por tanto, dependiendo de qué guía de diagnóstico utilice hoy en día el profesional, se podrá diagnosticar o no Síndrome de Asperger. Y este va a estar siempre dentro del espectro del Autismo.
Sin embargo, aunque ya no se use como antes el diagnóstico Síndrome de Asperger, muchas personas se sienten identificadas con esa etiqueta.
¿Cuáles son las diferencias entre autismo y Síndrome de Asperger?
El autismo y el Síndrome de Asperger tienen muchos rasgos en común, como la dificultad en socializar, intereses restringidos, conductas obsesivas, necesidad de mantener una rutina predecible, alta sensibilidad ante ciertos estímulos (tacto, luces, ruidos…), dificultad en habilidades motoras, dificultades emocionales.
Pero, ¿cuáles son sus diferencias?
Lo que distingue el Síndrome de Asperger del autismo clásico (también llamado Síndrome de Kanner) son síntomas menos severos y ausencia de retrasos en el lenguaje en el caso de Asperger. Para un observador no entrenado, un niño con Asperger podría pasar por neurotípico (sin autismo) con una conducta diferente.
Sociabilidad
Los niños con autismo, se ven habitualmente distantes y desinteresados por los demás. Este no es el caso del Síndrome de Asperger. Estos habitualmente quieren encajar e interactuar con otros, pero a menudo no saben cómo hacerlo. Pueden ser torpes socialmente, no entender las normas sociales convencionales o mostrar falta de empatía. No sostienen la mirada, parece que no participan en conversaciones y no entienden el uso de gestos o el sarcasmo. Es decir, aunque, por lo general, tanto personas con autismo y Asperger tengan dificultades sociales, a los Asperger los otros si les interesan mientras que a personas con Autismo no.
Lenguaje
Una de las diferencias clave entre autismo y Asperger es que, por definición los Aspergers no tienen retraso del lenguaje. Incluso el autismo de “Alto funcionamiento”, en el que las dificultades son menos severas, también presentan cierto grado de retraso en el lenguaje, aunque luego puedan compensarlo.
Los niños con Asperger habitualmente tienen buenas habilidades linguísticas, simplemente las usan de formas diferentes. Los patrones del habla pueden ser inusuales, entonación plana, o lenguaje muy formal, o muy alto, o agudo. Los niños con Asperger puede que no entiendan las sutilezas del lenguaje como la ironía y el humor, y puede que no entiendan la naturaleza bi-direccional de una conversación.
Capacidad cognitiva
Mientras algunas personas con autismo tienen discapacidad cognitiva, por definición, las personas con Asperger tienen una inteligencia dentro o por encima de la media.
Funcionamiento cerebral
Algunos estudios de investigación sugieren que los niños con Síndrome de Asperger tienen diferentes patrones de funcionamiento cerebral de aquellos con autismo.
En un estudio, usando electroencefalografía (EEG) para medir la candidad de señal eléctrica en diferentes zonas cerebrales, encontraron que los niños con Asperger muestran diferentes patrones de actividad, sugiriendo diferencias en la forma en que sus cerebros están conectados. Encuentran que, aunque sus patrones cerebrales están más cerca de los de niños con autismo que de niños neurotípicos, sí hay notables diferencias entre autismo y Asperger. Concretamente, los niños con Asperger tienen mayores conexiones en el hemisferio izquierdo que aquellos niños con autismo.
Otros investigadores han encontrado que la zona cerebral relacionada con el lenguaje tiene más pliegues cerebrales en niños con autismo que en los que tienen Asperger, sugiriendo esta neuropatología como el origen de ese retraso en el lenguaje.
Edad del diagnóstico
Un hecho habitual que diferencia al autismo del Síndrome de Asperger es la edad en la que se realiza el diagnóstico. El diagnóstico de autismo suele realizarse en torno a los 4 años, cuando se puede apreciar las dificultades lingüísticas. Los padres a menudo tienen una idea aproximada a la que los niños neurotípicos comienza a hablar, y cuando esto no sucede se preocupan y acuden a profesionales, que cada vez están más informados y preparados en cuestión de autismo.
Sin embargo, para los niños con Asperger esto no es tan sencillo. Debido a la ausencia de retraso en el lenguaje, habitualmente el diagnóstico se da más tarde, cuando el niño comienza a estar con otros niños y la interacción no es la esperada. A veces incluso el diagnóstico no llega hasta la adolescencia. Incluso este síndrome se puede confundir a veces con el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)
Descubre en este artículo los síntomas completos del Síndrome de Asperger.
Cómo actuar ante el autismo o Síndrome de Asperger
A veces no es sencillo diferenciar un caso de Autismo de uno de Asperger. Por ello es importante que ante cualquier sospecha se acuda al pediatra u otros profesionales.
Es importante tener en cuenta que, aunque en principio el Síndrome de Asperger es menos grave, que el nivel de inteligencia sea alto y muchos son capaces de vivir independientemente en la adultez esto no quiere decir que el niño no necesite ayuda. Por ello, es esencial un diagnóstico correcto temprano para poder comenzar una terapia adecuada y minimizar en la medida de lo posible las dificultades. De entre las diferentes terapias y tratamientos podemos encontrar los siguientes:
- Terapia cognitivo conductual para abordar el estrés, gestión emocional y otras dificultades personales.
- Análisis conductual aplicado, es un tipo de terapia orientada a mejorar una variedad de habilidades, favoreciendo conductas positivas y desalentando conducta indeseadas.
- Clases de entrenamiento en habilidades sociales, pueden ser de ayuda con habilidades de conversación y entender normas sociales.
- Logopedia para ayudar con el control de la voz y el habla.
- Terapia física y ocupacional para mejorar la coordinación motora y facilitar el desenvolvimiento diario.
- Terapia de integración sensorial, muy útil para casos en los que hay dificultades sensoriales
- Medicación para ayudar a manejar trastornos que a veces los acompañan, como ansiedad, depresión y TDAH.
En ocasiones se puede volver complicado convivir con alguien con autismo o Asperger, por ello se recomienda que padres, cuidadores u otros miembros del entorno cercano de la persona acudan a terapia. Esto va a ayudarlos a aprender a convivir con ellos, manejar la frustración y ansiedad y favorecer una mirada positiva hacia las diferentes capacidades que tiene la persona.
Psicóloga General Sanitaria, experta en terapia sexual y de pareja. Ayudo a mejorar la calidad de vida de las personas mediante terapia psicológica y la comunicación a través de la red.