¿Cómo puedo saber si tengo dislexia?
“He leído un artículo sobre la dislexia y me siento muy identificado… ¿Podría ser disléxico?” Continúa leyendo este post para saber si tienes este trastorno del aprendizaje llamado dislexia.
¿Qué es la dislexia?
La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en niños, adolescentes o adultos que no presentan ningún hándicap físico, psíquico ni sociocultural y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo.
Según el CIE-10, los disléxicos manifiestan de forma característica dificultades para recitar el alfabeto, denominar letras, realizar rimas simples y para analizar o clasificar los sonidos. Además, la lectura se caracteriza por las omisiones, sustituciones, distorsiones, inversiones o adicciones, lentitud, vacilaciones, problemas de seguimiento visual y déficit en la comprensión.
El principal problema que tiene la dislexia es que no es compatible con nuestro sistema educativo, pues, dentro de este, todos los aprendizajes se realizan a través del código escrito, por lo cuál el niño disléxico no puede asimilar ciertos contenidos de materias como Conocimiento del Medio, porque no es capaz de llegar a su significado a través de la lectura. El niño disléxico debe poner tanto esfuerzo en las tareas de lectoescritura que tiende a fatigarse, a perder la concentración, a distraerse y a rechazar este tipo de tareas. Los padres y profesores procesamos esta conducta como desinterés y presionamos para conseguir mayor esfuerzo, sin comprender que estos niños, realizando estas tareas, se sienten como si de repente, cualquiera de nosotros, nos viéramos inmersos en una clase de escritura china. Esto provoca que los niños no sean detectados como disléxicos y siendo adultos nos demos cuenta que hay algo que no va bien.
La dislexia, es mucho más que tener dificultades en la lectura y en la escritura, ya que existen problemas de compresión, de memoria a corto plazo, de acceso al léxico, confusión entre la derecha y la izquierda, dificultades en las nociones espacio-temporales, debemos tener en cuenta que no existen dos disléxicos idénticos y por tanto cada caso es único y no tiene por qué presentar la totalidad de los síntomas.
Características de la dislexia en adultos
Los rasgos más característicos de la dislexia en los adultos:
1. En la comunicación oral
- Necesidad de repetirse varias veces la información específica, tecnicismos, números u otro tipo de datos concretos, que no afectan a la comprensión global del discurso pero sí a la especificidad técnica del mensaje.
- Utilización de borradores constantemente e incluso con palabras simples debido a que cuesta retener la información en un primer momento (memoria de trabajo).
- Necesidad de corroborar la idea o el tema principal del que se está hablando.
2. En la lectura
- Evita leer, escribir o hacer cálculos matemáticos.
- Sensación de fatiga ante las tareas de lectura.
- Lentitud y poca precisión en la lectura.
- Escasa comprensión lectora que decrementa cuando el léxico es técnico o poco frecuente.
3. En la escritura
- Dificultad para trasladar el pensamiento oral a escrito al redactar un texto, organizar ideas y estructurar el contenido.
- Dificultad en el acceso al vocabulario. Cambios en el léxico, una palabra por otra referente a objetos, conceptos y/o personas.
- Faltas de ortografía, sustituciones, inversiones y omisiones.
- Dificultad para encontrar y corregir una palabra que está mal escrita.
- Emplea mucho tiempo para transcribir apuntes.
- Redacción pobre, sin utilizar signos de puntuación o colocando éstos en lugares incorrectos.
- Falta de cohesión entre las ideas.
¿Cómo se detecta la dislexia en adultos?
A continuación presentamos 10 ejercicios para detectar la dislexia en adultos:
Las pruebas y criterios diagnósticos que ofrecemos a continuación suelen utilizarse en la evaluación de niños y adolescentes, sin embargo, se pueden realizar estas pruebas a un adulto a pesar de que los resultados sean ligeramente menos fiables.
1. Ejercicios de comprensión lectora
La comprensión lectora en los adultos con dislexia se puede ver afectada negativamente. Para evaluar este ámbito, se puede administrar un texto con unas preguntas de comprensión al final de este.
2. Cuentas matemáticas sencillas
Al confundir el orden de los números y presentar dificultades en la memoria, las personas con este trastorno suelen tener dificultades para resolver problemas de matemáticas. Para su diagnóstico, es importante observar si utilizan los dedos para hacer las cuentas o si se pierden en operaciones sencillas y cortas.
3. Habla simple, entrecortada e incompleta
Un criterio diagnóstico de la dislexia puede ser la forma de hablar. Si esta se basa en frases cortas, sencillas y si el individuo se pierde intentando crear una frase más compleja, tal vez se deba valorar la dislexia en la persona evaluada.
4. Problemas de concentración
Esta característica se suele asociar a niños con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), sin embargo, si observas dificultades para mantener la atención junto con otros criterios ya mencionados, es posible que el problema a tratar esté más relacionado con la dislexia.
5. Problemas para recordar correctamente palabras, datos
En este caso, un ejercicio para detectar la dislexia en un individuo puede ser hacer que este recuerde una secuencia simple de cinco números o mostrar una fotografía con una serie de objetos y pedir que memorice todos los que pueda.
6. Ejercicio de reconocimiento
Para esta señal de la dislexia, se debe realizar una prueba de nombramiento rápido. Esta se basa en administrar una serie de estímulos visuales y pedir al individuo que nombre todo aquello que pueda reconocer.
7. Nivel de conciencia fonológica
Esta capacidad se considera una de las bases de la lectura, por lo consiguiente, una persona con dislexia presentará bajo nivel de conciencia fonológica. Tal y como su nombre indica, esta se define como la capacidad para detectar sonidos o fonemas en un texto.
8. Prueba de conciencia fonética
Las pruebas de conciencia fonética se basan en hacer que la persona con un posible diagnóstico de dislexia detecte un sonido (fonema) en medio de una serie de palabras. Por ejemplo, pedir que encuentre el sonido “je” en la palabra “ejército“.
9. “Ataque de palabras”
La decodificación se define como la habilidad para pronunciar palabras y asociar un símbolo (letra) a un sonido (fonema). El ejercicio “word attack” (ataque de palabras) se basará en pedir a la persona que decodifique o pronuncie palabras nuevas para él o ella.
10. Problemas físicos y/o médicos
El diagnóstico de la dislexia también está relacionado con algunos trastornos psicomotrices, tales como la falta de equilibrio, mala coordinación, mareos frecuentes… Para detectarlos será importante realizar un examen médico complementario.
Cuestionarios para la dislexia en adultos
En castellano no existen test de dislexia para adultos que permitan diagnosticar este trastorno específicamente.
Normalmente se lleva a cabo una evaluación similar a la realizada en niños, la cual parte de valorar la historia personal y, sobre todo escolar, del sujeto.
Después, pasamos a descartar que las dificultades lectoescritoras que presentó y/o presenta se deban a un déficit a nivel cognitivo, sensorial o emocional. En este caso se utilizan los datos de la anamnesis y sería conveniente utilizar algún test como la escala de inteligencia Wechsler para adultos (WAIS-IV).
Los adultos nos ayudamos de la información ortográfica para realizar tareas de conciencia fonológica como la sustitución fonémica entre dos sonidos. Por ejemplo, intenta decir tu nombre y apellido cambiando el primer sonido entre sí “Sarmen Cilva” sin escribirlo…
Parece que esta tarea, prácticamente imposible para un adulto analfabeto, también lo sería para un adulto disléxico.
Planteamos por tanto la necesidad de valorar las habilidades fonológicas y la lectoescritura propiamente dicha: identificación y omisión silábica y fonémica, lectura de palabras y pseudopalabras, decisión ortográfica, comprensión lectora…
Con esto concluiremos una valoración básica que nos indique si su nivel fonológico y lectoescritor está por debajo de lo común para un adulto no disléxico con un nivel de estudios similar. (Sería especialmente importante valorar el tipo de intervención recibida a lo largo del tiempo y cómo esta intervención ha podido potenciar el desarrollo lectoescritor, es decir, no solo debemos utilizar los datos de la tabla de baremación sino también el sentido común.)
¿Es la dislexia, una etiqueta negativa?
No, de ninguna forma. Las etiquetas negativas van asociadas a la desinformación y normalmente son etiquetados por el profesorado, la familia y en demasiados caso por el propio niño, de VAGOS, TONTOS, DESMOTIVADOS, Y DE QUE NO SE ESFUERZAN LO SUFICIENTE…todas estas etiquetas son realmente NEGATIVAS y dañinas. Esta minan la autoestima y provocan en el niño, adolescente o adulto graves secuelas emocionales.
Poner un nombre a todo lo que está pasando, decir al niño que tiene dislexia, compartirlo en casa y en el colegio es siempre POSITIVO. Estamos dándoles respuestas a todas sus vivencias, le estamos diciendo que tiene una forma distinta de aprender, le estamos haciendo ver que no es VAGO.
Psicóloga General Sanitaria. Exploradora e investigadora en educación. Especialista en la búsqueda de las necesidades y características de cada niño.
https://www.linkedin.com/in/mar%C3%ADa-del-carmen-bravo-garc%C3%ADa-3a377b151/