¿Problemas con los deberes? Cómo enseñar a un niño con dislexia
La dislexia es un trastorno que hace que la persona afectada tenga problemas para leer y escribir, también puede influir en la memoria y la capacidad de atención. Enseñar a los niños disléxicos puede ser complicado, pero es posible si se recurre a métodos educativos que aborden varios sentidos. Te explicamos cómo enseñar a un niño con dislexia siguiendo estos métodos.
Métodos de enseñanza para niños con dislexia
Los estímulos visuales pueden ser muy útiles para que los niños disléxicos entiendan la palabra escrita. Escribir letras y números con distintos colores puede servir de ayuda a los disléxicos para identificarlos. Si pruebas este método no uses el color rojo ya que tienen una connotación negativa.
Escribe tarjetas con apuntes y explicaciones, los niños pueden visualizarlas y tocarlas, cosa que les facilita la comprensión. Si las leen en voz alta también pondrán en funcionamiento sus habilidades auditivas, otro sentido que también les hará más sencilla la comprensión escrita.
Otro método de enseñanza eficaz son las cajas de arena: recipientes con arena en los que los niños pueden dibujar letras y números para identificarlas a través del sentido del tacto.
Cuando le expliques algo a un niño disléxico sé directo y desarrolla bien las explicaciones: proporciona al niño ejemplos, dale las explicaciones en un orden lógico y desglosalas en fragmentos de información más pequeños.
Los niños con dislexia pueden tener problemas de memoria a corto plazo, así que asegúrate de repetir todo unas cuantas veces. Si les estás explicando algo nuevo, también conviene que les recuerdes viejas lecciones que estén relacionadas para reforzar las cosas que ha aprendido antes.
Muchos niños disléxicos tienen problemas de autoestima porque creen que no son tan listos como los demás. Por eso es importante reforzarlos continuamente durante el aprendizaje y hacerles saber que no es menos inteligente que otros niños.
Cómo mejorar el entorno escolar para niños disléxicos
En clase, el niño debería sentarse cerca del profesor para que pueda concentrarse y evite distracciones. Así el profesor podrá darle explicaciones adicionales siempre que haga falta.
Deja que el niño grabe las explicaciones del maestro con el móvil o una grabadora. Así el niño podrá escuchar las explicaciones varias veces en casa y no tendrá que asimilarlo todo mediante apuntes y libros.
Habla con el profesor para que prepare material impreso extra para el niño. Como los disléxicos tienen problemas de memoria a corto plazo, les conviene tener un esquema general de la lección que se va a dar ese día, para poder seguir mejor la clase.
Los profesores también deberían evaluar de forma diferente al niño ya que los disléxicos aprenden de forma distinta. Intenta que pueda ser evaluado de forma oral o tenga más tiempo para acabar los exámenes. Esto también se aplica a los trabajos y deberes, sería beneficioso que el niño pudiese presentarlos de forma oral en vez de escrita.
Convence al niño para que acepte la ayuda de sus compañeros sin avergonzarse. Alguien con habilidad para tomar notas puede dejarle sus apuntes, también puede hacer los deberes con otros compañeros que le ayuden a entender lo que se ha explicado en clase.
Cuando corrijas sus deberes no te centres en la calidad de su escritura. Fíjate más en el contenido que en la forma y asegúrate de que el niño haya aprendido bien la lección, no seas demasiado estricto con él si sus tareas no están perfectas, recuerda que los niños con dislexia tardan mucho más en completar sus tareas, pero que con esfuerzo y constancia pueden tener un gran futuro por delante.
Redactor, experto en contenidos médicos y de salud. Apasionado de la psicología y neurociencia.
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