Cómo cuidar a alguien con Alzheimer. “¡¿Quién me ha robado las joyas?!”
¿Cómo cuidar a alguien con alzheimer? Los síntomas propios de la enfermedad de Alzheimer afectan principalmente a la memoria del enfermo. Esto, puede llegar a complicar seriamente nuestra relación con ellos en casa. En este post daremos algunas pautas que, esperamos, sirvan de ayuda a los familiares de enfermos con Alzheimer y puedan disminuir los problemas y conflictos que se generan.
Esperemos que este post pueda ser de ayuda para todos aquellos cuidadores-familiares de enfermos de Alzheimer que la necesiten.
“¡¿Quién me ha robado las joyas?!”
En ocasiones tenemos que lidiar con situaciones muy incómodas en la que los enfermos de alzheimer acusan a sus familiares, asistentes, vecinos, gato, etc. Unas veces porque los muebles se han movido de sitio, otras, porque han desaparecido las joyas, la foto de graduación de su “hijito” o el toro y la andaluza que tenían encima de la televisión (cuando hace tiempo que no forman parte del mobiliario de la casa). Hasta aquí, podemos estar de acuerdo en que más allá del disgusto por la acusación, no supone un gran problema.
El tema empieza a ser preocupante cuando nuestro querido familiar- antaño organizado y responsable- se niega a tomar la medicación porque: “¡Ya me la he tomado! ¡Estáis intentando es matarme!”. Ahora sí, nos encontramos ante un grave problema. La medicación que el médico receta es sagrada, y sirve para que nuestro ser querido se encuentre en las mejores condiciones, tanto mentales como físicas.
Lo mismo ocurre con la alimentación, que debe estar siempre supervisada por los familiares y/o profesionales. Si no recuerdo que he comido hoy y, si tampoco recuerdo que día es hoy… ¿Cómo voy a recordar que me toca comer? Esto puede provocar que las personas con Alzheimer tengan graves deficiencias nutritivas, tanto por exceso, como por defecto (eso dependerá del estado en el que se encuentren los sistemas que regulan la sensación de hambre y saciedad).
Todas estas circunstancias, unidas al ambiente que causa en algunas personas el hecho de haber perdido a uno de sus miembros (que está de cuerpo presente, pero ya no es la persona que antes era) puede llevar a altos niveles de ansiedad y preocupación, que no hacen más que empeorar la calidad del cuidado. Ante esta estampa, es bastante común que nos sintamos perdidos e incluso tendamos a reaccionar de forma agresiva o paternalista. Pero estos comportamientos no van a solucionar nada. Por eso, voy a tratar de daros algunos consejos sobre cómo cuidar a alguien con Alzheimer.
No son niños pequeños. Son enfermos de Alzheimer
Las personas con Demencia de tipo Alzheimer no son niños pequeños. Su memoria y recuerdos comienzan a perderse en orden de novedad, por lo que resulta difícil retener los hechos del día a día.
Su memoria para la vida cotidiana se caracteriza por la discontinuidad. Si esconde las joyas un viernes (para evitar que el gato se las vuelva a mover de sitio), puede que el lunes solo recuerde que el viernes las vio en el joyero, pero ha olvidado que las escondió y, por supuesto, ha olvidado dónde las escondió. Esto es aplicable a cualquier aspecto de que concierna a situaciones cotidianas y que forman parte de la rutina diaria, como la higiene, la toma de medicación, las comidas, etc.
Pautas imprescindibles para reducir conflictos de un familiar con Alzheimer en casa
Estas pautas y consejos pueden servir como guía para mejorar al máximo el cuidado, y por lo tanto, favorecer el trato con nuestro familiar:
1- Dar al enfermo de Alzheimer la sensación de control
Dado que, como ya hemos dicho, no son niños pequeños, no debemos hablares ni tratarlos como tal. Nosotros somos los que sabemos que existe un problema aunque ellos no crean que nada les ocurre. Cuando vayamos a tomar una decisión, o a cambiar algún aspecto de su casa, lo hablaremos con ellos y trataremos de negociar.
Un aspecto muy útil es utilizar contratos, redactados por ellos mismos, en los que puedan ver lo que se han comprometido a cumplir o aceptar. No les estamos mintiendo, solo es una forma de recordar lo que ya no está en su memoria. Ver su firma garabateada sobre el papel calmará sus ansias de acusar al dichoso gato.
2- ¿Cómo cuidar a alguien con Alzheimer? Rutina, rutina y más rutina
Es la base para poder empezar a fijar ciertas pautas de comportamiento. Esto implica una gran implicación por parte de la familia, que debe marcar los tiempos de levantarse, acostarse, realizar las comidas, etc. Una de las claves es que, aunque la memoria explicita ya no funciona adecuadamente, tenemos otra memoria (implícita) que suele conservarse hasta etapas avanzadas y nos permite aprender a partir de acciones repetidas o encadenadas.
Esta rutina implica una variedad de actividades que mantenga ocupada a la persona, que se repitan de forma semanal. Los centros de día son el dispositivo perfecto, aunque no siempre costeable ni adecuadamente proporcionado por los servicios de salud.
En ocasiones observamos la eficacia de la rutina cuando está deja paso a períodos vacacionales o excursiones, comidas familiares y demás. En estas situaciones los niveles de ansiedad se disparan, junto con los olvidos y los cambios de humor. Todo esto es inevitable, pero merece la pena que el resto del tiempo los hábitos sean la tónica, construidos a base de repetición.
3- Alimentación, actividad y medicina: Imprescindibles para el cuidado de un enfermo de Alzheimer
Garantiza la estabilidad de ánimo. Debemos seguir al pie de la letra los consejos de los especialistas, y procurar que la medicación se tome de la forma adecuada. Además, una alimentación equilibrada y el deporte moderado son tareas fundamentales en su rutina diaria, que mejorarán la salud física y mental.
Un ejemplo práctico para el cuidado de un enfermo de Alzheimer
Como la mejor forma de retener nuevos conocimientos es a través de ejemplos (con su posterior puesta en práctica), voy a describir una situación cercana, y cómo se solucionó (a través de las 3 claves anteriores).
La persona con problemas de memoria se negaba a tomar la medicación de forma sistemática. Estaba convencida de que ya la había tomado, sin importar la toma o el día de la semana. Convenimos que lo mejor era elaborar una tabla de firmas para cada toma realizada correctamente (ver Imagen) (siempre bajo la supervisión de un familiar).
En este caso el problema se solucionó, y cuando no veía su firma, sabía que era porque tenía una tarea pendiente en su rutina diaria. No quiere decir que esto sirva para todos los casos, pero siempre se puede probar.
Conclusiones sobre el cuidado de familiares con Alzheimer en casa
El cuidado de enfermos de Alzheimer puede llegar a ser muy complicado y sacrificado. No debemos olvidar que nuestra salud es lo primero, y que cuidarnos es la mejor forma de cuidar.
En este post hemos aportado algunos consejos que siempre pueden resultar de ayuda a la hora de hacer más llevadero el cuidado (habrá casos en los que estos consejos no sean suficientes, ya que cada enfermo es un mundo).
Por supuesto, una buena alimentación y control de la medicación es fundamental para la estabilidad emocional y cognitiva. Tener contratos que avalen lo que ya fue acordado en su día la rutina son los otros dos.
Además, para los enfermos de Alzheimer en fase leve, existen programas estimulación cognitiva específicos para tratar las habilidades cognitivas deterioradas por el Alzheimer que pueden ser de ayuda.
Diego es Psicólogo y Neurocientífico que sigue formándose en la rama de la Psicología de la Salud. Apasionado de todo lo que rodea al funcionamiento cerebral y a la posibilidad de llevar este conocimiento a la vida diaria. Conocimiento y práctica científica deberían ir siempre de la mano.